Miles de personas despiden al papa Francisco en la Basílica de San Pedro

Las exequias públicas del papa Francisco comenzaron este miércoles con una solemne ceremonia en la Basílica de San Pedro, donde miles de fieles comenzaron a rendirle homenaje tras su fallecimiento el lunes a los 88 años, a causa de un ictus. Durante tres jornadas, el Vaticano permanecerá abierto para recibir a quienes deseen despedir al pontífice, cuyo legado marcó a la Iglesia con un fuerte impulso hacia la inclusión y la descentralización.

El féretro fue trasladado desde la residencia de la Casa Santa Marta, acompañado por una procesión encabezada por el cardenal Kevin Joseph Farrell, camarlengo de la Iglesia Católica. El cortejo atravesó la Plaza de Santa Marta y la de los Protomártires Romanos hasta ingresar por la puerta central de la Basílica.

Allí, bajo el imponente baldaquino de Bernini, el cuerpo de Francisco fue colocado en el Altar de la Confesión, un lugar cargado de simbolismo. Vestidos con el hábito coral, Patriarcas, Cardenales, Arzobispos, Obispos y miembros de la Capilla Pontificia acompañaron el ingreso, en una muestra de respeto y devoción.

La Liturgia de la Palabra marcó el inicio de las ceremonias públicas, que se extenderán hasta el viernes. La Basílica permanecerá abierta hasta la medianoche este miércoles y jueves, brindando la posibilidad de acercarse al féretro a toda la comunidad.

El sábado tendrá lugar el funeral, con la presencia de líderes mundiales y dignatarios de distintos credos. Será el cierre de un ciclo que quedará registrado como uno de los más influyentes en la historia contemporánea del papado.

Un cónclave global

Mientras tanto, la Iglesia se prepara para un cónclave que reunirá a 133 cardenales menores de 80 años, provenientes de 66 países. Si bien el límite tradicional de electores es de 120 —establecido por Pablo VI en 1975—, puede ser superado si así lo dispone el Papa, como ocurrió durante el pontificado de Francisco.

De los actuales electores, 99 fueron nombrados por el propio Francisco, lo que inclina el perfil del cónclave hacia un modelo eclesial alineado con sus reformas. Los otros fueron designados por Benedicto XVI (29) y Juan Pablo II (7).

Italia es el país con mayor representación (16 cardenales), seguido por Estados Unidos (11), España (6), Francia (5) y Brasil (4). Aunque Europa sigue siendo mayoritaria, su hegemonía se ha visto reducida, en línea con la visión más descentralizada de la Iglesia que impulsó el papa argentino.

Entre los posibles sucesores suenan nombres como el cardenal filipino Luis Antonio Tagle, el húngaro Péter Erdő, el italiano Matteo Zuppi, y el guineano Robert Sarah. De América Latina, destacan el argentino Víctor Manuel Fernández y el brasileño Sérgio da Rocha.

El cónclave se celebrará entre 15 y 20 días después de declarada la sede vacante, en la Capilla Sixtina y bajo estrictas condiciones de secreto. Se requerirá una mayoría de dos tercios para elegir al nuevo pontífice.

Por primera vez, participarán cardenales de países como Mongolia, Singapur y Sudán del Sur, reflejo de una Iglesia cada vez más diversa y menos eurocéntrica.