Tensión al límite: Israel lanza ataques aéreos contra Hezbolá

El conflicto en la frontera entre Israel y Líbano ha alcanzado nuevos niveles de tensión. En las últimas horas, el ejército israelí confirmó haber atacado más de 100 lanzadores de misiles de la milicia chií Hezbolá en una ofensiva que incluyó bombardeos aéreos en el sur de Líbano.

La escalada bélica se produce luego de las explosiones de dispositivos de comunicación —buscas y walkie-talkies— que causaron la muerte de al menos 37 personas. Aunque Israel no ha asumido la responsabilidad de estos eventos, el grupo Hezbolá ha prometido represalias.

Los bombardeos más intensos en un año

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) anunciaron que sus ataques aéreos, que duraron más de dos horas, fueron dirigidos contra lanzacohetes preparados para atacar territorio israelí. Estos lanzadores, según las FDI, estaban en posición de disparo y representaban una amenaza inmediata. Además, los bombardeos impactaron varios "sitios terroristas" y un depósito de armas perteneciente a la milicia libanesa.

La operación israelí fue una de las más intensas registradas en casi un año de hostilidades en la frontera. La agencia estatal de noticias de Líbano confirmó que se produjeron al menos 52 ataques aéreos en el sur del país. Sin embargo, las autoridades no han informado aún de posibles víctimas entre los militantes o civiles.

Hezbolá promete venganza ante los ataques israelíes

En un discurso televisado, el líder de Hezbolá, Hasan Nasralá, respondió duramente a los ataques israelíes, asegurando que Israel había cruzado "todas las líneas rojas". Nasralá afirmó que las explosiones de los dispositivos de comunicación eran una "declaración de guerra" y prometió que Hezbolá tomaría represalias con un "justo castigo". "El enemigo no tiene moral ni humanidad, esto es una masacre", sentenció Nasralá mientras retaba a Israel a invadir Líbano si se atrevían.

La amenaza de Nasralá ha sido vista como un intento de mantener la cohesión interna en Hezbolá y de reforzar el apoyo a su causa dentro de Líbano, mientras la población sufre los estragos de las hostilidades.

¿Será posible contener la escalada?

Ante esta preocupante situación, la misión de la ONU en el sur de Líbano, UNIFIL, expresó su preocupación por el incremento de la violencia. En un comunicado, pidieron "reducir inmediatamente la escalada" y evitar más ataques que afecten a la población civil en ambos lados de la frontera.

A pesar de los llamamientos internacionales, la violencia parece estar lejos de disminuir. Hezbolá lanzó misiles antitanque y drones hacia instalaciones militares en el norte de Israel en respuesta a los bombardeos.

En respuesta, Israel ha reforzado las zonas cercanas a la frontera con Líbano y ha advertido a la población civil que permanezca cerca de los refugios antibombas, ya que la situación sigue siendo extremadamente volátil.

Consecuencias humanitarias en la región

Desde que el conflicto se intensificó en octubre de 2023, cientos de personas han muerto, la mayoría de ellas combatientes de Hezbolá, y decenas de miles han sido desplazadas tanto en Israel como en Líbano. La frontera, que ha sido escenario de enfrentamientos desde hace años, ahora se encuentra al borde de una crisis humanitaria, con poblaciones que viven bajo la amenaza constante de ataques.

Hezbolá, que ha dicho estar actuando en apoyo de Hamás —otro grupo armado respaldado por Irán—, mantiene una postura beligerante que preocupa a la comunidad internacional. Sin embargo, hasta el momento, ninguna de las partes ha mostrado indicios claros de querer reducir la tensión.