El presidente alemán Steinmeier disuelve el Bundestag y fija elecciones para el 23 de febrero. ¿Cómo afectará la crisis política a Alemania?
Mundo27 de diciembre de 2024
Pamela Orellana
El presidente alemán Frank-Walter Steinmeier anunció este viernes la disolución del Bundestag, la cámara baja del Parlamento, y convocó a elecciones generales para el próximo 23 de febrero. Esta decisión responde a la solicitud del canciller Olaf Scholz, tras la derrota en una moción de confianza que reveló la inestabilidad de su gobierno de coalición. Así, Alemania se encamina hacia unas elecciones anticipadas, un hecho que no ocurría desde el año 2005, en el mandato de Gerhard Schröder.
El Bundestag, compuesto por 598 escaños, es la institución clave en el sistema político de Alemania, encargada de legislar y ejercer control sobre el gobierno. Las elecciones anticipadas se dan en un contexto de grave crisis política, en la que la coalición tripartita que gobernaba el país desde 2021 —integrada por los socialdemócratas (SPD), los ecologistas (Los Verdes) y los liberales (FDP)— colapsó debido a profundas disputas internas. La reciente moción de confianza fue un punto de quiebre, y el presidente Steinmeier, ante la falta de una mayoría clara que pudiera garantizar estabilidad, determinó que la única salida viable era llamar a nuevas elecciones.
En su intervención, Steinmeier enfatizó la necesidad urgente de estabilidad política en Alemania, un país que atraviesa una serie de desafíos, tanto internos como externos. “En tiempos como los actuales necesitamos un gobierno y una mayoría en el Parlamento que sean fiables”, afirmó. La recesión económica, que afecta a Alemania por segundo año consecutivo, las tensiones derivadas de la guerra en Ucrania, el conflicto en Oriente Medio, y las crecientes preocupaciones por la inmigración y el cambio climático, son solo algunos de los temas que dominan la agenda política.
El panorama político alemán se perfila incierto. Según una reciente encuesta de la cadena pública ZDF, la Unión Cristianodemócrata (CDU) lidera la intención de voto con un 31%, seguida por el ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) con un 19%. El SPD de Scholz, que aún se encuentra dividido internamente, ocupa solo un 15% de las preferencias. Los Verdes, aunque en declive, mantienen un 14%. Este escenario sugiere una posible reconfiguración de las alianzas políticas, con la CDU, que podría formar una coalición con otros partidos de centroderecha, a la espera de definir su postura respecto a la AfD.
El nuevo gobierno alemán tendrá la difícil tarea de abordar cuestiones como la recesión económica, que amenaza con prolongarse durante 2024, y la gestión de los conflictos internacionales que afectan directamente a los ciudadanos alemanes. El presidente Steinmeier subrayó que los partidos deben presentar soluciones claras para estos problemas, y advirtió sobre las “verdades dolorosas” y la selección de “prioridades” que implicará la campaña electoral.
Un tema clave en las próximas semanas será el manejo de la inmigración y la integración, además de la postura frente al cambio climático. Los partidos ya han comenzado a presentar sus propuestas, y los debates se centran en cómo lograr un equilibrio entre la necesidad de justicia social y el control sobre los recursos nacionales.
Steinmeier también instó a los ciudadanos a participar activamente en las elecciones, subrayando que su voto “puede ser decisivo”. En un tono firme, hizo un llamado al respeto y a la “decencia” en la campaña, condenando cualquier forma de violencia, odio o desinformación que pudiera empañar el proceso electoral. En este sentido, el presidente destacó la importancia de llevar a cabo una campaña “transparente”, donde se prioricen los debates constructivos sobre los ataques personales.
Es la cámara baja del Parlamento alemán, equivalente a la Cámara de Diputados en Argentina.
Sus miembros son elegidos por voto directo en elecciones generales cada cuatro años.
Tiene funciones legislativas, como aprobar leyes y presupuestos, y elige al canciller federal, el jefe de gobierno.
Alemania es una república parlamentaria, donde el poder ejecutivo depende del Parlamento.
El jefe de Estado es el presidente federal, con funciones mayormente simbólicas. El jefe de gobierno es el canciller federal, líder político del país.
Son parlamentarias, no presidenciales. En estas elecciones se elige a los representantes del Bundestag, quienes luego eligen al canciller.
Se utiliza un sistema mixto: voto directo por candidatos y voto proporcional por partidos.
Es poco común y puede ocurrir si el canciller pierde una votación de confianza.
El presidente federal puede convocar elecciones anticipadas, algo permitido por la Constitución alemana.
Dado el sistema proporcional, es común que ningún partido obtenga mayoría absoluta. Los gobiernos suelen formarse mediante coaliciones entre partidos.
Actualmente, Alemania está liderada por una coalición entre el SPD (socialdemócratas), los Verdes y el FDP (liberales).
A diferencia del presidencialismo argentino, donde el presidente es elegido directamente por el pueblo, en Alemania el canciller es elegido por el Parlamento.
En Argentina, disolver la Cámara de Diputados sería impensable y antidemocrático, pero en Alemania es un mecanismo constitucional que busca resolver crisis políticas.
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