Ana Maria Shua: No soy pacifista a ultranza, reconozco que hay guerras inevitables

Con el efecto contundente que puede habilitar la ficcion, la escritora Ana Maria Shua aborda en "La Guerra" los enfrentamientos belicos desde el genero del microrrelato, y desde alli expande mas de 130 cuentos que indagan en un tema tan antiguo que

D-Interés13 de septiembre de 2019 Agencia Télam
Con el efecto contundente que puede habilitar la ficción, la escritora Ana María Shua aborda en "La Guerra" los enfrentamientos bélicos desde el género del microrrelato, y desde allí expande más de 130 cuentos que indagan en un tema tan antiguo que durante siglos ocupó la atención de estudiosos, filósofos, pueblos enteros y hasta dioses.
Novelas, poemas, cuentos, adaptaciones de leyendas, la autora de la conocida novela "Los amores de Laurita" es responsable de una prolífica y variada obra, en la que el microrrelato tiene un lugar importante: su libro "La sueñera", de 1975, tuvo muy buena crítica; Shua siguió publicando en el género, algo infrecuente para el terreno comercial; y en 2016 fue distinguida en México con la primera edición del Arreola de Minificción.
En "La guerra" (Emecé), Shua (Buenos Aires, 1951) se concentra esta vez en la contienda bélica, pero con una distancia que le permite ironizar incluso y desajustarse del binomio guerra-muerte, no porque desconozca sus efectos, sino porque puede dar cuenta de un panorama mucho más amplio sobre resolución de conflictos y sobre los grandes temas que se definen en función de la guerra.
- Télam: ¿Cómo fue la fusión del género y el tema? ¿Qué la convoco primero?
- Ana María Shua: Las dos cosas simultáneamente, porque este un tema en el que venía pensando hace mucho. Entre un libro de microrrelatos y otro no escribo ni un solo microrrelato, pueden pasar ochos años sin que escriba un solo texto. Tengo que cargar pilas, cambiar un poquito para no repetirme, le tengo mucho miedo al autoplagio.
- T: La guerra es un tema potente de la historia, siempre se la mira y aborda de distintas formas.
- A.M.S.: Es un tema inherente a la humanidad. No conocemos ninguna otra especie que haga la guerra, puede haber violencia pero nada parecido a las guerras que desata la humanidad. Me di cuenta de que había un millón de elementos alrededor de la guerra: preparativos, armas, guerreros o la paz, de la que no hablaríamos sino existiera la guerra. La guerra es un tema infinito, incomparable, es un fenómeno único, siempre evitable.
- T: ¿Y todas las guerras son injustas?
- A.M.S.: Las guerras no son malas en sí mismas, hay guerras justas. A veces son necesarias, a veces hay que defenderse. Hay guerras de supervivencia, hay batallas que son para seguir viviendo. No soy pacifista a ultranza, reconozco que hay guerras inevitables y hay pueblos más belicosos. Me llama la atención que a pesar de los avances tecnológicos y que ganar la guerra es derrotar al enemigo y no matarlo, sin embargo no se haya encontrado otra forma de derrotar al enemigo que no sea la muerte. Esa asociación de guerra y muerte no debería ser imprescindible.
- T: En un microrrelato dice que como el arte de la guerra, el arte de la escritura tiene que ver con el engaño ¿es quien escribe un impostor, una impostora?
- A.M.S.: Por supuesto, es un mentiroso que tiene que saber engañar al lector para atraparlo en sus redes.
- T: ¿Y usted aquí engaña retomando elementos de la historia y la realidad?
- A.M.S.: La mayoría de los textos están construidos sobre historias reales, que yo cuento además porque no espero que el lector las sepa o recuerde. Sobre esa historia yo monto mi propia ficción, generalmente una vuelta de tuerca, a veces fantástica.
- T: Así, de pronto, el narrador es una hormiga, un dios, un colonizado ¿cómo trabajó los cambios de punto de vista?
- A.M.S.: Cuando empiezo con el texto no tengo la más mínima idea y se me va ocurriendo mientras lo voy escribiendo. Y de pronto la que narra puede ser una hormiga, sí, pero no lo había planificado de antemano.
- T: ¿Cómo se explica que en tiempos de lectura veloz el microrrelato no sea un género más en alza y no tenga el volumen de publicación que otros géneros?
- A.M.S.: Se publica muchísimo, pero son libros que no llegan al mercado porque la mayoría son publicados por sus propios autores, a excepción de una editorial dedicada, Macedonia. A las editoriales grandes no les interesa porque es un género que tiene pocos lectores. Ha tenido en los últimos años un enorme auge de autores, pero el mercado lector no creció. La lectura de un libro de microrrelatos exige alta concentración, cada vez que se termina uno hay que empezar otro, hay que volverlo a pensar, como un libro de poesía que no se lee de una sentada. No son para ser leídos de un tirón.
- T: Que el texto sea rápido no significa que sea efímero, entonces.
- A.M.S.: En la lista de más vendidos lo que más atrae son las novelas de más de 500 páginas, porque entrar en una novela larga es entrar en un mundo y uno en las primeras páginas conoce los códigos, entiende las reglas, se hace amigo de los personajes, entra y sale, uno puede media página, diez, lo que tenga ganas y saltearse y no pasa nada. Con un microrrelato no es así, cada palabra tiene un peso específico y es elegida con mucho cuidado. (Télam)
Te puede interesar
Populares

Suscríbete al Resumen diario de Noticias DESTACADAS. Es exclusivo y limitado