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Un video y una foto del nuevo Papa viendo a su equipo favorito en 2005 recorren el mundo. En Chicago, lo homenajearon con gorra, camiseta y ovación.
Deportes10 de mayo de 2025
Pamela OrellanaEn medio del shock global por la reciente muerte del Papa Francisco y la sorpresiva elección del estadounidense Robert Prevost como nuevo jefe de la Iglesia Católica, una inesperada imagen sacudió las redes sociales: un video de 2005 muestra al flamante Papa León XIV —aún laico en ese entonces— en las tribunas del U.S. Cellular Field, presenciando un partido de la Serie Mundial de béisbol.
La escena, fugaz pero contundente, lo muestra atento a cada jugada del duelo entre los Chicago White Sox y los Houston Astros. Fue durante el segundo juego de aquella final histórica, disputada el 22 de octubre de 2005, cuando el equipo del sur de Chicago se encaminaba a una barrida 4-0 que los coronaría campeones de la MLB por primera vez desde 1917.
La imagen generó una oleada de reacciones, tanto en el mundo religioso como en el deportivo. Si bien la grabación era inédita, el fanatismo de León XIV por los White Sox fue rápidamente confirmado por su hermano, John Prevost, en una entrevista con el canal local WGN-TV: “Siempre fue fan de los Medias Blancas”.
El flamante Papa, oriundo del estado de Illinois, tiene una fuerte conexión con las familias trabajadoras del sur de Chicago, un bastión histórico de los White Sox. No solo se lo veía frecuentar el estadio con frecuencia, sino que, según fuentes cercanas, también coleccionaba gorras y camisetas del equipo.
El gesto del nuevo pontífice no pasó desapercibido. Días después de su elección, los Chicago White Sox le rindieron un homenaje especial en su estadio, el Guaranteed Rate Field. Durante la práctica de bateo previa al duelo frente a los Miami Marlins, la pantalla gigante mostró un mensaje impactante: “¡HEY CHICAGO, ES FAN DE LOS MEDIAS BLANCAS!”.
La ovación del público no se hizo esperar. Como parte del tributo, el club le envió al Vaticano una camiseta oficial y una gorra con los colores del equipo. Un gesto que reforzó la imagen terrenal y cercana del nuevo líder religioso, quien ya había sido retratado como amante de la pizza y el tenis.

Sin embargo, en medio del furor, se produjo una insólita confusión: los Chicago Cubs, clásicos rivales de ciudad, creyeron que el Papa era hincha suyo. Publicaron un mensaje en X (ex Twitter) con una foto de su icónico estadio y la frase: “¡HEY, CHICAGO, ES FAN DE LOS CACHORROS!”
La confusión fue rápidamente aclarada por John Prevost, quien reiteró: “Siempre fue de los White Sox”. El desliz, aunque breve, avivó una vez más la clásica rivalidad entre los equipos de la ciudad.
La elección de un Papa estadounidense ya marcaba un hito histórico. Pero el perfil del nuevo Sumo Pontífice sorprendió aún más por su costado deportivo y popular. Su presencia en una Serie Mundial y el fanatismo declarado por una franquicia de la MLB no solo generan simpatía en el público norteamericano, sino que también refuerzan una narrativa de cercanía con la gente común.
A diferencia de su antecesor, el argentino Jorge Bergoglio —conocido por su pasión por San Lorenzo—, León XIV parece encontrar en el béisbol un canal de conexión con su identidad de origen. Y si bien aún es pronto para saber cómo este costado influirá en su papado, lo cierto es que el deporte volvió a colarse en el Vaticano... con gorra y bate incluidos.

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