Entrevista GLP: Pica en punta el nombre de Miguel Fernández para conducir la UCR bonaerense: “Le sobra potencial”, aseguró Francisco Recoulat

-La UCR bonaerense fijó fecha de elecciones para la renovación de autoridades. Muchos radicales coinciden en que lo mejor sería llegar a un acuerdo para cerrar una lista de unidad, pero por el momento hay un escenario de contienda electoral. ¿Qué piensa al respecto? ¿La unidad se podría llegar a alcanzar de acá a octubre?

La situación social, política y económica que está viviendo el país tiene un efecto marcado en el proceso del partido. La UCR debe buscar y lograr una lista de unidad, tenemos tiempo de cara a octubre que es la renovación partidaria. También entiendo que si no se llega a la unidad y hay elecciones internas es viable y está dentro del marco normativo del partido.  Hay varios sectores, creo que se puede trabajar en conjunto y buscar una figura que logre aglutinar el consenso de todos los espacios. 

-El nombre de Miguel Fernández, ex intendente de Trenque Lauquen, pica en punta como uno de los posibles candidatos a suceder a Maximiliano Abad. ¿Puede ser una de esas figuras que logre el consenso de todos los espacios?

Miguel es uno de los dirigentes más importante que tiene el radicalismo de la provincia, gobernó el distrito de Trenque Lauquen durante ocho años y realizó una enorme gestión, coordinó durante cuatro años el Foro de Intendentes Radicales, fue candidato a vicegobernador de Néstor Grindetti y ganó las PASO en la interna de Juntos por el Cambio. Es un dirigente que conoce la provincia, que siempre está buscando los consensos y sabe liderar grupos. A Miguel le sobra potencial para presidir el Comité. Es un nombre que empieza a sonar fuerte y puede juntar los consensos de todos los espacios del radicalismo.

-Dejemos por un rato las elecciones en el Comité bonaerense y vayamos al distrito. Mencionó la palabra "gestión" y, en este sentido, me gustaría conocer cómo avanzan los trabajos en Trenque Lauquen en este contexto social y económico adverso.

Tuvimos un primer semestre con mucha planificación, mucha organización y estuvimos finalizando obras que estaban en marcha. Me tocó la particularidad de asumir en un municipio con las cuentas en orden, sin deudas, que venía de cuatro años seguidos con superávit y eso nos permitió enfrentar un año de grandes dificultades económicas.

Pusimos en marcha la boleta digital y un programa de seguimiento de trámites para agilizar el proceso de cobro de los proveedores municipales; lanzamos la plataforma digital del programa 147, una línea de reclamo de gestiones; y pusimos en marcha un plan de remodelación de dependencias públicas.

Teníamos convenios nacionales firmados para obras próximas a iniciarse, pero, por ahora, no tenemos novedades.  Sin embargo, fuimos avanzando en las obras del Fondo de Infraestructura Municipal 2023 y sumamos otras con fondos municipales. A la par lanzamos el proyecto de renovación del parque automotor, maquinarias y herramientas.

-Hacía mención a la paralización de la obra pública que tiene un marcado efecto en los municipios, por ejemplo, porque son menos fuentes de trabajo que se generan, menos insumos que venden los comercios. ¿Cómo impacta, en particular, en la ciudad?

La paralización de la obra pública nacional tiene un efecto marcado en las economías regionales. Entiendo que tiene que ser una medida parcial y momentánea, no imagino un distrito, un país, sin obra pública durante cuatro años porque va a frenar el crecimiento y el desarrollo. 

Espero que en la medida que la inflación se vaya frenando el gobierno nacional reconsidere esta propuesta y reactive en forma paulatina la obra pública que el sector privado nunca va a hacer porque no es rentable, pero tiene un impacto estratégico en materia de educación, de seguridad y de salud. Obviamente, esas obras que no se hacen son menos fuentes de trabajo, menos recursos que llegan al distrito y producen un efecto de recesión.