El presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, resaltó la importancia de preservar la seguridad nacional al inaugurar hoy el primer tramo de lo que llamó "verja perimetral inteligente", que en rigor es un muro fronterizo que separa a su país de Haití.
"Este proyecto, que era importantísimo, en ese momento ha pasado a ser irrenunciable e imperativo. Bajo ningún concepto la falta de control en el lado haitiano tendrá un contagio en el dominicano", enfatizó el mandatario en la apertura de un tramo de 2,7 kilómetros en la provincia de Elías Piña.
Abinader sostuvo que la solución a la crisis haitiana no concierne a su país, aunque refirió que su Gobierno tiene la disposición a brindar ayuda a su vecino mediante la regulación de los flujos fronterizos.
"Podemos ayudar y poner mecanismos que ayuden a regular los flujos, que tengamos una mejor información y una relación más formal. Y eso es lo que, en parte, busca este proyecto de verja fronteriza", precisó el jefe de Estado, citado por la agencia de noticias Sputnik.
Abinader asistió al inicio de los trabajos de construcción del muro el 20 de febrero de 2022, ocasión en la que mencionó que una de las fortalezas de la obra es la disminución de manera drástica de la migración irregular.
Indicó además que la primera etapa del proyecto, valorado en cerca de 30 millones de dólares y con 54 kilómetros de longitud, sería concluido en nueve meses.
La frontera entre los dos países antillanos surgió tras el reparto de la isla La Española mediante tratados de paz firmados entre España y Francia para dirimir sus diferencias territoriales en Europa y América.
Luego de la independencia de la República Dominicana de Haití, en 1844, y tras múltiples reuniones infructuosas entre ambas partes, fue establecida la frontera definitiva por el Tratado Fronterizo del 21 de enero de 1929, firmado por los entonces presidentes Horacio Vásquez y Louis Borno, y ratificado en 1936 por Rafael Leónidas Trujillo y Sténio Vincent.
Se trata de una línea divisoria, porosa, de 391 kilómetros de longitud que va desde la desembocadura del río Masacre o Dajabón en la bahía de Manzanillo, del océano Atlántico al norte, hasta el desagüe del río Pedernales, en el mar Caribe al sur.
Haití, uno de los países más pobres y violentos del mundo, atraviesa por una gravísima y recurrente crisis sociopolítica, económica y humanitaria, y se encuentra bajo asedio de pandillas criminales que cometen asesinatos frecuentes e indiscriminados contra la población. (Télam)