Lula sanciona ley para restringir celulares en las aulas

Brasil dio un paso firme en la regulación del uso de teléfonos inteligentes en las escuelas. El presidente Luiz Inácio Lula da Silva sancionó una ley que restringe el uso de estos dispositivos en los niveles primario y secundario, siguiendo una tendencia internacional que busca equilibrar tecnología y aprendizaje.

Un marco legal para la educación

La normativa, que entrará en vigor en febrero, establece que los celulares solo podrán usarse en casos de emergencia, con fines pedagógicos o por alumnos con discapacidades que los necesiten. Según el ministro de Educación, Camilo Santana, esta medida busca reducir las distracciones en el aula y fomentar un entorno más propicio para el aprendizaje. "Queremos que estos dispositivos se utilicen únicamente bajo la guía de un profesor y con objetivos educativos claros", afirmó Santana.

La ley también tuvo un respaldo inusual, con apoyo tanto de aliados del izquierdista Lula como de opositores como Jair Bolsonaro. Una encuesta de Datafolha reflejó un consenso similar en la población: casi dos tercios de los encuestados apoyan esta restricción, mientras que el 78% considera que los teléfonos inteligentes causan más perjuicios que beneficios.

¿Qué opinan los padres y estudiantes?

Para Ricardo Martins Ramos, un padre de familia en Río de Janeiro, la medida es "difícil, pero necesaria". Aunque reconoce que los celulares son útiles para buscar información escolar, subraya que su uso social perjudica la interacción y la concentración. Su hija Isabela, de 13 años, comparte esta opinión, aunque señala que hay otros desafíos pendientes, como el acoso escolar.

Gabriele Alexandra Henriques Pinheiro, madre de un niño con trastorno del espectro autista, valora la iniciativa pero advierte que los adultos deben ser modelos a seguir. "Es difícil restringir el uso de pantallas cuando los propios padres estamos conectados todo el tiempo", expresó.

El desafío de la implementación

Aunque la ley establece un marco nacional, su aplicación plantea retos. Algunos estados, como São Paulo, ya habían aprobado medidas similares, pero las autoridades han enfrentado dificultades para hacerlas cumplir. La falta de consenso en las escuelas privadas y la resistencia de ciertos sectores complican el panorama.

A nivel internacional, países como Francia y China han implementado restricciones similares, con resultados mixtos. Un informe de la Unesco destacó que uno de cada cuatro países ya limita el uso de dispositivos móviles en las aulas, citando preocupaciones sobre rendimiento académico, salud mental y seguridad infantil.

Un debate global en auge

El impacto de los teléfonos inteligentes en la educación no es un debate exclusivo de Brasil. En Estados Unidos, ocho estados han implementado restricciones para frenar distracciones y proteger a los estudiantes. Europa no se queda atrás, con padres cada vez más preocupados por los riesgos asociados a la tecnología.

Lula, quien ha prohibido el uso de celulares en reuniones oficiales desde que asumió el gobierno, justificó esta medida afirmando que "el ser humano nació para vivir en comunidad" y que los dispositivos digitales dificultan la interacción. "Distraen y nos alejan de las miradas, los abrazos y la atención que necesitamos", concluyó.

Brasil se suma al creciente número de países que buscan regular el uso de la tecnología en las escuelas, poniendo en el centro del debate el equilibrio entre innovación y convivencia. La efectividad de esta medida dependerá no solo de su implementación, sino también del compromiso de padres, docentes y autoridades en priorizar el bienestar de los estudiantes.