Fuerte crítica a la baja de retenciones: más daño que alivio
Un informe de IDESA advierte que la baja de retenciones beneficia poco al campo y pone en riesgo el superávit fiscal. El impacto real, explicado.
La reciente decisión del Gobierno nacional de reducir parcialmente los derechos de exportación volvió a poner en debate el impacto real de las retenciones sobre la producción y las finanzas públicas. Un informe del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA) advierte que esta medida implica una pérdida de ingresos equivalente al 0,2% del PBI, lo que representa nada menos que dos tercios del superávit financiero del Estado.
Sin embargo, lo que genera más polémica es que el beneficio para el sector agropecuario será muy marginal. “Resulta muy contradictorio que un tenue alivio para la producción y solo para el sector agroexportador sea un escollo tan grande para las finanzas públicas nacionales”, señalaron desde la entidad.
El problema no son solo las retenciones
Desde IDESA reconocen el efecto distorsivo que tienen las retenciones sobre la competitividad del sector agropecuario. En ese sentido, recuerdan que Argentina y Brasil tenían producciones de granos similares a comienzos de siglo, pero hoy la producción local es menos de la mitad que la del país vecino. No obstante, subrayan que el problema no se limita solo a las retenciones.
“El Estado apela también a otros tributos que terminan dañando la competitividad de forma significativa”, alertaron. Entre ellos, destacan:
- Derechos de exportación (1,0% del PBI)
- Impuesto al cheque (1,6% del PBI)
- Ingresos Brutos (3,9% del PBI)
- Impuesto a los Sellos (0,4% del PBI)
- Tasas municipales (0,5% del PBI)
En conjunto, los tributos más distorsivos representan el 7,4% del PBI, es decir, más de uno de cada cuatro pesos que recauda el Estado en sus tres niveles.
Qué alternativa propone IDESA para mejorar la competitividad
Según el análisis, la solución no pasa únicamente por eliminar retenciones, sino por una estrategia integral de ordenamiento tributario que involucre a provincias y municipios. Esto permitiría avanzar con mayor velocidad en la eliminación de impuestos distorsivos sin comprometer el equilibrio fiscal.
Desde IDESA sostienen que la baja de retenciones generará una recaudación adicional en otros tributos, como Ganancias, IVA e impuestos provinciales y municipales. En esa línea, proponen que ese mayor ingreso sea utilizado para reducir tributos locales que encarecen la producción, como Ingresos Brutos, Sellos y tasas municipales.
“El campo paga insumos más caros porque el precio incluye estos tributos”, advirtieron. Por eso, proponen un acuerdo Nación-provincias para eliminar estos impuestos creando un “Super-IVA”, que unifique y reemplace esas cargas.
La clave: un acuerdo fiscal federal
Para que este modelo funcione, advierten que es indispensable ampliar el enfoque fiscal y alcanzar consensos políticos con las provincias. “Lo más desafiante es involucrar a los gobiernos provinciales en una estrategia común que mejore la competitividad sin resignar recursos”, remarcaron.
El informe finaliza con una definición que resume el diagnóstico: “Se puede ir mucho más rápido hacia un sistema tributario eficiente, pero hace falta una visión integral y coraje político para romper con la lógica fragmentada que hoy penaliza a la producción”.
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