Entrevista GLP: “A Cristina la proscribió el Partido Judicial”, destacó María Reigada
La senadora provincial del Frente de Todos advirtió que hace falta “analizar profundamente” el conflicto entre el peronismo y un sector de la Justicia y que hay que buscar una conducción para “dar la batalla contra un enemigo tan poderoso”.
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–Senadora, fue contundente el mensaje que ayer Cristina Fernández dio en Avellaneda: “No me bajo, me bajan. Salgan y jueguen.” ¿Hace la misma lectura?
Desde nuestro lugar, desde la CTA, veníamos planteando justamente que teníamos que entender que a Cristina la habían proscripto; que el conflicto nace de ahí. La proscribió el Partido Judicial. El mismo Partido Judicial que le otorga un mayor beneficio a la ciudad de Buenos Aires en el tema de la coparticipación. Creo que a partir de ahí tenemos que entender. Porque, si no, pareciera que fue Cristina la que un día se despertó y dijo: “Bueno, no, no tengo ganas”. Y creo que explicó muy bien, incluso, cómo fue el proceso del 2019.
Tenemos que analizar profundamente cómo está actuando el Partido Judicial, que es un sector del sistema judicial, persiguiendo a Cristina y tratando de frenar las posibilidades de avance del Frente de Todos en todos los sentidos. Este tema de la Corte en relación al pedido de (Horacio) Rodríguez Larreta también está relacionado con la proscripción de Cristina. Es poner cada vez más palos en la rueda para que no volvamos a tener un triunfo electoral en el 2023. La persecución, el lawfare, está instalado hacia este sector. Vemos que no se prosiguen la investigaciones con la aceleración y con el compromiso que tiene que tener una fiscalía cuando hubo un intento de asesinato de una vicepresidenta. Y después de esto, la acusación y el pedido de encarcelamiento, que también es algo que como pueblo tenemos que analizar, y entender qué es lo que nos está pasando con el Partido Judicial.
–Y ahora ¿quién puede tomar el bastón de mariscal?
El bastón de mariscal lo podemos tomar todos, pero alguien tiene que dirigir la batuta. Si no, no podríamos estar pensando en un movimiento con la organización suficiente para dar la batalla contra un enemigo tan poderoso, que es lo que estamos viendo. Se reúnen allá en Lago Escondido, se esconden en el lago, ese paraíso de la Patagonia, y van decidiendo lo que Magnetto les va delineando como para terminar de derribar y evitar que podamos ganar en 2023.
Hay sectores que ya se vienen juntando y planteando, no qué tal le queda el saco de gobernador o de presidente, sino de qué manera generar mayor poder popular para poder avanzar en garantizarles los derechos a los sectores populares y tratar de lograr la fuerza electoral necesaria, pero poniendo la política en primer lugar. Hay otros que ya se empiezan a probar el saco, a ver qué tal les queda, si tienen posibilidad de competir con otros, y ahí sí, nos estaríamos equivocando. Tenemos que empezar a ver de qué manera juntamos a los sectores sindicales, aquellos mismos que nos convocamos el 17 de Octubre en la Plaza de Mayo, y ver cuáles son las agrupaciones que están entendiendo la gravedad de la situación que están atravesando nuestro país y nuestro pueblo, para tratar de buscarle solución. Si no hacemos eso, tampoco vamos a ganar las elecciones.
Tenemos que entender que es primero buscar la fuerza de la organización, la unidad, que tiene que seguir siendo una de las cuestiones absolutamente necesarias para poder ganar. Y saber que Cristina igual no se va a correr del todo, y va a estar también planteando cuáles son los mejores candidatos. Pero tenemos que hacer el esfuerzo de lo otro: de buscar cuándo tenemos que estar en la calle, qué tipo de actos tenemos que hacer, cómo salimos a recorrer los barrios, cómo hablamos en los lugares de trabajo, cómo forzamos la militancia nuevamente como lo hicimos en el 2019. A tratar de dar el debate necesario, en momentos muy complejos, porque tenemos complejidad en la política pero además venimos de haber atravesado una pandemia que nos dejó una complejidad social inédita y que tenemos que analizar. Tenemos que ver cómo tratamos a la juventud, cómo los adolescentes tienen que desear asumir la responsabilidad de votar, y hoy eso quizás algunos sectores no lo tienen como un derecho que se les está garantizando. Tenemos que trabajar muchísimo en dar un debate muy profundo, y entender lo que fue el ajuste de Macri, y las consecuencias de una pandemia que no se buscó y en todo el mundo está impactando de una manera inédita, que no podemos todavía encontrarle bien la salida a la inflación en el tema alimentario, porque además tenemos una guerra. Tenemos que dar este debate muy fuerte y seguir acompañando a la fuerza sindical, porque tenemos que pelear para que nuestro salario no pierda valor adquisitivo.
–Usted decía que podemos tomar el mando todos pero alguien tiene que dirigir la batuta. ¿Ve algún candidato natural para este puesto? Se habla de “Wado” de Pedro, de una incipiente candidatura...
No, ahí me estás preguntando si me parece que ya tenemos el candidato a presidente. Es distinto. Una cosa es el candidato o candidata a presidente y otra cosa es la conducción de un movimiento como el peronismo. Por eso, creo que no tenemos que confundir cuáles son los roles. Necesitamos una conducción del movimiento. Y esa construcción no se hace de un día para el otro. Cristina va a seguir siendo nuestra conductora durante mucho tiempo. Después veremos cómo definimos las candidaturas.
Por supuesto, en la provincia de Buenos Aires ya hay un candidato natural, que es Axel Kicillof, que está planteando que está dispuesto a lograr la reelección, y desde la CTA hemos formulado que para nosotros es el mejor candidato en la provincia de Buenos Aires. Tendremos que ir definiendo las otras candidaturas.
Y además, me parece que si hoy decimos “es Fulanito o Fulanita”, el lawfare va a recaer sobre esa persona. Entonces, tendremos que ver cómo vamos conformando un espacio, una mesa política que vaya definiendo algunas cuestiones previas a tener el candidato. Pero sí, ir delineando una conducción clara. Y en eso va a estar Cristina. Tiene que estar Cristina. No puede correrse Cristina, porque todos miramos hacia ella. Y esto ya lo dijo ella: no se va a correr del lugar que necesita el pueblo.
Distinto es buscar hoy cuál es el candidato posible. Hay varios candidatos. Tenemos que ver cuál de todos o de todas es la mejor fórmula que podamos lograr. Pero hoy no es el momento. Creo que lo más importante es ver cómo vamos generando una fuerza social, una fuerza política, una fuerza en la calle que nos estimule para poder lograr, después, arribar a esa fórmula.
–Senadora, fue contundente el mensaje que ayer Cristina Fernández dio en Avellaneda: “No me bajo, me bajan. Salgan y jueguen.” ¿Hace la misma lectura?
Desde nuestro lugar, desde la CTA, veníamos planteando justamente que teníamos que entender que a Cristina la habían proscripto; que el conflicto nace de ahí. La proscribió el Partido Judicial. El mismo Partido Judicial que le otorga un mayor beneficio a la ciudad de Buenos Aires en el tema de la coparticipación. Creo que a partir de ahí tenemos que entender. Porque, si no, pareciera que fue Cristina la que un día se despertó y dijo: “Bueno, no, no tengo ganas”. Y creo que explicó muy bien, incluso, cómo fue el proceso del 2019.
Tenemos que analizar profundamente cómo está actuando el Partido Judicial, que es un sector del sistema judicial, persiguiendo a Cristina y tratando de frenar las posibilidades de avance del Frente de Todos en todos los sentidos. Este tema de la Corte en relación al pedido de (Horacio) Rodríguez Larreta también está relacionado con la proscripción de Cristina. Es poner cada vez más palos en la rueda para que no volvamos a tener un triunfo electoral en el 2023. La persecución, el lawfare, está instalado hacia este sector. Vemos que no se prosiguen la investigaciones con la aceleración y con el compromiso que tiene que tener una fiscalía cuando hubo un intento de asesinato de una vicepresidenta. Y después de esto, la acusación y el pedido de encarcelamiento, que también es algo que como pueblo tenemos que analizar, y entender qué es lo que nos está pasando con el Partido Judicial.
–Y ahora ¿quién puede tomar el bastón de mariscal?
El bastón de mariscal lo podemos tomar todos, pero alguien tiene que dirigir la batuta. Si no, no podríamos estar pensando en un movimiento con la organización suficiente para dar la batalla contra un enemigo tan poderoso, que es lo que estamos viendo. Se reúnen allá en Lago Escondido, se esconden en el lago, ese paraíso de la Patagonia, y van decidiendo lo que Magnetto les va delineando como para terminar de derribar y evitar que podamos ganar en 2023.
Hay sectores que ya se vienen juntando y planteando, no qué tal le queda el saco de gobernador o de presidente, sino de qué manera generar mayor poder popular para poder avanzar en garantizarles los derechos a los sectores populares y tratar de lograr la fuerza electoral necesaria, pero poniendo la política en primer lugar. Hay otros que ya se empiezan a probar el saco, a ver qué tal les queda, si tienen posibilidad de competir con otros, y ahí sí, nos estaríamos equivocando. Tenemos que empezar a ver de qué manera juntamos a los sectores sindicales, aquellos mismos que nos convocamos el 17 de Octubre en la Plaza de Mayo, y ver cuáles son las agrupaciones que están entendiendo la gravedad de la situación que están atravesando nuestro país y nuestro pueblo, para tratar de buscarle solución. Si no hacemos eso, tampoco vamos a ganar las elecciones.
Tenemos que entender que es primero buscar la fuerza de la organización, la unidad, que tiene que seguir siendo una de las cuestiones absolutamente necesarias para poder ganar. Y saber que Cristina igual no se va a correr del todo, y va a estar también planteando cuáles son los mejores candidatos. Pero tenemos que hacer el esfuerzo de lo otro: de buscar cuándo tenemos que estar en la calle, qué tipo de actos tenemos que hacer, cómo salimos a recorrer los barrios, cómo hablamos en los lugares de trabajo, cómo forzamos la militancia nuevamente como lo hicimos en el 2019. A tratar de dar el debate necesario, en momentos muy complejos, porque tenemos complejidad en la política pero además venimos de haber atravesado una pandemia que nos dejó una complejidad social inédita y que tenemos que analizar. Tenemos que ver cómo tratamos a la juventud, cómo los adolescentes tienen que desear asumir la responsabilidad de votar, y hoy eso quizás algunos sectores no lo tienen como un derecho que se les está garantizando. Tenemos que trabajar muchísimo en dar un debate muy profundo, y entender lo que fue el ajuste de Macri, y las consecuencias de una pandemia que no se buscó y en todo el mundo está impactando de una manera inédita, que no podemos todavía encontrarle bien la salida a la inflación en el tema alimentario, porque además tenemos una guerra. Tenemos que dar este debate muy fuerte y seguir acompañando a la fuerza sindical, porque tenemos que pelear para que nuestro salario no pierda valor adquisitivo.
–Usted decía que podemos tomar el mando todos pero alguien tiene que dirigir la batuta. ¿Ve algún candidato natural para este puesto? Se habla de “Wado” de Pedro, de una incipiente candidatura...
No, ahí me estás preguntando si me parece que ya tenemos el candidato a presidente. Es distinto. Una cosa es el candidato o candidata a presidente y otra cosa es la conducción de un movimiento como el peronismo. Por eso, creo que no tenemos que confundir cuáles son los roles. Necesitamos una conducción del movimiento. Y esa construcción no se hace de un día para el otro. Cristina va a seguir siendo nuestra conductora durante mucho tiempo. Después veremos cómo definimos las candidaturas.
Por supuesto, en la provincia de Buenos Aires ya hay un candidato natural, que es Axel Kicillof, que está planteando que está dispuesto a lograr la reelección, y desde la CTA hemos formulado que para nosotros es el mejor candidato en la provincia de Buenos Aires. Tendremos que ir definiendo las otras candidaturas.
Y además, me parece que si hoy decimos “es Fulanito o Fulanita”, el lawfare va a recaer sobre esa persona. Entonces, tendremos que ver cómo vamos conformando un espacio, una mesa política que vaya definiendo algunas cuestiones previas a tener el candidato. Pero sí, ir delineando una conducción clara. Y en eso va a estar Cristina. Tiene que estar Cristina. No puede correrse Cristina, porque todos miramos hacia ella. Y esto ya lo dijo ella: no se va a correr del lugar que necesita el pueblo.
Distinto es buscar hoy cuál es el candidato posible. Hay varios candidatos. Tenemos que ver cuál de todos o de todas es la mejor fórmula que podamos lograr. Pero hoy no es el momento. Creo que lo más importante es ver cómo vamos generando una fuerza social, una fuerza política, una fuerza en la calle que nos estimule para poder lograr, después, arribar a esa fórmula.
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