El sonido de los tulipanes, un thriller politico con ribetes de corrupcion y medio ambiente

"El sonido de los tulipanes", de Alberto Masliah, que se estrena este jueves, presenta a un periodista, hijo de un poeta revolucionario de los 70, que investiga hechos de corrupcion en los que podria estar implicado su padre y amigos de el, y que

D-Interés07 de mayo de 2019 Agencia Télam
"El sonido de los tulipanes", de Alberto Masliah, que se estrena este jueves, presenta a un periodista, hijo de un poeta revolucionario de los 70, que investiga hechos de corrupción en los que podría estar implicado su padre y amigos de él, y que pone en riesgo su propia vida y la de su hijo en medio de negociados por el tratamiento de la basura.
Interpretada por Pablo Rago, Calu Rivero, Robeto Carnaghi y Gerardo Romano, el filme de Masliah también pone en tela de juicio la ética de los políticos, quienes, según el filme, se embanderan en discursos de ayuda a la sociedad para llevar adelante sus negocios.
En medio de la trama, la paternidad y la relación padre-hijo también se pone sobre el tapete, al mostrar, como si fuera un espejo, el trato que tiene el personaje de Rago tanto con su padre como con su hijo.
Télam: Cuando comienza la película se hace la advertencia de que es pura ficción, ¿cree que alguien se puede sentir tocado con la historia y los personajes?
Alberto Masliah: Nos pareció apropiado aclarar algo que es obvio, pero que puede confundir. Sin embargo hay características en los personajes que pueden ser comunes a algunos reales. Algún ex integrante de la resistencia a la dictadura devenido en empresario exitoso, algún cura con vinculación con esos empresarios o alguna corporación de medios. De alguna forma este mundo intrincado dónde se mezcla la política con los intereses del poder y la delincuencia lo conocemos todos.
T: ¿Por qué elegiste contextualizar la película en el 2001?
AM: El 2001 es un año emblemático. Ese contexto nos permite intentar hacer un paralelo narrativo y estético de una sociedad dividida entre la opulencia y la basura. Y aquí el tema de la basura se vuelve preponderante desde lo narrativo, pero también desde lo estético.
T: ¿Cuánto de manipulación y cuánto de sinceridad creés que hay en el discurso político?
AM: La política concebida como la búsqueda del bienestar del hombre necesita del poder para dar fuerza a ese motor de cambio que toda sociedad necesita para lograr el bienestar. Hoy, las sociedades modernas están amenazadas por la acumulación desmedida de poder. Es ahí que entra la manipulación a hacer su juego, sobre todo cuando ese poder ya no lo acumula el Estado sino las corporaciones.
T: ¿Creés que el periodismo sirve para que funcione la democracia, como se ve en el filme?
AM: Los periodistas, por supuesto. El periodismo depende de cómo se lo vea. El periodismo es una actividad fundamental para contrapesar el flujo de poderes del que hablamos, siempre y cuando pueda trabajar en una relativa libertad. Hoy sabemos que los medios no siempre permiten a los periodistas ejercer su profesión tan libremente y ese es el problema. Y esa libertad es cercenada no por cuestiones que hacen a la política o a las ideologías, como tal vez ocurría en otros tiempos. Hoy las grandes corporaciones son las principales generadoras de las corrupciones estructurales de los Estados y es por eso que necesitan controlar los medios, de los cuales muchas veces son sus dueños. (Télam)
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