ANSA/ Irlanda del Norte: Fin a tres años sin gobierno

BELFAST, 11 ENE - Arlene Foster fue designada hoy primera ministra de Irlanda del Norte, luego de que la Asamblea Parlamentaria se reuniera por primera vez despues de tres años de estancamiento politico.

Mundo 11 de enero de 2020 Agencia ANSA
BELFAST, 11 ENE - Arlene Foster fue designada hoy primera ministra de Irlanda del Norte, luego de que la Asamblea Parlamentaria se reuniera por primera vez después de tres años de estancamiento político.
El acuerdo celebrado ayer entre unionistas y republicanos permitió construir el gobierno y cerrar la crisis.
Los partidos de la provincia británica han aceptado un acuerdo para restaurar el Gobierno de poder compartido, que se enfrenta a retos como el Brexit o las demandas por la reunificación de Irlanda.
El pacto se plasmó tras casi nueve meses de intensos contactos de Londres y Dublín con las formaciones norirlandeses, que finalmente dieron su acuerdo a las propuestas presentadas en un documento titulado "Nueva Década, Nuevo Enfoque".
El texto aporta soluciones en "cinco áreas clave" de la gobernabilidad de la región, las cuales ayudarán a limar las diferencias que mantienen el Partido Democrático Unionista (DUP) y el Sinn Féin, principales representantes de sus respectivas comunidades, la protestante y la católica.
El ministro británico para Irlanda del Norte, Julian Smith, y el viceprimer ministro irlandés, Simon Coveney, consideran que sus propuestas sientan las bases para poder formar un Ejecutivo autónomo duradero.
Coveney explicó hoy que el acuerdo contempla la aplicación de medidas encaminadas a mejorar "la transparencia" del futuro Gobierno, reforzar los "códigos de conducta" de sus dirigentes y eliminar la posibilidad de que un partido pueda vetar ciertas leyes.
Sin embargo, el asunto más delicado en estas conversaciones, resuelto con éxito, fue el de la lengua gaélica, defendida con frenesí por el Sinn Féin, antiguo brazo político del ya inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA).
Los nacionalistas querían que se redactase una ley específica para proteger el idioma autóctono irlandés, mientras los unionistas preferían incluir este asunto en una legislación cultural más general, que contemplase también aspectos relacionados con la identidad protestante.
Al final, han aceptado la inclusión en la Ley General de Irlanda del Norte -en vigor desde la firma de los acuerdos de paz de 1998- de tres nuevas piezas legislativas para abordar la cuestión cultural, entre las que figura una sola para el tema del gaélico.
De esta manera, cualquier ministerio del nuevo Gobierno podrá hacer uso de una unidad especial establecida para facilitar la gestión de asuntos en gaélico o la lengua propia de los unionistas, el "escocés del Ulster".
Asimismo, las sesiones de la Asamblea autónoma norirlandesa podrán desarrollarse en esos dos idiomas o en inglés, con traducciones simultáneas como las previstas, por ejemplo, en las instituciones de la Unión Europea (UE).
La líder del DUP, Arlene Foster, celebró que el acuerdo reconoce que en Irlanda del Norte hay gente con "identidad irlandesa" y otra con "identidad británica", sin "necesidad de situar a una por encima de la otra".
"Estamos listos para regresar a la Asamblea", recalcó la líder unionista, quien confió en que el Gobierno del Reino Unido será "generoso" para financiar el citado acuerdo con una importante inyección económica.
Por su parte, la presidenta del Sinn Féin, Mary Lou McDonald, declaró que el gaélico tiene ahora, "por primera vez, reconocimiento oficial con lengua irlandesa, al tiempo que se mostró dispuesta a cooperar con el DUP en el próximo Ejecutivo.
"Sin duda alguna, nos enfrentamos a serios retos, como el impacto del Brexit, la austeridad y otras cuestiones relevantes.
Pero el principal desafío es asegurar que tendremos un gobierno de poder compartido basado en la igualdad, respeto e integridad", apuntó McDonald.
El nuevo acuerdo también revisa el instrumento de veto recogido en el acuerdo de paz del Viernes Santo (1998), diseñado entonces para proteger los derechos de las minorías tras el fin del conflicto en la región.
No obstante, ese derecho a veto ha sido usado, por ejemplo, por el ultra conservador DUP para frenar leyes que contaban con el apoyo mayoritario de la Asamblea norirlandesa, como ha ocurrido con propuestas para legalizar el aborto o el matrimonio homosexual.
Empero, a partir de ahora, plantea el texto del pacto, los partidos solo podrán usar ese instrumento de veto en "circunstancias excepcionales" y "como último recurso", después de haber agotado cualquier otro "mecanismo disponible".
(ANSA).
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