El excandidato a la Presidencia de Venezuela y líder del partido Primero Justicia, Henrique Capriles, defendió hoy la posibilidad de negociar con el mandatario Nicolás Maduro como una forma de lograr “pequeñas victorias que suman” y señaló que buscar “una negociación” con el Gobierno de su país fue “imposible” mientras Donald Trump estuvo al frente de los Estados Unidos.
“Hablar de una negociación era imposible con la administración Trump”, advirtió Capriles, que evaluó que ahora que el demócrata Joe Biden ocupa la Casa Blanca puede buscarse “un compromiso para rescatar a Venezuela de su situación”.
“Estoy de acuerdo con un proceso integral que permita resultados incrementales, pequeñas victorias que se suman. Tenemos que desmontar el conflicto existencial en el que el que gana se lleva todo y el que pierde no se queda en ninguna parte. Necesitamos encontrar puntos de vista en los que estemos de acuerdo porque la situación del país habla por sí sola", remarcó el exgobernador del estado de Miranda.
Para Capriles, de 48 años, “nunca ha habido tanta gente pobre en Venezuela y los servicios públicos nunca fueron tan malos”.
Hace solo dos semanas, el presidente Maduro anunció la llegada a Venezuela de una delegación de Noruega que busca facilitar un diálogo entre representantes de su Gobierno y la oposición con el objetivo de solucionar la grave crisis política y humanitaria que vive el país.
Entonces, Maduro sostuvo que el diálogo “debe plantear con crudeza” todos los temas de interés y aseguró que su Gobierno ya informó cuatro temas que considera prioritarios para las conversaciones.
Capriles evaluó hoy en la entrevista que "en el corto plazo, Maduro tiene incentivos para dar lo suficiente para que participe (de las elecciones) parte de la oposición, especialmente si él cree que podría traer un alivio de las sanciones de Estados Unidos".
"Dudo mucho que eso incluya la elección presidencial y la total transparencia para los observadores internacionales, pero él podría, por ejemplo, devolver las pancartas y el liderazgo del partido a la oposición o rehabilitar a las figuras de la oposición que actualmente tienen prohibido participar", especuló Capriles, en declaraciones a la agencia Bloomberg.
Candidato a la Presidencia en 2012 y 2013, alertó que “la situación socioeconómica de Venezuela es como un hilo muy fino que se puede romper” e insistió con la chance de un cambio en el cuadro político “porque todos podemos estar alineados en la misma posición”.
Del otro lado, Juan Guaidó, el otro opositor que se disputa el liderazgo de ese campo político venezolano, consideró que “la dictadura nunca aceptará voluntariamente un acuerdo político que lleve a su salida porque su objetivo es mantenerse en el poder a toda costa", por lo que defendió la idea de “forzar una negociación que genere condiciones competitivas reales para las elecciones y convertir eso en una ventana para resolver este terrible conflicto”.
Guaidó defendió la decisión de Biden de no levantar las sanciones, como pidió el Gobierno de Maduro tras el cambio de color político en Estados Unidos.
"Las sanciones no se pueden levantar hasta que podamos verificar la posibilidad de una solución, porque de lo contrario caemos en la trampa de Maduro: aliviar la presión, relajar la presión internacional y, lo que es peor, que el mundo se acostumbre a una dictadura", dijo Guaidó, presidente encargado designado por una Asamblea Nacional declarada en desacato.
Guaidó lanzó la propuesta de un diálogo con el Ejecutivo para favorecer comicios transparentes a cambio de favorecer el levantamiento de algunas de las sanciones que la UE y Estados Unidos dispusieron sobre Venezuela.
Ahora anunció una gira internacional en busca de avanzar en ese esquema, con un paso por Washington y otro por Bruselas.
Guaidó dijo que irá al frente de una delegación, sin más precisiones, y que la gira será con "financiamiento propio" y "lo más rápida posible", según reportó la agencia AFP.
La visita a Washington está prevista entre el lunes y el viernes de la próxima semana, para sostener reuniones con funcionarios del gobierno estadounidense, así como miembros del Congreso y del Senado, según su equipo de prensa. (Télam)