¡Terrible! Entró con apendicitis, salió sin pies ni manos: El hospital no está obligado a indemnizarla

Entre lágrimas, manifestó: “Pido que sean más conscientes, ni todo el dinero del mundo me va a calmar este dolor que yo siento por dentro, mis hijos tienen que dejar de estudiar para que me atiendan, no es justo eso es lo que más me duele”.

D-Interés15 de junio de 2021 Redaccion GLP
Kelly Sayhua fue víctima de un increíble y espeluznante caso de mala praxis hace cuatro años. En el hospital ‘Marino Molina’ de Comas, Perú, le diagnosticaron un cuadro de apendicitis, por el que fue derivada al hospital Sabogal donde terminó con las manos y las piernas amputadas.

Fue recién en el 2017, y tras un largo juicio, que dictaron sentencia de prisión suspendida para los doctores Arnold Yataco García y Jackeline Alvarado Aredo, que cumplían funciones en el mencionado nosocomio perteneciente a EsSalud, institución peruana de seguridad social.

Además, debían pagarle una reparación civil de 450 mil soles, que es el equivalente aproximado a unos 10 millones de pesos argentinos. Pero la mujer, que antes del horror trabajaba como taxista, todavía no vio ni un centavo de ese monto.
La mujer, que antes del horror trabajaba como taxista, todavía no vio ni un centavo de ese monto

“EsSalud dice que no se pueden embargar sus cuentas, entonces yo no entiendo para qué se ha ganado juicio ¿Para que no me paguen? Ahora, al juez Gerardo Borga de la Cruz le he pedido que vea nuevamente mi caso y tampoco hay una respuesta”, expuso ante los medios.

Entre lágrimas, manifestó: “Pido que sean más conscientes, ni todo el dinero del mundo me va a calmar este dolor que yo siento por dentro, mis hijos tienen que dejar de estudiar para que me atiendan, no es justo eso es lo que más me duele”.

Las penurias de Kelly no cesaron desde aquel entonces, sumida en una depresión intensa buscó quitarse la vida con sobredosis de medicamentos pero la encontraron a tiempo y la salvaron.

Para contribuir con un plato de comida en su casa comenzó a vender ropa con su hermana, pero en 2019 le saquearon el depósito y la dejaron sin mercadería. Ese mismo año, a su marido le robaron el mototaxi con que sustentaba a toda la familia.
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