El Papa Francisco se lesionó el brazo en una caída, pero sigue con su agenda

El Papa Francisco, de 88 años, sufrió una caída esta mañana en su residencia de Santa Marta, en el Vaticano, lo que le provocó una contusión en el antebrazo derecho. Según el comunicado emitido por la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el Pontífice no sufrió fracturas, pero el brazo fue inmovilizado como medida preventiva. A pesar del accidente, Francisco cumplió con su agenda, recibiendo diversas audiencias previstas para este jueves.

Una caída inesperada en la casa Santa Marta

El hecho ocurrió a primeras horas de la mañana, cuando el Papa Francisco se cayó dentro de la casa de Santa Marta, donde reside. Afortunadamente, no sufrió daños mayores, ya que no se registraron fracturas, pero el dolor de la contusión obligó a los médicos a inmovilizar su brazo derecho. Este incidente se suma a una serie de problemas de movilidad que el Pontífice ha enfrentado en los últimos tiempos debido a un problema en su rodilla derecha, que lo ha llevado a utilizar una silla de ruedas desde mayo de 2022, aunque todavía puede caminar con la ayuda de un bastón.

"Está bien, de buen humor, tranquilo"

Pese al susto, el Papa Francisco se mostró tranquilo y de buen humor durante la mañana. Así lo relató el sacerdote argentino Fernando Laguna, rector del Colegio Sacerdotal Argentino en Roma, quien estuvo presente en una de las audiencias. Laguna contó a La Nación que Francisco se mostró relajado y que, a pesar de tener el brazo inmovilizado, firmó una foto para los presentes, lo que demuestra que su salud no está comprometida gravemente. “Nos dijo que se cayó esta mañana, pero que está bien, que le hicieron los estudios y que no hay nada quebrado”, añadió.

Continuidad en sus funciones

El Papa no canceló ninguna de sus actividades. A pesar de la caída, Francisco cumplió con todas las audiencias que tenía programadas para ese día, entre ellas, la recepción de monseñor Alberto Torriani, arzobispo de Crotone-Santa Severina, Italia; Nosipho Nausca-Jean Jezile, presidente del Comité Mundial para la Seguridad Alimentaria; Alvaro Lario, presidente del Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola, entre otros importantes encuentros.

Incluso con su brazo inmovilizado, el Papa continuó con sus actividades en el Palacio Apostólico, recibiendo a distintos líderes internacionales y mostrando que, a pesar de los contratiempos, su energía y dedicación a sus funciones no se ven afectadas. A la comunidad del Colegio Sacerdotal Argentino, que lo visitó este jueves, les dedicó un mensaje cercano, lleno de afecto y reminiscencias de su Argentina natal. Como es habitual en él, el Pontífice hizo una evocación de San José Gabriel del Rosario Brochero y destacó la importancia de la solidaridad en el trabajo de la Buena Nueva.

El Papa y su sentido de humor a pesar de todo

Durante el encuentro, el Papa comentó que, a pesar de las adversidades, no perdió su buen humor. “Me hubiera gustado celebrar la misa con ustedes y compartir un asado, como es costumbre en Argentina”, expresó, haciendo referencia a las tradiciones de su país natal. Este tipo de gestos y palabras demuestran la cercanía y calidez del Papa con aquellos que lo rodean.

Si bien la caída no parece haber tenido consecuencias graves, la salud del Papa Francisco sigue siendo un tema de preocupación para muchos, especialmente debido a su edad y las dificultades físicas que ha experimentado en los últimos años. En diciembre, el Pontífice ya había protagonizado un incidente similar, cuando sufrió un golpe en el mentón debido a otro tropiezo. A pesar de estas situaciones, el Papa continúa con sus compromisos de trabajo y muestra una vitalidad admirable.

El Vaticano sigue de cerca la evolución de la salud del Papa, mientras él, con firmeza, continúa con su labor como líder de la Iglesia Católica. Las caídas y los problemas de movilidad que ha experimentado en los últimos meses no parecen frenar su dedicación a la Iglesia y su profunda conexión con los fieles. Por ahora, la Santa Sede se muestra optimista respecto a su recuperación, confiando en que el Papa podrá seguir cumpliendo con sus deberes sin mayores complicaciones.