La idea de Astrogauchos es reimaginar la decada del 60, dice su director

Con nada mas que 27 años, Matias Szulanski estrena esta semana "Astrogauchos", su quinto largometraje, una comedia con humor algo absurdo, mucho colorido y una estetica pop de la decada del 60, claramente inspirada en las capitales europeas de

D-Interés19 de junio de 2019 Agencia Télam
Con nada más que 27 años, Matías Szulanski estrena esta semana "Astrogauchos", su quinto largometraje, una comedia con humor algo absurdo, mucho colorido y una estética pop de la década del 60, claramente inspirada en las capitales europeas de entonces y con un argumento disparatado.
La historia tiene como eje a un joven científico argentino que intenta materializar un sueño que llevó a proyecto avanzado, una nave que enviada desde suelo nacional pueda llegar a la luna antes de que lo hagan los soviéticos o estadounidenses, convirtiendo al país en una potencia.
Lo que no imagina este personaje encarnado por Ezequiel Tronconi ("La Tigra Chaco"), es que se meterá en un laberinto kafkiano de intereses que incluye a una galería de estereoptipos que convertirán su aventura en una pesadilla teñida de absurdo muy difícil, sino imposible, de resolver.
Para resolver su rompecabezas, el autor de "Reemplazo incompleto", "Pendeja, payasa y gorda", "Recetas para microondas" y "En peligro", contó también con Laura Laprida ("Campanas en la noche", "Millenials") y Alberto Suárez ("Historias extraordinarias", "El estudiante", "La flor").
Télam: ¿Porqué la década del 60?
Matías Szulanski: La historia tiene que transcurrir en los 60s porque el viaje a la luna fue en 1969 y la acción es previa, al promediar la década. Cuando en el cine argentino se refleja esa época, siempre se manejan bigotes, sombreros y camisas muy planchadas, todo muy acartonado. Nosotros queríamos que salga bien ligero y colorido, porque la idea de "Astrogauchos" es reimaginar la década del 60. Quería hacerlo más orientado a la Europa, a Londres o París de entonces. Yo no nací en los sesentas sino en los 90. Todo es imaginario, y no quería que tuviese parecido a como refleja habitualmente.
T: Peinados, maquillaje y ropa femenina de Londres, con humor absurdo...
MS: Si, este humor es absurdo, y el que más me gusta. Creo que para este tipo de historias había dos maneras: la solemne y seria, o la del humor. La solemne iba a ser un bodrio. Creo que la mejor manera de retratar cosas que son graves, incluso trágicas, es la del humor, porque puede que sea más amena o chocarle. porque lo que ves no es gracioso, pero nunca dejarte indiferente.
T: No se trata de un humor tan accesible pero si cada vez más frecuente...
MS: No es un humor muy popular pero es el que más me gusta, el que está subyacente, que no busca la risa ni el chiste. Para mi es la única manera acercarse al efecto que quiero porque después tenés guiones que se acercan a cosas así desde lo dramático, lo épico o solemne y todo termina siendo un subrayado. No quería eso sino, antes que nada, una comedia.
T: Hay mucho trabajo en el vestuario...
MS: Trabajamos mucho el look de la película, en particular con Shelia Szulanski en el vestuario y Diego Roselli en los peinados, de una manera que resulte pop, creativo y bien colorido. Apostamos por la reimaginación de los 60 a la Argentina para lograr una postal melancólica de que todo pasado fue mejor. Si uno pone en escena un pasado desagradable pone una barrera con el espectador y no quería eso, sino algo revisionista bien colorido y alegre para reimaginar no sólo la época sino toda la sociedad, si bien es en Argentina de los 60, pero atravesada por la concepción que la Argentina tenía de Europa, que era como la cuna todo lo copado. En Argentina siempre se está varios pasos atrás y necesitaba romper con eso a través del vestuario.
T: Por ese tipo de recursos no se trata de público masivo...
MS: Soy consciente que no es un humor masivo. El que mucho abarca poco aprieta y si uno tiene que hacer algo que le guste a todos tiene que ser como el helado de vainilla, que todos lo comen si solo hay eso pero es raro que alguien se coma un kilo entero; les gusta a todos pero a nadie en particular. Usándolo se puede lograr algo lindo, y no es excluyente.
T: Varias películas en poco tiempo...
MS: Mi idea es hacer una peli cada año y medio. Ahora vamos a hacer una nueva, que se llama "El gran combo", más en la línea de "Pendeja, payasa y gorda". La idea de hacer mucho es que en este proceso uno crece, pero además siento la responsabilidad ética de generar trabajo calificado para mis colegas, y quiero seguir haciéndolo, a pesar de las adversidades que pudieran darse. (Télam)
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