Ecuador sumó hoy a más de 1.400 nuevos agentes penitenciarios para reforzar la vigilancia en las cárceles del país, sumidas en la peor crisis del sector en décadas, con motines y enfrentamientos entre bandas que dejaron más de 400 reclusos muertos desde el año pasado.
"Estamos casi duplicando los recursos humanos requeridos para un manejo profesional, serio y técnico de todos los centros de detención en el Ecuador", destacó el presidente Guillermo Lasso en el acto de graduación de 1.461 agentes de seguridad.
Cien de los nuevos penitenciarios estarán en centros de rehabilitación para adolescentes.
En Ecuador hay 1.500 guías penitenciarios en funciones, lo que se considera insuficiente para controlar a más de 32.000 reclusos alojados en las 36 cárceles de todo el país.
Lasso explicó que la incorporación de estos nuevos guardias es parte del plan del gobierno para mantener el control en los penales y "terminar con los hechos de violencia que allí han ocurrido en los últimos tiempos".
"Su formación ha sido guiada con apoyo de la comunidad internacional y organizaciones como la Cruz Roja; Asimismo, hemos recibido apoyo y asistencia de la CIDH y la ONU, basado en principios y valores de los derechos humanos, defensa, táctica y primeros auxilios", escribió el mandatario en su cuenta de la red Twitter.
Desde febrero de 2021 se desató una decena de motines y matanzas carcelarias, que dejaron alrededor de 400 reclusos muertos en medio de enfrentamientos de bandas rivales ligadas al narcotráfico, de acuerdo con las autoridades.
Cada masacre deja un rastro de terror con cuerpos mutilados, decapitados e incinerados, manifestaciones de familiares en las afueras y refuerzos con militares de las prisiones.
Las muertes se dieron en penales de las provincias de Cotopaxi, Santo Domingo de los Tsáchilas, Azuay, Pichincha y Guayas, cuya capital Guayaquil es la ciudad más castigada por el crimen organizado con ofensivas a base de balaceras y coches bomba.
El plan de Lasso para mejorar las condiciones de vida en las cárceles incluye la reducción de población carcelaria mediante indultos y un censo penitenciario.
Ahora "tenemos un hacinamiento del 6% en relación al 26% del inicio de mi gobierno", expresó Lasso, según la agencia AFP.
El titular del Servicio Nacional de Atención a Privados de la Libertad (SNAI) –que administra las cárceles-, Guillermo Rodríguez, remarcó que pese a las masacres los criminales "no nos han doblegado".
Está previsto que para el primer semestre de 2023 se incorporen otros 1.000 guías penitenciarios.
La semana pasada, además, el Ejecutivo incorporó para todos los penales un nuevo sistema de monitoreo con inteligencia artificial y reconocimiento facial. (Télam)