A dos meses de las elecciones, el conurbano entra en calor. Mirá cómo están los intendentes según el último ranking y qué puede pasar en septiembre.
Encuestas31 de julio de 2025
Juan Manuel Villarreal
En medio de un escenario nacional atravesado por la crisis económica y la desafección ciudadana, el conurbano bonaerense se vuelve más que nunca el termómetro político del país. Con el 70% del padrón provincial y casi el 30% del nacional, la zona es clave para entender lo que se juega en las elecciones de septiembre.
Pero si algo dejó claro el reciente ranking de imagen de CEOP LATAM, es que los intendentes del GBA siguen siendo una de las figuras políticas más valoradas, con un nivel de conexión directa con los vecinos que no logran replicar las figuras nacionales.
El relevamiento, correspondiente a julio de 2025, evaluó la imagen positiva de los jefes comunales del conurbano. El estudio incluyó percepción ciudadana sobre cercanía, gestión y capacidad de respuesta frente a las demandas locales.
En un año electoral caliente, esta información cobra especial importancia: son los intendentes quienes arrastran votos o frenan sangrías, y su influencia territorial los posiciona como verdaderos "grandes electores".
Los números del CEOP muestran un podio ajustado pero contundente. Julio Zamora, intendente de Tigre, se ubica en la cima con un 62,4% de imagen positiva. Le sigue de cerca Federico Achával, jefe comunal de Pilar, con 62,1%. En tercer lugar aparece Leonardo Nardini, de Malvinas Argentinas, con 60,6%. El cuarto puesto lo ocupa Jaime Méndez, de San Miguel, con 58,5%. Pero la gran novedad del ranking es el quinto lugar.
Con un 56,8% de imagen positiva, Mariel Fernández, intendenta de Moreno, se convierte en la única mujer dentro del top 5 de los jefes comunales más valorados del conurbano. Su gestión, centrada en temas sensibles como la seguridad, la salud y la obra pública, logró sostener una base sólida de apoyo en un distrito históricamente complejo.
Su presencia en la élite de los intendentes marca una diferencia significativa en un contexto donde la política sigue mostrando altos niveles de masculinización. Fernández no solo rompe la lógica, sino que también se proyecta como una figura con peso propio dentro del tablero político bonaerense.
Lo que muestran los datos de CEOP es una brecha contundente entre la imagen de los intendentes del conurbano y la de los principales dirigentes nacionales. Mientras los primeros gozan de altos niveles de aprobación gracias a su contacto cotidiano con la gente, los segundos sufren un marcado desgaste en su credibilidad.
Esto refuerza una tendencia: el poder real se construye desde lo local. La calle, el barrio, la gestión directa siguen pesando más que los discursos grandilocuentes.
Con la elección bonaerense cada vez más cerca, estos números pueden terminar definiendo candidaturas, alianzas y estrategias. El apoyo territorial que representan los intendentes será clave para inclinar la balanza, sobre todo en distritos donde cada voto cuenta. El CEOP ya tiró la primera ficha. Ahora, el resto del tablero empieza a moverse.
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