Al despertar, clasico de la radiofonia jujeña que impuso un estilo, celebra 30 años

El programa "Al despertar", que se emite de lunes a viernes por LW8 Radio San Salvador de Jujuy, cumplió 30 años al aire sosteniendo una amplia interacción con los oyentes, “las verdaderas voces del programa”, según su conductor Jorge “Perro” Solís.
"Todo tiene su espacio, nos llaman oyentes de todas las latitudes; el vendedor de helado, la señora que saca leche en el campo, el diariero, el agente sanitario que nos dice que tal persona baje del cerro que en dos días se presente en el hospital de Tilcara para hacer prevención”, contó Solís a Télam.
El locutor, de 64 años, quien comanda el ciclo en la AM jujeña y supo ser el conductor del noticiero de Canal 7, del mismo grupo empresario, arranca muy temprano cada día y puntualmente a las 5 sale de su casa para llegar tranquilo, caminando, hasta la emisora ubicada en el barrio Mariano Moreno.
El programa se emite de 6 a 9 (en sus inicios era de 6 a 8.30) en un horario clave para la radio que antes tuvo otro nombre ("Hola Buen día!") y otro conductor, el recientemente fallecido Hugo Cid Conde, exintendente de San Salvador de Jujuy, también por un lapso de 30 años.
“Entre los dos hacemos 50 años en la misma franja horaria”, dijo Solís, mostrándose agradecido por haber sucedido a quien considera un referente de la locución jujeña.
“Yo estaba haciendo un programa a la tarde que se llamaba 'Tropicalísimo' y me mandan a cubrir esa franja porque Conde se iba a dedicar de lleno a la política”, recordó.
Solís evocó que ocupar ese lugar no fue fácil y en los primeros días los oyentes no lo aceptaban: “Saquen a ese perro de ahí”, se escuchaba en algunos llamados, y así fue que le quedó su apodo.
En estos años de radio impuso un estilo propio “amplio y generoso” y aprendió la que es una suerte de fórmula personal: “La tarea nuestra es el pueblo, porque un locutor siempre está muy metido con sus oyentes, en las cosas cotidianas, todo nos debe importar”.
Puesto a repasar anécdotas en su carrera radial, Solís eligió la de la mañana en que los jujeños se despertaron con un fenómeno natural. “La gente no paraba de llamar a la radio para decirnos cómo las cenizas habían llegado hasta su casa y era porque había entrado en erupción el volcán chileno Láscar”, en 1993.
Debido a la pandemia, Solís ahora transmite desde su casa en el barrio Bajo La Viña, donde tiene instalado un micrófono y aunque por un lado reconoce sentirse “raro” por no estar en la emisora, por otro lado tiene la permanente compañía de su esposa, sus dos hijos y dos nietos, de 7 y 9 años.
“El secreto de la radio está en la honradez y en la constancia porque sea como sea tenés que estar ahí", sentenció, y agregó que si tuviera que volver a elegir una profesión optaría "mil veces por la radio" nuevamente. (Télam)