Infantino otra vez en la mira por su apoyo a Trump

El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, fue acusado de violar la política de neutralidad del organismo que dirige por sus elogios al presidente estadounidense Donald Trump durante un panel en el American Business Forum, realizado esta semana en Miami.

En su intervención, Infantino calificó al republicano como un líder que “hace cosas, hace lo que dice, dice lo que piensa” y sostuvo que “todos deberíamos apoyar lo que está haciendo, porque me parece que va bastante bien, especialmente para FIFA”.

Las palabras encendieron las alarmas dentro del mundo del fútbol. El exjefe del Comité de Gobernanza de la FIFA, Miguel Poiares Maduro, aseguró que Infantino “rompió claramente el principio de neutralidad política” previsto en el artículo 15 del Código de Ética del organismo.

“El problema no es reconocer la legitimidad del presidente Trump, sino respaldar su programa político y sostener que otros también deberían apoyarlo”, explicó Poiares Maduro. Y agregó: “Para mantener la neutralidad política es necesario no tomar partido en un debate interno, y mucho menos argumentar que todos deberían apoyar las políticas del presidente Trump”.

Riesgo de sanción y silencio en Zúrich

El Código de Ética de la FIFA, actualizado en 2023 bajo la propia gestión de Infantino, contempla multas desde 10.000 francos suizos (unos 12.000 dólares) y suspensiones de hasta dos años para quienes violen su artículo 15.

En teoría, la organización cuenta con dos comisiones independientes —de Ética y de Gobernanza, Auditoría y Conformidad— con potestad para abrir investigaciones internas y garantizar el cumplimiento de sus estatutos. Sin embargo, hasta ahora no hay señales de que se inicie un proceso formal contra el presidente.

Las críticas a Infantino no son nuevas. Ya en 2017, durante la candidatura conjunta de Estados Unidos, Canadá y México para el Mundial 2026, su vínculo con Trump había despertado recelos dentro del Comité Ejecutivo. En aquel entonces, el suizoitaliano fue visto en varios actos públicos junto al republicano, incluidos eventos partidarios como el Make America Great Again Victory Rally, celebrado en Washington D.C.

Un premio que reaviva sospechas

La controversia crece en paralelo a la inminente entrega del “Premio de la Paz” de la FIFA, que se realizará durante el sorteo de la Copa del Mundo 2026 el próximo 5 de diciembre, previsto en Washington D.C. a pedido del propio Trump.

El mandatario estadounidense figura como principal candidato a recibir el galardón, que busca reconocer “a quienes con su trabajo excepcional por la paz hayan unido al planeta”. Según Infantino, “el presidente Trump ha sido absolutamente fundamental en el proceso. Sin él no habría paz. Ha derribado obstáculos, tendido puentes y creado lazos”.

El dirigente también recordó que fue invitado personalmente por Trump a la Cumbre de Gaza, en Egipto, donde prometió “reconstruir los campos destruidos”. “Gracias al liderazgo del presidente Trump podemos escribir una nueva página en la historia”, afirmó entonces.

Esa reiterada alineación con la figura del republicano, sumada a los gestos simbólicos —como la apertura de una oficina de la FIFA en la Torre Trump o el nombramiento de su hija Ivanka como miembro del consejo de administración de un proyecto educativo de 100 millones de dólares financiado en parte con la venta de entradas para el Mundial de 2026 —, profundiza el malestar en sectores del fútbol europeo.

Según la prensa internacional, la UEFA acusa a Infantino de priorizar intereses políticos privados antes que el fútbol mundial. Mientras tanto, en la sede central de Zúrich, reina el silencio.