Villarruel cierra el Senado para blindar el DNU de Milei

El gobierno de Javier Milei respira tranquilo luego de un gesto político clave por parte de la vicepresidenta Victoria Villarruel. En medio de una semana de tensiones políticas, la funcionaria decidió suspender la sesión prevista para este jueves en el Senado, con el objetivo de evitar que se trate el DNU 846 que flexibiliza las condiciones para el canje de deuda. Esta decisión bloquea cualquier intento de la oposición de rechazar la medida presidencial antes de que finalice el período ordinario de sesiones.

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La estrategia para evitar el rechazo del DNU

La medida que autoriza la renegociación de la deuda pública mediante la flexibilización de los plazos y condiciones para el canje de bonos no pudo ser discutida en la Cámara de Diputados el martes, y ahora la clave está en el Senado. A pesar de los esfuerzos del kirchnerismo por debatir el DNU y frenarlo, Villarruel optó por no convocar a la Comisión de Labor Parlamentaria, lo que dejó sin posibilidades de sesión este jueves.

Como las sesiones ordinarias culminan el 30 de noviembre, cualquier intento de rechazar el DNU quedará suspendido hasta marzo, dando tiempo a Milei para continuar con la operación de canje sin restricciones. De esta forma, el DNU sigue vigente y puede ser ejecutado por el Ministerio de Economía sin obstáculos inmediatos, al menos hasta que se inicien las sesiones extraordinarias.

La tensión entre Milei y Villarruel

La relación entre Javier Milei y Victoria Villarruel ha estado marcada por la tensión durante las últimas semanas. Mientras que la vicepresidente buscaba alinearse con los sectores de la UCR para evitar que el DNU fuera incluido en el temario de la sesión, los riesgos de perder el apoyo de su propio bloque fueron altos. La Casa Rosada no confiaba en la UCR tras el reciente fracaso en el rechazo de otros decretos, como el aumento de los fondos reservados de la SIDE.

Finalmente, ante la falta de acuerdo, Villarruel decidió suspender la reunión de labor parlamentaria y poner fin a la actividad legislativa del período ordinario. Así, el Congreso se quedó sin la posibilidad de tratar los decretos presidenciales hasta que se reanuden las sesiones extraordinarias, un contexto que favorece al oficialismo, al menos en el corto plazo.

¿Qué sucede después del 1 de diciembre?

Con el final de las sesiones ordinarias, el Senado entra en receso y solo podrá convocarse a sesiones extraordinarias a pedido del Ejecutivo. En este escenario, el gobierno tiene la oportunidad de establecer su propia agenda y poner en debate los proyectos que más le interesen, como el presupuesto 2025 y la ley antimafia, aunque no se han confirmado los detalles de este temario.

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Por su parte, la oposición se queda sin margen de maniobra para rechazar el DNU, lo que deja la pelota en el campo de la Casa Rosada. En los próximos días, el Congreso tendrá que decidir si abre un nuevo ciclo legislativo con una agenda marcada por los proyectos del Ejecutivo, o si la confrontación política sigue dominando la escena.