La Iglesia intento sin exito conseguir datos sobre secuestrados de la guerrilla EPP en Paraguay

Representantes de la Iglesia de Paraguay revelaron hoy que después de una recorrida por la zona de actuación el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) y de conversaciones con alguno de sus dirigentes no lograron obtener información sobre los secuestrados que mantiene la guerrilla, que, dijeron, tiene diferencias internas en torno a la presencia de menores en los campamentos.
“Debemos informar que carecemos de informaciones que indiquen el paradero de nuestros hermanos Edelio Morínigo, Félix Urbieta y Óscar Denis. Pese a la intensa búsqueda y al sinnúmero de datos, no se han recibido informaciones certeras”, explicó el obispo de Concepción, monseñor Miguel Ángel Cabello.
Cabello relató que “durante estos cuatro meses” algunos sacerdotes, laicos y agentes de la Pastoral Social recorrieron los departamentos de Concepción, Amambay y San Pedro “visitando los lugares más recónditos, y a personas y familias que han ofrecido cooperación con el fin de obtener información”.
El miembro del clero reseñó además que la búsqueda incluyó a familiares de integrantes del EPP, “aunque otros se han negado al diálogo”, pero que no se lograron datos firmes sobre los secuestrados.
“Reiteramos a las personas que tienen cautivas por la fuerza a estos prójimos que de inmediato los devuelvan al seno de sus hogares, les proporcionen asistencia médica, indiquen su paradero o el lugar en donde posan sus restos para darles cristiano descanso”, exhortó Cabello.
La Iglesia intentó una suerte de mediación con la guerrilla a pedido de la familia del ex vicepresidente Denis, en poder de la organización desde hace unos siete meses.
Por su parte, el cura Pablo Cáceres, uno de los que encabezó la intermediación, explicó que se reunió en prisión con dos líderes de la guerrilla, Carmen Villalba y Alcides Oviedo, quienes se negaron a dar información sobre los secuestrados.
"Hablé con Alcides Oviedo y Carmen Villalba. Con ella tuvimos algunas diferencias ideológicas porque acusa a la Iglesia de sostener el sistema que ellos desean combatir. No hemos hablado con la gente que está en la clandestinidad, pero sí con personas que forman parte de la logística. Recorrimos varias zonas inhóspitas durante ocho días", dijo, según el sitio del diario Última Hora.
El sacerdote denunció la “situación desesperante por la que atraviesan muchas familias” y hasta consideró que la Iglesia debe hacer “trabajos permanentes en la zona”.
El sacerdote reveló además que “actualmente hay dos grupos dentro del EPP” y que una de las razones de la división es la permanencia de menores en los campamentos de la organización, cuestión sobre la que discuten sus dirigentes.
Cáceres reivindicó la idea de que la Iglesia y la Cruz Roja intermedien ante la violencia en el norte del país, pero dejó en claro que respeta la postura del Gobierno que “tendrá sus motivos” para negarse.
“La Iglesia no se puede meter en cosas del Estado, pero si la Cruz Roja nos puede apoyar, no veo inconvenientes. Haríamos cualquier cosa dentro de lo que se permite”, explicó.
Mientras el exvicepresidente Denis está en cautiverio hace siete meses, el suboficial de la Policía Nacional Edelio Morínigo fue secuestrado el 5 de julio del 2014 y el ganadero Félix Urbieta está desaparecido desde el 12 de octubre de 2016. (Télam)