Sergio Berni con las horas contadas

La denuncia contra el ministro de Seguridad bonaerense por supuesto enriquecimiento ilícito disparó las especulaciones sobre su salida del gobierno de Axel Kicillof. Pero fuentes consultadas por GRUPOLAPROVINCIA.

Política 25 de noviembre de 2022 Redaccion GLP
Sergio Berni no es imprescindible.

Así enunciada, la idea es una obviedad, porque no hay imprescindibles en ninguna parte. Pero hasta hace muy poco tiempo el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires parecía gozar de una inmunidad absoluta contra el desplazamiento. Eso cambió.

La razón de que Berni penda de un hilo no es la denuncia, surgida en los últimos días, por supuesto enriquecimiento ilícito, a partir de propiedades no declaradas en Bariloche. Fuentes consultadas por GRUPOLAPROVINCIA.COM cuentan una historia diferente: hace tiempo que en la provincia de Buenos Aires hay malestar para con el ministro, y en su última y espectacular aparición pública la propia vicepresidenta Cristina Fernández se ocupó de entregar municiones a quienes quieren derribarlo.

Entre los intendentes del conurbano se interpreta así que la vicepresidenta eligiera hablar de la inseguridad en su discurso en el Estadio Diego Armando Maradona, de la ciudad de La Plata. Y que invocara, nada menos, que un éxito de su gobierno en el combate contra el delito: recurrir a fuerzas federales para cuidar el territorio que la Policía bonaerense no puede controlar. El Estado nacional puede hacerse cargo de aquello que al ministro provincial no le está saliendo bien, pareció decir Cristina.



Esa bajada de pulgar que entusiasma a algunos popes del Gran Buenos Aires también abre una rendija de esperanza para los jefes comunales del interior provincial, que no están para nada conformes con la gestión en Seguridad, aunque no salgan a decirlo públicamente (por prudencia, explican). Ocurre que los aportes del Ministerio a los distritos se dan con una lentitud exasperante.

“Estamos sin patrulleros. Ya no sabemos cómo explicárselo a Berni”, dijo un intendente a este medio. “Vamos a tener que ir a patrullar con autos comunes. Esto no pasó jamás. Nos hicieron arreglar cuatro patrulleros viejos. Nos dijeron: Vos encargate que después te llevamos cuatro o cinco nuevos. No vinieron nunca. El gobernador lo tiene que saber.”

La disconformidad se extiende por el interior bonaerense, incluso entre quienes no tienen grandes problemas de inseguridad en sus distritos. “Coincido con los intendentes del conurbano: hay mucha burocracia para el desembolso de fondos”, explicó otro mandamás local. Son muchos los municipios que tienen que hacerse cargo de la seguridad con fondos propios, comprando el combustible para los patrulleros y hasta ruedas y baterías.

Así lo expuso una senadora opositora que describió la arbitrariedad con la que Berni se manejaría en la distribución de recursos. “Llega a los distritos rápido, a las escondidas. Todo muy raro”, dijo la legisladora, que abona una hipótesis extendida: que Berni es intocable (pero ¿lo es todavía?) porque sabe demasiado.

“Tiene la banca de Kicillof y Cristina porque hay intereses en común. Fue legislador y funcionario y debe saber muchas cosas. Por eso es preferible que lo tengan en el gabinete y no afuera”, manifestó. “El tipo es una bomba de tiempo. No sabés para qué lado va a salir.”

Entre las numerosas fuentes consultadas para esta nota hubo un diputado de Juntos por el Cambio (JxC) que ofreció una explicacíón alternativa a la permanencia (hasta ahora) del titular de Seguridad en su cargo. “Es una figura polémica, mediática. Sigue en el gobierno porque es un personaje que pone la cara”, dijo. “Es el escudo mediático de Kicillof, porque él nunca habla de inseguridad.”



Sin embargo, la vicepresidenta, en el propio corazón del gobierno de Kicillof (la ciudad de La Plata), se permitió hablar de inseguridad, y sugiriendo, nada menos, que sería eficaz puentear a las fuerzas provinciales. Porque la Policía bonaerense, al mando de Berni, parece incapaz de resolver el problema del delito.

Aun así, hay quienes siguen apostando a la continuidad de Berni, y no por su efectividad, sino por alineamiento político. “Si Axel Kicillof, que es un cuadro intelectual indiscutible y tiene gestión, dice que Sergio Berni anda, lo banco”, manifestó un jefe comunal del Frente de Todos. Sin embargo, también agregó: “Si mañana Kicillof dice que Berni se tiene que ir, lo apoyo”.

“A mí no me importa si Berni se lleva mal o bien con los integrantes del gobierno. Yo quiero que dé respuestas a los altos índices de inseguridad y al narcotráfico. No los puede controlar, se le fueron de las manos”, dijo a GRUPOLAPROVINCIA.COM un senador de la UCR.

El nombre que suena para reemplazar al ministro de Seguridad es del de Julio Alak, también de alcurnia platense (fue intendente de la capital provincial). Alak no se bajaría de la cartera de Justicia, que ocupa actualmente, sino que ese ministerio absorbería al de Seguridad. Algo que ya ocurrió en la Provincia, donde hubo muchas idas y vueltas en el formato. Ricardo Casal supo ser ministro de Justicia y Seguridad durante el gobierno de Daniel Scioli.

“No sé si será Julio Alak el que lo reemplace”, dijo una diputada provincial de la oposición. “No es cuestión de nombres. Tiene que llegar alguien que no deje a la sociedad como rehén de los delincuentes.”
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