Las fronteras se movian, documental que busca ganarle al silencio, se estrena en el Fidba

La realizadora Marina Belaustegui Keller, hermana de tres desaparecidos durante la dictadura militar, presentara mañana en el Festival Internacional de Documental de Buenos Aires , "Las fronteras se movian", una obra que

D-Interés03 de octubre de 2023 Agencia Télam
(por Eva Marabotto) La realizadora Marina Beláustegui Keller, hermana de tres desaparecidos durante la dictadura militar, presentará mañana en el Festival Internacional de Documental de Buenos Aires (Fidba), "Las fronteras se movían", una obra que indaga en la enigmática vida de su abuelo Iván, que nació en Transilvania y perdió a su familia en Auschwitz pero jamás quiso contarlo.
"Mi vida estuvo signada por un silencio que hablaba", asegura Beláustegui Keller y a continuación presenta argumentos irrefutables: sus tres hermanos mayores por parte de su padre, José, Valeria y Martín, fueron desaparecidos por la dictadura militar junto con los bebés que esperaba Valeria y la compañera de Martín, quien también fue secuestrada.
Nada se sabe de ellos a pesar de los esfuerzos de la familia y, especialmente, de la madre de ellos, Matilde Herrera, quien fue Abuela de Plaza de Mayo. Pero además, su abuelo materno, Iván, aparecía y desaparecía de su vida sin que pudiese decirle siquiera el nombre de sus propios padres.
"Cuando le preguntaba a mi mamá de dónde era, me argumentaba que en ese entonces 'las fronteras se movían'", recuerda la realizadora que se dedicó durante muchos años a la publicidad y llegó a tener una productora propia hasta que un pre-infarto la llevó a replantearse el vértigo en el que vivía.
Fue inevitable entonces que se plantease mitigar esos silencios y comenzó a escribir una historia de ficción sobre sus hermanos. Mientras se debatía en la dificultad de dirigir a alguien que representase a una persona tan querida para ella, su madre se enfermó y recrudecieron las dudas sobre su abuelo Iván. entonces llegó un dato: un cartón de inmigración de Brasil, a donde el hombre había viajado desde Argentina en el que constaba que había nacido en Transilvania y no en Alemania, como hasta entonces creía la familia.
"Así que seguí investigando y le escribí al intendente del pueblo donde él supuestamente había nacido. Me contestó que efectivamente había nacido ahí y que tenía un hermano, fallecido en 1990. Así que me puse a buscar a los parientes de allá y di con mi tía Caty, que sería prima de mi mamá. Ella fue quien me contó que mi abuelo era judío y que su familia había sido llevada a Auschwitz", repasa.
Así que, de modo fortuito, su preocupación pasó a ser aquella historia de la que en la familia no se hablaba. Y enfocó su cámara en ella. "Trabajé con la cámara de un celular filmando mis conversaciones telefónicas con mi tía desde que me confirmó que era la hija del hermano de mi abuelo hasta que me contó que él era judío", recuerda la realizadora, quien luego optó por cámaras más sofisticadas para rodar en el bosque cercano al pueblo donde nació su abuelo.
Porque después de aquel llamado, lo que siguió fue una "road movie". Un viaje a Transilvania, en Rumania, para conocer a esa parte de la familia, pero también la búsqueda de parientes en Nueva York, Miami y París. En esa recorrida, Beláustegui tuvo una compañía muy particular: las cenizas de su madre.
"Aunque lo que cuento es dramático, le doy un tono diferente y hasta me permito cierto humor. Nadie puede tomarlo a mal porque estoy contando mi propia historia. Ésta soy yo", cuenta Beláustegui, capaz de transformar en un recorrido festivo su peregrinación con la urna que contiene los restos de su madre, por distintos aeropuertos, el pueblo y el bosque cercano al pueblo natal de su abuelo, donde decidió dispersarlas en un ritual que tuvo mucho de baile.
El resultado de ese viaje y esos registros es "Las fronteras se movían", un documental que se estrenará mañana a las 19.30 en la sala 1 del Gaumont (Avenida Rivadavia 1635) con entrada libre en el marco del 11° Fidba que termina el domingo.
"Gracias a este curioso deseo de verdad, hoy puedo honrar a mis ancestros y llevar luz a casi 100 años de oscuridad y silencio, compartiendo que aún de las tragedias más oscuras podemos llevar luz con la verdad, en mi caso, reafirmando una vez más, que la verdad sana. Ese es mi mayor deseo con este documental: afirmar la verdad en las redes familiares", sintetiza sobre su ópera prima, y avisa que esa búsqueda la lleva en el presente a retomar la historia de sus tres hermanos desaparecidos para convertirla en un documental sobre el silencio y la falta de respuestas de lo que ocurrió durante la dictadura militar.
(Télam)
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