ENTREVISTA GLP: Para el diputado Torello, “la inflación no explota porque hay cuarentena”

En diálogo con Grupo La Provincia, el diputado nacional de Juntos por el Cambio, Pablo Torello, se refrió a las declaraciones del ministro de Economía, Martín Guzmán, en el Coloquio IDEA y opinó sobre las políticas del gobierno nacional para el sector agropecuario. “Castigar de esta manera a un sector estratégico es pegarse un tiro en el pie”, sostuvo.

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¿Qué opina de los dichos del ministro de Economía, Martín Guzmán, en el Coloquio IDEA respecto a que los dólares paralelos no afectan a la inflación y anunciando que va a haber menos restricciones para operar con el dólar liqui?

Me parece un contrasentido, porque si estamos hablando de que ya reconoce que hay dólares paralelos, que al oficial no se puede acceder, porque está diciendo que va a haber más facilidad para acceder a los paralelos, no sé a qué le llama paralelos él, pero quiero suponer que es el dólar MEP, el contado con liquidación, y eventualmente el dólar blue.

Toda persona que se tenga que ir a buscar a ese mercado estará yendo a buscar un dólar de 170, 176 pesos en su momento, cuando el dólar oficial está en 77, 78, 80 pesos. Por lo tanto, con la prohibición de cancelar deudas que les pusieron a las empresas, no entiendo cómo van hacer para que no se traslade la inflación.

Más que discutirle el tema, me alarma sobremanera que el ministro de Economía diga eso.





En el mismo Coloquio, el presidente Alberto Fernández negó rotundamente que vaya a existir una devaluación en Argentina, sin embargo, hay varios análisis sobre que esto podría suceder...

Yo soy productor agropecuario, manejo una empresa y, obviamente, hablo con un montón de economistas. En estos momentos de turbulencia de la Argentina, que hemos pasado un montón, el presidente lo que puede decir es que no va a haber una devaluación brusca, porque una devaluación hay todos los días.

A diario se devalúa poquito a poquito el peso: 0.11, 0.07, 0.20, 0.10, pero hay devaluación todos los días. Con la brutal emisión que se ha hecho de 1.7 billones de pesos la inflación no explota simplemente porque hay cuarentena, porque está todo el mundo guardado, porque no se puede acceder a un montón de lugares, no hay consumo, no hay actividad económica prácticamente.

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Lo veo muy difícil, y el mercado le está avisando. Hay un viejo dicho: “Uno con la economía puede hacer lo que quiera, puede atrasar el dólar, puede decir que hay empleo, lo que no puede hacer es evitar las consecuencias”, y las consecuencias de esa brutal emisión se van a pagar en algún momento, porque no sólo responden a la mayor emisión diciendo que no van a reducir el gasto, por lo tanto la economía les va a pasar la factura en un momento u otro. Mientras más tarde tome la decisión de hacer lo que hay que hacer en Argentina, más costoso va a ser.

Pero no quieren pagar el costo, porque el costo va a ser político. Desde mi punto de vista van a tratar de estirarlo todo lo que puedan, hasta que un día el mercado diga “se acabó” y pase lo que pase.

Por eso se han quedado sin reservas, por eso no hay inversiones, los proyectos de ley que se mandan al Congreso nacional son antiempresa, recortan beneficios a las empresas. Es muy complicado poder leer lo que piensan, y tratar de entender desde la actividad privada lo que están haciendo con la economía.

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¿Qué evaluación hace de las políticas que está teniendo el gobierno de Alberto Fernández el en sector agropecuario?

Cuando asumió el gobierno, los derechos de exportación, que es una de las políticas más importantes tributarias, impositivas, o de incentivos a la producción, subieron en soja del 24 al 30 por ciento, y con el proyecto de ley que se votó en diciembre, al 33 por ciento. Al resto de los cultivos los dejaron al 12 por ciento, con la posibilidad de llevarlas al 15, por suerte esas no las tocaron y por eso tenemos hoy un área de siembra de 6 millones y medio de hectáreas de trigo, y casi lo mismo o más de maíz, si se toma todo lo que va a forraje.

Las políticas son muy malas, porque esos derechos de exportación, sumados a un tipo de cambio absolutamente atrasado, terminan pagándole un productor agropecuario un dólar de 53 pesos, contra 170 que es el dólar llamado contado con liqui.

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Entonces hacen una transferencia hoy en día entre la brecha cambiaria y los derechos de exportación en el caso de la soja del 65 por ciento, y ya se le traslada directamente al Estado y le queda el 35 por ciento al productor agropecuario para pagar los gastos, los impuestos, vivir y su renta.

Creo que eso, siendo un sector estratégico, que es el que genera los dólares que entran a la Argentina -casi el 70 por ciento de los dólares que ingresan por exportaciones argentinas, provienen de la agroindustria-, castigarlos de esa manera es pegarse un tiro en el pie, porque es evitar que puedan llegar a entrar más dólares en Argentina por falta de inversión, etc.