Escándalo con diputada retenida en un control de alcoholemia

La relación política entre Berisso y Ensenada cruje desde diciembre de 2015, cuando el color del signo político generó rispideces entre los municipios vecinos y este fin de semana tuvo su pico de escándalo, cuando una legisladora y exfuncionaria de Mario Secco tuvo su cruce con funcionarios radicales.

Es que la diputada ensenadense, Susana González, protagonizó un cruce con un funcionario berissense por una supuesta difusión del control de alcoholemia, que derivó en el secuestro del auto de la legisladora ultra k.

Resulta que la diputada conducía su Chevrolet Astra durante la madrugada del domingo y registró 0,51 gramos por litro de sangre (una décima por encima de lo permitido) por lo que fue multada con $5.000 y el secuestro del vehículo.El control se hizo en Montevideo y 9, en Berisso, lo que generó suspicacias políticas en la región.

Según asegura la dirigente ultra K, el municipio que conduce el radical, Jorge Nedela "hace política" difundiendo el control de alcoholemia. Mientras que desde el distrito que comanda Cambiemos, acusan a la diputada de Mario Secco de "querer zafar" el secuestro, y haber llamado a un funcionario local con ese objetivo.

La diputada ensenadense, Susana González, protagonizó un cruce con un funcionario berissense por una supuesta difusión del control de alcoholemia

La polémica se desató a raíz de un llamado que habría hecho Susana González al secretario de Seguridad de Berisso, Hugo Dagorret. Según consta, la legisladora habría pedido diez minutos, para bajar la décima y evitar el secuestro del auto, algo que fue negado. Sin embargo, rápidamente salió a la luz la noticia sobre el control de alcoholemia y el secuestro del vehículo de la diputada y generó todo tipo de especulación política entre los municipios.

"Es un pobre tipo si hace política con esto", disparó González convencida de que "Dagorret es el único que tenía ese dato (del procedimiento) y la mala intención de difundirlo".

Desde Berisso en tanto, Dagorret aseguró que "González me llamó a las 12 de la noche y en ningún momento me dijo lo de los diez minutos de espera. Me llamó para zafar que no le secuestraran el auto pero nosotros nada podíamos hacer porque en el procedimiento intervenía Vialidad Nacional y ellos registran el resultado de las alcoholemias en una computadora y ahí queda. No se de dónde sacó González que podía esperar diez minutos y hacer un nuevo control".

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