La ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) denunció hoy que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) obstaculizaron el acceso de los equipos médicos al hospital de Yenín, en Cisjordania, tras la última incursión militar en el campo de refugiados, que dejó al menos dos menores muertos y otros seis palestinos heridos.
"Cuando llegamos al hospital tuvimos que negociar la entrada en el recinto con las fuerzas militares, que incluso hubo un momento en que nos estaban apuntando con sus armas, a pesar de que el coche de Médicos Sin Fronteras estaba perfectamente identificado", afirmó la coordinadora de MSF en Yenín, Luz Saavedra, según la agencia de noticias Europa Press.
Una vez en el interior de las instalaciones sanitarias, los equipos de MSF vivieron escenas de "muchísima preocupación" debido a la presencia de tropas de asalto en el hospital, incluido en la puerta del recinto de emergencias, detalló Saavedra en declaraciones compartidas por la ONG.
Asimismo, lamentó que durante las más de tres horas que los equipos de MSF estuvieron en el interior del hospital, apenas pudieron atender a heridos, debido a que los palestinos no pudieron acceder a las instalaciones, rodeadas por vehículos militares y drones de vigilancia.
El Ejército israelí justificó ese bloqueo de Yenín alegando que "toda la ciudad de Yenín y el campo de refugiados pasaba a ser considerados zona militar".
El personal del hospital de Yenín atendió a ocho heridos, algunos de ellos menores y otros con heridas de bala en la cabeza.
"Volvemos a reiterar por parte de MSF, haciéndonos eco de lo que nos comparten nuestros compañeros palestinos de los centros médicos, que estamos asistiendo a un deterioro increíble de las condiciones de trabajo y personal médico", sostuvo Saavedra, que alertó que "en estas condiciones" MSF no puede desempeñar su trabajo.
Al menos dos menores palestinos murieron hoy a manos del Ejército de Israel en el marco de una nueva operación a gran escala en la ciudad de Yenín y su campamento de refugiados, que incluyó ataques contra varias viviendas, según autoridades palestinas.
Las operaciones se enmarcan en un repunte de la violencia luego de que el 7 de octubre, Hamas atacó el sur de Israel, donde milicianos infiltrados desde Gaza mataron a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron unas 240 personas, incluidos bebés, niños, mujeres y soldados, entre ellos una veintena con nacionalidad argentina.
Israel respondió a los ataques de Hamas con una devastadora campaña aérea en toda Gaza y una invasión terrestre del norte del territorio.
Más de 14.800 palestinos, entre ellos unos 6.000 niños, murieron en los bombardeos israelíes y por los combates, y más de 1,7 millones de los 2,3 millones de palestinos que viven en Gaza tuvieron que abandonar sus hogares.
Israel impuso un bloqueo total de Gaza al comienzo de las hostilidades, pero en virtud de la tregua, que ya lleva seis días contando el de hoy, autorizó el ingreso a la región desde Egipto de cientos de camiones con ayuda humanitaria. (Télam)