Aumento salarial: judiciales bonaerenses aceptan 8% de incremento

Los judiciales de la provincia de Buenos Aires, representados por la Asociación Judicial Bonaerense (AJB), han decidido aceptar por “amplia mayoría” la oferta salarial del gobierno de Axel Kicillof, que consiste en un aumento del 8% en dos tramos: un 4% en octubre y otro 4% en noviembre. Esta decisión se tomó tras un análisis en las 20 asambleas que llevaron a cabo en las distintas departamentales.

Detalles del acuerdo paritario

La AJB comunicó al Ministerio de Trabajo que el acuerdo, que toma como base los haberes de junio, incluye además una cláusula de monitoreo de inflación a aplicarse en la primera quincena de noviembre y la reapertura de paritarias en diciembre. Este aumento sigue a una serie de incrementos salariales que los judiciales han recibido a lo largo del año, totalizando un 25% en enero y otros ajustes en meses subsiguientes.

El gremio, encabezado por Hugo Russo, destacó que este acuerdo no solo beneficia a los trabajadores judiciales, sino que también se extiende al personal de la Policía y del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), reflejando el compromiso del gobierno provincial con los empleados del Estado.

Contexto económico y desafíos a futuro

El ministro de Economía bonaerense, Pablo López, celebró el acuerdo, señalando que representa un avance en la negociación salarial en un año complicado por la situación económica del país. A pesar de la buena noticia, los trabajadores judiciales deberán enfrentar la próxima negociación para definir el aumento de diciembre, un proceso que se anticipa más complejo debido a la liquidación del aguinaldo y el recorte en las arcas provinciales.

Este último acuerdo salarial se suma a los esfuerzos del gobierno de Kicillof, que ha pautado diez incrementos en once meses, reforzando la importancia del diálogo entre el Ejecutivo y los trabajadores del sector público.

La voz de los judiciales

El consenso alcanzado entre los trabajadores judiciales y el gobierno provincial refleja un momento de colaboración, pero también plantea preguntas sobre cómo se manejarán futuras negociaciones en un contexto económico desafiante. Las expectativas para diciembre son altas, y se espera que tanto el gobierno como los sindicatos trabajen en conjunto para enfrentar los desafíos que se avecinan.