El Gobierno busca postergar el debate del Presupuesto hasta después de las elecciones

El Gobierno nacional apuesta a que el Presupuesto 2026 recién se debata en el recinto de la Cámara de Diputados una vez conformado el nuevo Congreso, después de las elecciones legislativas del domingo 26 de octubre.

Aunque el proyecto ya comenzó a discutirse en comisión, en Balcarce 50 consideran que será más conveniente avanzar con una Cámara Baja renovada y políticamente más favorable al oficialismo a partir del 10 de diciembre.

“Lo importante es que se trate. Ojalá podamos tener el proyecto aprobado en 2026”, expresó una fuente del entorno presidencial.

La estrategia oficial y el cálculo político

La presentación del Presupuesto 2026 había sido uno de los principales anuncios de Javier Milei, realizado en septiembre a través de cadena nacional. Sin embargo, la Casa Rosada decidió demorar su tratamiento en el Congreso para evitar un debate incómodo en plena campaña electoral.

En el oficialismo entienden que un debate antes de las elecciones podría exponer tensiones internas y dar lugar a cuestionamientos sobre los ajustes previstos en áreas sensibles como Educación, Trabajo y Desarrollo Social.

El proyecto de ley de leyes fija como meta central el equilibrio fiscal, con un tipo de cambio oficial mayorista de $1423, una inflación proyectada de 10,1% y un crecimiento del PBI del 5% para 2026.

Presupuesto en comisión y reclamos opositores

La Comisión de Presupuesto y Hacienda de Diputados, encabezada por el libertario Bertie Benegas Lynch, ya inició una ronda de exposiciones. Esta semana fueron citados Carlos Torrendell, secretario de Educación; Alejandro Álvarez, subsecretario de Políticas Universitarias; Julio Cordero, secretario de Trabajo; y María Gabriela Real, presidenta del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales.

La oposición reclama mayor información sobre las partidas educativas, especialmente por la intención del Ejecutivo de derogar la obligación de invertir el 6% del PBI en educación, establecida por la Ley 26.206.

“No cuenten con nosotros”: el ultimátum opositor

Mientras tanto, en una reunión a puertas cerradas en el despacho del presidente de Diputados, Martín Menem, los bloques Encuentro Federal y Democracia para Siempre lanzaron un fuerte mensaje al Gobierno:

“Si no viene Caputo y no cumplen con las tres leyes insistidas por el Congreso, no cuenten con nosotros”, advirtieron.
El encuentro contó con la participación de Carlos Guberman (secretario de Hacienda), José Rolandi (vicejefe de Gabinete), y diputados de distintos espacios dialoguistas como Miguel Ángel Pichetto, Nicolás Massot, Martín Tetaz y Silvana Giudici, entre otros.

Las bancadas opositoras reclamaron la presencia del ministro de Economía, Luis Caputo, en el debate del Presupuesto. “Tiene que venir a poner la cara, como hicieron todos los ministros de Economía en los últimos años”, expresó Pichetto ante la prensa.

Las leyes que dividen a oficialismo y oposición

Además de la ausencia de Caputo, los bloques dialoguistas exigen que el proyecto de Presupuesto incluya las tres leyes insistidas por el Congreso y aún no cumplidas por el Ejecutivo:

• Emergencia en Discapacidad
• Ley del Garrahan
• Ley de Financiamiento Universitario

Desde el Gobierno respondieron que el equilibrio fiscal “es innegociable”, aunque reconocieron estar dispuestos a rediscutir hasta un 20% del Presupuesto siempre que la oposición especifique de dónde saldrían los fondos.

“No hubo acuerdo político, solo un comienzo de diálogo”, resumió el radical Pablo Juliano tras la reunión.

Qué puede pasar con el cronograma legislativo

El cronograma de trabajo fijado por la oposición prevé seis reuniones informativas y una séptima para emitir dictamen. Si se cumple ese esquema, el Presupuesto podría dictaminarse el 4 de noviembre y debatirse en el recinto el 12 de noviembre.

De todas formas, en el entorno de Milei no descartan que el tratamiento se postergue para sesiones extraordinarias en diciembre o incluso inicios de 2026, si el nuevo Congreso ofrece un escenario más favorable. La Casa Rosada confía en que la nueva correlación de fuerzas legislativas le permitirá aprobar por primera vez un Presupuesto propio desde el inicio del gobierno libertario.