Entrevista GLP: “Macri, Bullrich, Milei y Villarruel son una película de terror”, dijo Daniel Stadnik

A cuarenta años de la restauración democrática, el intendente de Carlos Casares resaltó “lo que hemos avanzado” en estas décadas, rescató el legado de Alfonsín y cuestionó a los radicales que apoyaron al expresidente y ahora al candidato

Municipales 01 de noviembre de 2023 Redaccion GLP
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–Daniel, fue reelecto por un buen margen de votos el pasado 22 de octubre. ¿Por qué piensa que el pueblo lo ha vuelto a elegir para estar cuatro años nuevamente al frente del Ejecutivo local?

Nosotros ya éramos gestión y ha evaluado y viene evaluando el pueblo de Carlos Casares que estamos haciendo una buena gestión; por eso nos votan. El pueblo nunca se equivoca, y nos han dado la confianza por, por lo menos, cuatro años más.

–En este contexto, pensando en lo que vendrá el 19 de noviembre y en el marco de esta semana en que se conmemoran los cuarenta años del triunfo de Raúl Alfonsín en las urnas, (no fue gratis alcanzar la democracia, Daniel; me imagino que hay que luchar día a día para poder defenderla), ¿piensa que el próximo ballotage es un momento bisagra para el país?

Totalmente. El otro día nosotros hicimos un acto justo a las ocho de la mañana, que fue cuando salieron las urnas. Yo hice un discurso en el que justamente me referí a eso, a que para recuperar la democracia murieron 30.000 personas, seis de ellas de Carlos Casares. Nosotros tenemos la placa justamente ahí en la plaza. Y también homenajeé a los 650 soldados y suboficiales muertos en Bolivia, porque también precipitó la vuelta de la democracia. Y también hay que contar los fusilados en la década del cincuenta y perseguidos en la década del sesenta. Pasaron veintiocho años de septiembre del ’55 hasta octubre del ’83. Veintiocho años donde no hubo democracia. Fueron democracias muy condicionadas. Incluso el partido mayoritario, el peronismo, estuvo proscripto por ese decreto 4161, o sea que prácticamente hubo veintiocho años sin democracia. Costó mucho, costó mucha sangre, mucha gente dio la vida. Por eso es que tenemos que defenderla, para que esta democracia sea perpetua y permanente.

Así que tenemos que estar muy atentos, porque en estos últimos cuatro años hemos asistido, a veces atónitos, a muchos políticos, periodistas, que cuestionan el sistema de gobierno de democracia. Lo estamos viendo todos los días. El otro día un actor haciendo un video, y el candidato que tenemos ahora de La Libertad Avanza (LLA). Un modelo que ya no es nuevo, que ya lo hemos tenido en el país y no ha funcionado.

–Sí, una democracia que tiene sus deudas, tiene sus fallas, pero es la democracia que puso preso a (Jorge) Videla.

Es la democracia del Punto Final, del juicio a las Juntas con Raúl Alfonsín, con muchos condicionamientos, que tuvo que después flexibilizarse, y también la misma democraciaen la que después Néstor Kirchner terminó con las leyes de Punto Final y de Obediencia Debida, y con eso se cerró el círculo de memoria, verdad y justicia. Y todo eso se logró con democracia. Esto es un recorrido de todo lo que hemos logrado en el país en estos 40 años de democracia. Es mucho más lo que hemos logrado, lo que hemos avanzado, sobre todo en libertades, en derechos de la sociedad, derechos de género de las mujeres, pero hemos avanzado muchísimo en educación, en salud. El otro día describí claramente que Argentina tiene uno de los mejores sistemas de salud del mundo. Lo vimos en la pandemia, qué pasaba con los países centrales, cómo lo vivieron ellos: el sistema de salud colapsó en el resto del mundo. La educación: vienen estudiantes de Latinoamérica a estudiar en la universidad argentina. Tenemos un gran sistema de educación público. Y eso lo tenemos que defender, el 19 lo tenemos que defender, porque del otro lado está la nada misma.

Ahora se han juntado el candidato (Javier) Milei, su candidata a vicepresidenta negacionista del terrorismo del Estado, y del otro lado está la señora (Patricia) Bullrich, que ya perdió, (Mauricio) Macri, que ya recontra perdió, y bueno, ahí están los cuatro, que para mí son una película de terror.

–¿Cómo analiza el juego que está haciendo Macri, ahora como asesor de campaña de Javier Milei?

Una cosa de locos. Porque el pueblo a Macri ya le dio la espalda. Perdió, después puso a sus candidatos como partido, perdieron sus candidatos. Y no sé qué pretende ahora, a través de otro candidato. Una cosa es decir: “Nuestro espacio asesora a sus votantes para que acompañen a Fulano”, y otra cosa es directamente armar una coalición después de haber perdido. Esto no se ha visto en ningún lado. Espero que la ciudadanía, el 19, realmente actúe con inteligencia, y sobre todo con valores democráticos, y ponga las cosas en su lugar.

Entrevista realizada por Grupo La Provincia (grupolaprovincia.com)

–¿Y qué piensa de la posición que ha tomado el radicalismo, esta posición neutral en que en las últimas horas habían reafirmado que no apoyan ni a Javier Milei ni a Sergio Massa?

Yo no lo entiendo. Nunca entendí la Convención de Gualeguaychú, cuando se unieron a la derecha, a Macri. No entendí porque yo creo que su referente era Raúl Alfonsín. Raúl Alfonsín, en el año ’93, dijo clarito: “Si la sociedad se derechiza, el radicalismo se tendrá que acostumbrar a perder elecciones, pero nunca se podrá ir a la derecha”. Lo dijo Raúl Alfonsín, y no le hicieron caso. Y aparte todos sabían lo que pensaba Raúl Alfonsín de Macri. Y bueno, ya está. Tuvieron que salir con guardaespaldas porque muchos de la Juventud Radical no los dejaron salir de la Convención. No me voy a meter en lo que resolvió un partido que no es el mío, pero si leemos un poquito de historia, cómo el yrigoyenismo se fue con Perón, no hay espacio para tantos partidos nacionales y populares.

El radicalismo tendrá que replantearse que en algún momento tendrá que hacer un frente con el peronismo. Porque tenemos más coincidencias que diferencias. Los dos somos partidos de muchos años, somos muy respetuosos de las instituciones, de la democracia, de los valores de la república, de la justicia social, de la independencia económica y de la soberanía política. Todas esas banderas nos unen.

–Bueno, justamente hay un sector del radicalismo que está dentro de Unión por la Patria (UP), encabezado principalmente por Leopoldo Moreau. Pero ¿piensa que esto puede ir más allá? ¿Se puede llegar a un gobierno de unidad nacional, como plantea Massa?

Yo escuchaba otro día a un legendario militante radical de Santa Fe, Changui Cáceres, que si mañana resucitara (César) Jaroslavsky, ¿qué diría? Esos radicales de cuna, que realmente llevaban el radicalismo adentro, hoy estarían diciendo: “Por favor, no vayamos a votar a este señor”. Ni lo dudarían. Lo está diciendo (Gerardo) Morales, con distintas palabras, lo dijo el otro día (Nicolás) Massot, y mirá que Massot está casi a la derecha del radicalismo, perdoname la expresión pero dijo “neutralidad las pelotas”. Lo están diciendo de distintas maneras, pero el pueblo radical tiene que entender lo que dicen sus dirigentes. No quieren decir “Voten a Massa”, y está bien, porque no pueden decir “Voten a Massa”, pero lo están diciendo de veinte mil maneras. Yo veo la forma inteligente en que lo están diciendo, pero lo están diciendo. Para el que lo quiere interpretar y lo quiere leer, está clarito: el partido radical ya se expresó y está pidiendo que sus afiliados voten a Massa.

–De acá al 19 de noviembre, imagino que el trabajo territorial que se hará

desde el peronismo a nivel local es ir puerta a puerta, militar el voto por Sergio Massa presidente.

Por supuesto. Nosotros ya empezamos la campaña y estamos tratando de persuadir a la gente. Acá muchos chicos, la juventud, votaron a Milei. Es una actitud de rebeldía que salió por ese lado. Pero todo ese tema de la casta se termina con la alianza que ha hecho ahora con Macri, con Bullrich. Al diablo todo este tema, toda esta bandera de no pactar nada con la casta.

Yo el otro día lo decía: en esos veintiocho años del ’55 al ’83 no hubo casta política, porque no había Poder Ejecutivo elegido por el pueblo, no había política, no había Justicia, no había Congreso, no había Legislatura ni en el país ni en las provincias ni en los municipios. No había casta política. Y bueno, pasamos del ’55, cuando le vendíamos aviones Pulqui II a Holanda, aviones de combate, con una industria floreciente, a terminar con un país destruido, donde en el ’83 nos ponían la publicidad de las sillas argentinas que se rompían y que había que comprarla importada. La industria destruida: del ’76 al ’83 siete veces aumentó la deuda pública y privada, y la privada la nacionalizaron. No había casta política con (José Alfredo) Martínez de Hoz, con (Adalbert) Krieger Vasena. En el país no solo mataron a 30.000, más todos los desastres que hicieron; también, económicamente, destruyeron al país. Y no había casta política. Y usaban el modelo de la libertad, porque el modelo de Martínez de Hoz era el modelo liberal, libertario, que quieren imponer ellos, donde tiene libertad el que tiene plata para consumir o para comprar; el que no tiene plata no tiene acceso a la educación, no tiene acceso a la salud, no tiene acceso a nada. No tiene libertad. La libertad la tiene el que tiene plata.

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