El ''vidalismo'' avanza con agenda y decisiones propias

María Eugenia Vidal

María Eugenia Vidal se jacta a menudo de las libertades que le da el presidente Mauricio Macri para tomar sus decisiones. El salto que dio desde que asumió la gobernación, la posicionaron como una de las políticas con mejor imagen junto a sus pares.

Mientras el macrismo es asestado en la Cámara de Emilio Monzó con un duro golpe en el impuesto a las Ganancias, Vidal avanza con su propia agenda de prioridades. En un mismo día reinauguró un hospital penal cerrado desde hace tres años y anunció la incorporación de un peronista a sus propio gabinete. Su decisión también va en contra de la opinión del asesor de Macri, Jaime Durán Barba, quien recomienda no mezclarse con peronistas, y menos con kirchneristas.

Mientras el gobierno nacional se desmarca de la oposición, María Eugenia Vidal negocia e incorpora, en un gesto que deja atónitos a propios y extraños. Tal es el caso de los socios radicales, quienes ven con recelo la llegada de peronistas a las filas de Cambiemos, como ocurrió con Joaquín De la Torre, intendente de San Miguel que se sumó a Producción y Francisco Echarren de Castelli, reciente incorporación a Vivienda y Hábitat.

Durante el primer año de gestión, Vidal estableció acuerdos de gobernabilidad que le permitieron sacar leyes claves y tener una Legislatura que no opera como oposición, sino todo lo contrario.

En la misma semana, la gobernadora cerró paritarias con estatales, pese a que ATE y Cicop se opusieron, mostró la muñeca para anticiparse a los problemas y marcar la cancha para 2017. Así el ''vidalismo'' que adquiere cada vez mayor autonomía, con su brazo negociador, Federico Salvai, espera poder cerrar el año con presupuesto, nuevos ministros y con menos turbulencias que en la nación.