La policía de Nicaragua acusó a la dueña de la franquicia de Miss Universo en el país, su esposo e hijo, de "traición a la patria", "conspiración" y otros delitos, dos semanas después que la nicaragüense Sheynnis Palacios ganara el certamen y desatara masivos festejos en las calles.
Según un comunicado divulgado anoche por la Policía, "en el año 2018, los señores Karen Celebertti, (su esposo) Martín Argüello Leiva y (su hijo) Bernardo Martín Argüello Celebertti, dueños de la franquicia Miss Nicaragua (...), participaron activamente en redes y calles, en las acciones terroristas del intento fallido de Golpe de Estado, orquestado por agencias internacionales y misiones extranjeras".
La nota sostiene que ellos se disponían "a utilizar sus franquicias, plataformas y espacios (...) para convertir los certámenes en trampas y emboscadas políticas, financiadas por agentes extranjeros".
"Según los personajes citados, este mes de diciembre se tomarían nuevamente las calles en un reprís (repetición) de lo peor de la historia de la ruindad, que conjura y confabula castillos de naipes arrastrados por aires de maldad", indicó la Policía.
"Todo lo anterior consta en las memorias telefónicas y tecnológicas encontradas en poder de los mencionados personajes", agregó la fuerza en un comunicado que fue recogido por la agencia de noticias AFP.
Los medios nicaragüenses afirmaron que Argüello estaba detenido e incomunicado, al igual que su hijo, lo que no ha sido confirmado por el gobierno.
"Las personas detenidas y prófugas deben cumplir sentencia, según lo especifiquen las leyes nicaragüenses", dijo la policía sin dar detalles.
La organización Miss Universo pidió el sábado pasado al Gobierno de Nicaragua que "garantice" la seguridad de los afiliados al concurso local del certamen, a cuya directora se le prohibió regresar al país luego de que Sheynnis Palacios, de 23 años, ganó la corona el 18 de noviembre en San Salvador.
Celebertti, finalista de Miss Nicaragua en 1991 y representante en el país de la franquicia Miss Universo desde 2001, fue retenida el jueves de la semana pasada en el aeropuerto internacional Augusto C. Sandino de Managua, cuando regresaba al país junto a su hija procedente de México, país al que fue devuelta.
Tras la final del certamen, Celebertti había acompañado a Palacios en una gira promocional que incluyó Miami y México. Desde allí, la flamante Miss Universo se fue a Nueva York, mientras que Celebertti regresaba a Nicaragua.
El triunfo de Palacios motivó celebraciones masivas de los nicaragüenses en las calles, lo que no se veía desde que quedaron prohibidas las manifestaciones en 2018.
Las protestas antigubernamentales de ese año, tras choques de opositores y oficialistas, dejaron más de 300 muertos, según la ONU.
Tanto el gobierno como la oposición en el exilio elogiaron el triunfo de Palacios.
Pero la vicepresidenta Rosario Murillo, esposa del presidente Daniel Ortega, acusó unos días después a la oposición de "aprovechamiento grosero" y de "tosca y malvada comunicación terrorista, que pretende convertir un lindo y merecido momento de orgullo y celebración, en golpismo destructivo". (Télam)