Una de las victimas de abuso del ex sacerdote Moya dijo que la justicia tiene que dar el ejemplo

Pablo Huck, uno de los hombres que denunció por abuso sexual al ex sacerdote Marcelino Ricardo Moya, aseguró hoy que espera que en la sentencia que se conocerá la semana próxima en Entre Ríos "la justicia dé el ejemplo para prevenir" y para que "se

Argentina29 de marzo de 2019 Agencia Télam
Pablo Huck, uno de los hombres que denunció por abuso sexual al ex sacerdote Marcelino Ricardo Moya, aseguró hoy que espera que en la sentencia que se conocerá la semana próxima en Entre Ríos "la justicia dé el ejemplo para prevenir" y para que "se sepa que si se denuncia, hay condena y pena".
Así lo señaló Huck, quien es médico y estudia psiquiatría, en diálogo con Télam respecto del juicio en el que ya declaró contra el ex sacerdote Moya, sobre quien pesa un pedido de 20 años de prisión efectiva por abuso sexual y corrupción de menores.
"En nuestro caso, sería coherente la condena de este perverso disfrazado de cura, en el que se visibilizó el abuso a adolescentes y niños. Los testigos demostraron que hubo malversación de fondos y total abuso de poder", dijo hoy Huck, desde Entre Ríos.
El juicio contra el ex sacerdote, acusado de abusar de menores de edad en una parroquia de Villaguay entre 1992 y 1997, se inició el jueves 21 de marzo y durante tres audiencias declararon las dos víctimas denunciantes y 19 testigos entre ex compañeros, familiares, psicólogas y una perito, ante el Tribunal de Juicio y Apelaciones de Concepción del Uruguay.
Ayer, en sus alegatos, los fiscales Mauro Quirolo y Juan Manuel Pereyra y los querellantes Florencio Montiel y Juan Cosso realizaron un único pedido de condena y solicitaron 20 años de cárcel para Moya.
El viernes 5 de abril el Tribunal leerá el adelanto de la sentencia, dijeron fuentes judiciales.
Al respecto, Huck dijo que esperaba que "la justicia dé el ejemplo para prevenir" que casos similares no vuelvan a pasar y para que "se sepa que si se denuncia, hay condena y pena".
Huck y Eduardo Frutos denunciaron en 2015 haber sufrido abusos sexuales por parte de Moya cuando eran monaguillos y tenían 13 y 14 años.
El acusado era vicario de la parroquia Santa Rosa de Lima, apoderado y docente en el Colegio La Inmaculada, de Villaguay, y luego de la denuncia fue desplazado de su cargo.
Huck aseguró que su declaración "fue clara y contundente" y que "fue determinante" el testimonio de su psicóloga y de los peritos forenses del Poder Judicial, que hicieron la pericia a los denunciantes en 2015 y "dieron cuenta que nuestro relato era verosímil y categórico".
Los abusos de Moya llevaron también a Huck a cambiar por completo su vínculo con la fe religiosa y sus ideas acerca de la institución eclesiástica desde hace años.
"El encubrimiento de la Iglesia quedó en evidencia, la política de no destapar y mover a los curas para distraer, además de no colaborar con la fiscalía. Y hoy hay muchos sacerdotes condenados por abusos tras las rejas que siguen con ese cargo", dijo Huck, quien confesó ser "una persona espiritual y no religiosa. No hay nada que me ligue a lo dogmático".
El médico contó que pudo realizar la denuncia contra el acusado "tras atravesar un largo proceso" y poner en palabras lo que le pasó, en un ambiente terapéutico, recién a los 20 años.
"A los 36 años lo pude abrir con algún amigo y luego a mi hermana, quien me contactó con curas que me acercaron a la justicia", comentó Huck, quien luego de dimensionar el poder que tenía el acusado, confesó que "la decisión de hablar me tocó a mi, para que esto no vuelva a pasar".
El juicio a Moya es el tercer proceso por abusos a un integrante de la Iglesia Católica en Entre Ríos, luego de que Justo Ilarraz fuese condenado a 25 años en mayo de 2018, al igual que el párroco colombiano Juan Diego Escobar Gaviria en septiembre de 2017. (Télam)
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