El diputado provincial de Santa Fe, Leandro Busatto, presentó hoy su libro "El grito del siglo XXI", que bajo la inspiración del histórico Grito de Alcorta propone "un cambio de paradigma en el impuesto inmobiliario rural" de esa provincia "para construir una nueva ruralidad, sin monocultivo ni concentración de la tierra".
En el marco de la V edición de la Feria del Libro Nacional y Popular de Santa Fe, que Busatto organizó junto a la productora “No me olvides”, el legislador presentó la obra que contiene su proyecto de ley para modificar la matriz impositiva rural y compila una serie de artículos de académicos con distintas miradas sobre la temática.
Busatto, referente de la Corriente Nacional de la Militancia, explicó que en el actual esquema tributario de la provincia "paga lo mismo quien tiene una chacra mixta que quienes componen el 0,06% de la población, no más de 2.000 personas, que es dueña del 60% de las tierras de Santa Fe".
El jefe del bloque Justicialista de la Cámara de Diputados de Santa Fe contó que la idea del libro surgió durante la pandemia, cuando el diputado nacional Máximo Kirchner propuso la creación del Fondo Solidario, que entre otras obras ha invertido 13 mil millones de pesos en la reconstrucción de barrios populares.
"En ese momento quisimos hacer un aporte, para que en Santa Fe se plantee el Estado desde otro lugar, y analizamos que el Impuesto Inmobiliario Rural es de los más justos, porque grava a quien tiene, por lo que es directo, progresivo y permitiría atacar un problema estructural", explicó.
Para graficar el problema de la concentración de la tierra, Busatto ejemplificó que en 1988 Santa Fe tenía 37.029 propietarios productores, cifra que bajó a 26.974 en 2008 y luego a 19.829 en 2018, lo que implica "unos 17.000 productores que desaparecieron, víctimas del sistema de concentración".
"La reducción más significativa es a los pequeños propietarios, de hasta 25 hectáreas, que hemos perdido casi en un 50%", añadió.
La propuesta del libro y del proyecto de ley que contiene es reducir el 50% del inmobiliario rural a los pequeños productores, con la condición que tengan solo una unidad económica agraria y gestionen una chacra mixta, que rompa con el monocultivo y produzca cereales y animales.
El segundo punto importante es que los 1.200 grandes propietarios paguen un adicional por latifundio y que lo recaudado se transforme en un fondo de asignación específica que en la práctica funcione como un fondo solidario para el campo.
En ese sentido, propone obras de infraestructura rural (gas, luz, agua conectividad), una actualización catastral para evitar canalizaciones y usurpaciones, y un plan de fomento para las pequeñas comunidades.
"De las 365 localidades de Santa Fe, 250 tienen 1.500 habitantes o menos, por lo que hay que inyectar dinero para generar empleo, una economía de servicios, para que los jóvenes que nacen en eses lugares no se vean obligados a emigrar a las grandes ciudades", explicó Busatto.
El legislador recordó el Grito de Alcorta, que definió como "el grito de los trabajadores de la tierra, de inmigración, de usura, de esclavitud, la disputa del trabajo y de la propiedad de la tierra".
Al actualizar esos conceptos, sostuvo que hoy en día es necesario que "la política discuta la acción, pero con un sentido, para reestructurar las comunidades, los dispositivos comunitarios, la organización social".
"La pandemia interpeló nuestra manera de vivir, abrió la posibilidad de rediscutir más dignidad para los trabajadores, una migración inversa, de la ciudad al campo, pero para eso hay que tener un campo distinto, más plural, democrático y con oportunidades", postuló
Sobre el final, el diputado Busatto dijo que "no se puede seguir dependiendo de un buen momento económico, necesitamos volver a un esquema donde lo pequeño signifique una cosa y lo grande otra, necesitamos cambiar las asimetrías que han tenido un concierto de normas jurídicas en favor de los que más tienen". (Télam)