Esteban Bigliardi: El tema fisico fue clave: en un año tuve que bajar diez kilos

El actor Esteban Bigliardi se ha convertido desde 2007 en sinonimo de cine independiente argentino, y esta vez lo confirma interpretando a uno de los personajes centrales de "Muere monstruo, muere", el relato fantastico de Alejandro Fadel, que tras

D-Interés06 de mayo de 2019 Agencia Télam
El actor Esteban Bigliardi se ha convertido desde 2007 en sinónimo de cine independiente argentino, y esta vez lo confirma interpretando a uno de los personajes centrales de "Muere monstruo, muere", el relato fantástico de Alejandro Fadel, que tras su paso por Cannes y Mar del Plata llega el jueves a los cines.
Bigliardi es conocido por sus trabajos con cineastas como Alejo Moguillansky, Santiago Mitre, Rafael Filippelli, Rodrigo Moreno, Martín Rejtman, Lisandro Alonso, y ahora Fadel, recordado por sus anteriores "El amor primera parte" y "Los salvajes".
En la historia, escrita por el mismo Fadel, ambientada en un pueblo perdido cercano a la cordillera, se cometen crímenes sangrientos qué son atribuidos a David, personaje que compone Bigliardi, quién intenta explicar que en verdad son perpetrados por un ser monstruoso y poderoso, de origen desconocido.
-Télam: ¿Cómo nació este personaje clave?
-Esteban Bigliardi: El personaje de David fue un trabajo en conjunto con Alejandro (Fadel). Él me había visto en una obra con Romina Paula haciendo de un hombre de campo que arrancaba bastante rústico y que contaba el relato de la muerte de una yegua qué quería mucho. Estaba casi andrajoso, con ropa muy sucia, alguien que se dedicaba a tareas del campo, como disfrazado con lo que había encontrado, muy pobre, y un poco corrido de la razón. A lo largo de la obra se iba como afinando. Ale vio que potencialmente le podría servir para su película y nos empezamos a reunir.
-T: ¿Cómo es ese David?
-EB: El personaje y su papel en la película iba a ser el de un sujeto con alucinaciones que son y no son, porque no sabemos si lo que ocurre en la película está en la mente de David, si él está lidiando con ese personaje monstruoso en su cabeza, o es algo real. Por ahí lo más difícil para hacerlo fueron los textos que me tocaron interpretar, inspirados en entrevistas a psicóticos que hablaban bastante crípticamente sobre los laberintos de sus mentes.
-T: ¿Cuáles fueron los referentes?
-EB: Entrevistas entre pacientes psiquiátricos y médicos. Fue respetar esos textos y tratar de que no se tornen solemnes. En la película fue clave el vestuario y el tema físico. En un año bajé unos diez kilos. Se me veía muy flaco, con costillas marcadas, me dejé crecer la barba desprolija y el pelo. Hubo algo desde lo físico y los textos que me fue trayendo Alejandro. Hice visitas al Hospital Borda para ver a los internos, y empaparme de este mundo.
-T: Hay algo también en el paisaje...
-EB: Lo que termino completando el personaje fue el lugar de rodaje, Mendoza en junio, en condiciones extremas de frío, de noche. Todo lo que uno ve en la película tiene que ver con el frío, la escuridad y el barro. No es algo de puesta en escena sino es lo que había ahí, por lo cual también fue muy duro para todo el equipo, extenuante y en condiciones extremas. Nunca pase tanto frío en mi vida, ni me agoté como esta vez.
-T: Se nota cuando ves la película...
-EB: Había algo de eso que a los personajes se les permeaba en la interpretación, las miradas, los ojos llorosos, moqueando todo el tiempo porque el frío era insoportable. La construcción de este personaje en la película fue un conjunto de cosas. Tuvimos también por suerte mucho tiempo, Primero fue disfrazarnos de... y después ir a filmar en estas condiciones que fueron ayudando a lo que estábamos buscando.
-T: ¿Qué fue lo más oscuro?
-EB: Lo oscuro de este personaje es el mundo inaccesible de su psiquis. Es inaccesible para el afuera. En la entrevista que tiene con su terapeuta trata de encontrar ese vínculo, ese puente que haga que todas esas alucinaciones y laberintos, monstruos y fantasmas, tengan conexión con el afuera. El, a través del lenguaje, trata de articularlo pero se vuelve ilegible, un parloteo idiota.
-T: ¿Un universo propio?
-EB: El mundo oscuro es el de los rincones inaccesibles de su psiquis, que se corporiza en el afuera como un monstruo, en una situación sobrenatural qué parecería tener más que ver con la mente de David que con la realidad. A medida que va avanzando la película nos vamos dando cuenta que no es una alucinación ni parte de su paranoia sino algo que realmente existe. (Télam)
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