Ignacio Arigos saca a pasear a Fito Paez y Litto Nebbia por las calles de su Rosario natal

Con la participacion especial de sus "coterraneos" Fito Paez y Litto Nebbia, el musico rosarino Ignacio Arigos lanzo "Ignasio", un EP con tres composiciones en donde aparece el sello de su ciudad natal, no solo a partir de un reconocible estilo

D-Interés05 de octubre de 2020 Agencia Télam
Con la participación especial de sus "coterráneos" Fito Páez y Litto Nebbia, el músico rosarino Ignacio Arigós lanzó "Ignasio", un EP con tres composiciones en donde aparece el sello de su ciudad natal, no solo a partir de un reconocible estilo compositivo que recoge la herencia de referentes artísticos del pago chico, sino por una lírica que evoca lugares y cierto espíritu nostálgico.
La impronta rosarina se refuerza con la presencia de dos de sus hijos ilustres, como el caso de Fito en "A la luz del sol", una historia de desamor con el Barrio Echesortu y el desaparecido bar La Capilla como escenario; y de Nebbia en "Corazón de luz", una pieza que recrea la nostalgia experimentada por quien debió emigrar para cumplir sus sueños.
"En este trabajo quise recalcar de donde vengo y teniendo a estos dos músicos, los más importantes de la música popular de Rosario, no podía dejar de hablar de la ciudad", dijo el artista a Télam, quien paradójicamente optó por llamar a este disco, el décimo en su carrera, con su nombre alterado por el error de la inclusión de una "S", precisamente la letra que los rosarinos suelen aspirar al hablar.
La canción "Nueva va" completa el trío que conforma "Ignasio", un EP que apareció como alternativa ante el cambio de planes obligado que la pandemia de coronavirus impuso a Arigós.
"Tenía más temas guardados pero vino esta pandemia y no iba a poder presentarlos como a mí me gusta, en un show con gente. No soy muy fan de los shows por streaming. Como público no me llega, así que no puedo hacerlo como artista. Como no me gustaba la idea de publicar un disco largo y no poder presentarlo y tenía estas canciones con Fito y Nebbia, decidí sacarlo así, porque no podía tenerlas guardadas un año en un cajón", explicó.
Aunque radicado en Buenos Aires desde hace alrededor de una década, en donde se instaló para estudiar y desde donde construyó su carrera, Arigós logra hacer confluir en su música la tradición sonora del rock argentino clásico y la mística que atraviesa a la bohemia rosarina.
Orgulloso de esas marcas en su ADN musical, suele sorprender con delicadas versiones de temas inéditos de grandes artistas, como el caso de Fito Páez, de quien grabó la zamba "Viajes", un incunable que quedó fuera del disco debut "Del 63"; o su lectura de "Luna nueva, mundo arjo", pieza de Luis Alberto Spinetta que recién fue editada en "Ya no mires atrás", el álbum póstumo lanzado este año.
La reafirmación que supone su nuevo trabajo a los señalamientos que lo posicionan como heredero de la tradición musical rosarina y su compromiso con la línea artística marcada por figuras como Spinetta, Fito, Nebbia y Charly García, fueron algunos de las temas a los que se refirió Arigós en diálogo con esta agencia.
Télam: ¿Cómo se da la participación de Fito Páez y Litto Nebbia en estos temas que, por otra parte, parecieran reforzar la idea de una especie de EP temático referido a Rosario?
Ignacio Arigós: A Fito le mandé la canción y le encantó, no solo su melodía, sino que aparezca Echesortu o el bar La Capilla. Le gustó que tenga la temática del lugar que nació. Él conoce estas calles y los bares de acá. A Litto también le comenté la idea del tema, le gustó la melodía y aceptó participar. Es un tema que habla sobre los lugares y las costumbres de Rosario, las cosas lindas que tiene, pero en el estribillo dice: "Y caminando por Rosario y viendo la gente que sonríe frente al Paraná, me pregunto todo el tiempo por qué tenemos que irnos de aquí para volar". Es algo que pasa mucho en Rosario y, sobre todo, en el arte.
Télam: ¿En qué aspectos se siente continuador fiel de la Trova Rosarina y en cuáles percibe aggiornamientos?
IA: Precisamente, yo no tengo esa cosa melancólica porque no siento desarraigo. No me fui de Rosario para probar suerte en el arte, sino para estudiar y, aunque vivo en Buenos Aires, vuelvo largas temporadas a Rosario. De hecho, la cuarentena la estoy pasando ahí. También hay un aggiornamiento en la instrumentación porque no es igual a como era antes. Yo uso máquinas y cosas nuevas para componer. En cuanto a lo que mantengo, yo creo que los rosarinos tienen una forma de cantar las canciones muy característica porque es una ciudad con muchos piamonteses y calabreses. Para mí, ahí está la clave porque las melodías tienen que ver con arias de óperas. Cuando escucho un cantante de acá, aunque no lo conozca, sé que es rosarino por la manera de abordar las frases.
T: ¿Siente que con su música ofrece una especie de resistencia de la tradición cancionera ante la irrupción de los ritmos urbanos?
IA: Hay muchos músicos que siguen esta tradición que, como sabemos, no es la música de moda. Hay música muy linda que tiene que ver con la que hicieron maestros como Spinetta, Charly o Fito que no es la que escucha hoy la "pibada" de manera masiva. No es resistencia sino que, en realidad, es lo que me gusta hacer. A veces me planteo si tengo que rapear alguna parte de una canción, pero no lo siento. No tomo lo que hago como algo antiguo porque las temáticas son actuales, pero sí sé que es más difícil llegar a un público masivo con este estilo. Igual, las buenas canciones van a estar siempre y, tarde o temprano, se van a escuchar.
T: ¿Asume como una misión el dar a conocer canciones inéditas de grandes artistas?
IA: Misión es una palabra fuerte pero pongamos que puede ir por ahí en el sentido de que haya una especie de archivo de esos temas sin importar quién los haga. Son temas muy lindos que uno se pregunta por qué no fueron registradas de manera oficial por sus autores. Tienen una riqueza increíble. Está bueno que esas maravillas se conozcan. (Télam)
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