Con algunos incidentes, aunque con menor intensidad en general, siguen las protestas en Peru

La reanudación del bloqueo de uno de los principales pasos fronterizos con Bolivia y el ataque a un grupo de camioneros en Cusco fueron hoy los datos salientes de las protestas antigubernamentales que llevan más de dos meses en Perú, que, no obstante, continuaron decreciendo en intensidad, informó la prensa local.
Un grupo de manifestantes volvió a bloquear el puente internacional Desaguadero, en el departamento sureño Puno, con el objeto de impedir el tránsito desde y hacia Bolivia, según la radio RPP.
Esta tarde, el tránsito allí se encontraba totalmente obstaculizado por piedras y montículos de basura a lo largo de la vía, detalló la emisora.
Mientras tanto, los comercios de la zona estaban cerrados en acatamiento a una huelga dispuesta en algunas regiones luego de una breve tregua que hubo a fin de permitir el abastecimiento de artículos de primera necesidad.
El paro tenía mayor acatamiento en los departamentos sureños Puno y Cusco, y en el norteño Piura, según el diario limeño La República.
Pese a que Puno es uno de los siete departamentos regionales en los que rige el estado de emergencia (sitio) decretado el fin de semana anterior por la presidenta Dina Boluarte, en las calles de Desaguadero no se observaba presencia de tropas militares, subrayó RPP.
Solo en ese departamento se verificaban más de 25 cortes de rutas, que impedían el acceso a ciudades como Ilave, Juliaca y Puno, entre otras, según datos de la Superintendencia de Transporte Terrestre de Personas, Carga y Mercancías (Sutran).
Paralelamente, la compañía minera Antapaccay denunció que un convoy de cinco camiones de una empresa proveedora de combustibles fue atacado anoche en el interior del departamento Cusco por manifestantes que bloqueaban una ruta.
El incidente dejó a un chofer con “lesiones severas” y vehículos “vandalizados con rotura de parabrisas y llantas”, según un comunicado de Antapaccay reproducido por La República.
Por otra parte, el fiscal Arturo Mosqueira pidió esta mañana a un tribunal que ordene prisión preventiva por 36 meses para dos dirigentes a los que acusa de organización criminal por supuestamente financiar parte de las protestas en curso.
La acusación sostiene que el dirigente rondero (de organizaciones de autodefensa) Cirilo Jara, de Cusco, y la docente Yaneth Navarro, de la región sureña Apurímac, fueron detenidos el 31 de enero cerca del aeropuerto internacional de Lima con dinero y documentación sobre su entrega para el traslado de manifestantes y la curación de heridos.
Mientras tanto, manifestantes provenientes de diversas regiones marchaban hoy por Lima, aunque en número bastante reducido en comparación con las concentraciones de las semanas precedentes.
Perú vive una ola de protestas antigubernamentales desde el 7 de diciembre, cuando el Congreso destituyó al presidente Pedro Castillo horas después de que este anunciara la disolución del parlamento y la formación de un gobierno excepcional con supresión de garantías constitucionales.
En esas protestas se reclama esencialmente la renuncia de Boluarte y el adelantamiento de las elecciones generales previstas para 2026.
Sin embargo, el Congreso unicameral desechó en las últimas semanas más de media docena de iniciativas destinadas a anticipar los comicios a 2024 o incluso a este año.
En ese contexto murieron 49 personas (48 civiles y un policía) en enfrentamientos y otras 11 como consecuencia de los cortes de rutas, y al menos 1.247 personas (entre ellas, 304 policías y seis militares) resultaron heridas, según el último balance de la Defensoría del Pueblo, publicado esta tarde.
La Defensoría reportó además que este mediodía se mantenían 32 cortes de rutas en diversos puntos de 12 de las 195 provincias en las que se dividen los 24 departamentos regionales del país.
La cantidad de bloqueos de rutas equivale a aproximadamente un tercio de la que se registraba dos semanas atrás. (Télam)