Cómo hacer pan casero: la receta más fácil y rápida

¿Te gustaría aprender a hacer pan casero con ingredientes simples y sin complicaciones? En este artículo, GRUPOLAPROVINCIA.COM te enseña a preparar un pan delicioso, esponjoso y crujiente. Solo necesitás harina, levadura, agua, sal, azúcar y aceite. Además, te damos algunos consejos para que tu pan salga perfecto y puedas disfrutarlo en cualquier momento del día. Seguí leyendo y descubrí cómo hacer pan casero en pocos pasos.



Ingredientes

Para hacer un pan casero de unos 500 gramos, vas a necesitar los siguientes ingredientes:

• 500 g de harina de trigo común

• 15 g de levadura fresca o 5 g de levadura seca de panadería

• 325 ml de agua tibia

• 10 g de sal

• 10 g de azúcar

• 45 ml de aceite de oliva

Preparación

El proceso para hacer el pan casero es muy sencillo y rápido. Solo tenés que seguir estos pasos:

En un bol grande, mezclá la harina, la levadura, el azúcar y la sal. Integrá bien los ingredientes secos para que se distribuyan de manera uniforme.

Añadí el agua tibia y el aceite al bol y mezclá con una cuchara de madera hasta formar una masa pegajosa. No te preocupes si la masa está muy húmeda o tiene grumos, eso se arregla después.

Espolvoreá un poco de harina sobre la mesada y volcá la masa sobre ella. Engrasá tus manos con un poco de aceite y amasá la masa durante unos minutos, hasta que se vuelva más lisa y elástica. Podés agregar más harina si la masa está muy pegajosa, pero no te excedas.



Formá una bola con la masa y colocala sobre una fuente para horno forrada con papel manteca. Hacé dos cortes en forma de cruz sobre la superficie de la masa con un cuchillo afilado. Si querés darle un toque rústico al pan, podés espolvorearle un poco más de harina por encima.

Cubrí la masa con un recipiente apto para horno, como una olla o una fuente de vidrio. Esto va a crear un ambiente húmedo que va a ayudar a que el pan crezca y tenga una corteza crujiente.

Llevá el pan al horno precalentado a 200 ºC y cocinalo durante unos 45 minutos, o hasta que esté dorado y suene hueco al golpearlo.

Retirá el pan del horno y dejalo enfriar sobre una rejilla.

¡Ya está listo tu pan casero! Podés cortarlo en rebanadas y disfrutarlo solo o con lo que más te guste.



Consejos

• Podés usar otros tipos de harina para hacer tu pan casero, como integral, de espelta o de centeno. Eso sí, tené en cuenta que cada harina tiene una capacidad de absorción diferente, así que quizás tengas que ajustar la cantidad de agua o harina según el caso.

• Si querés darle más sabor a tu pan, podés agregarle semillas, frutos secos, hierbas aromáticas o especias a la masa. También podés usar otros líquidos en lugar del agua, como leche, yogur o cerveza.

• Si no tenés levadura fresca o seca, podés usar polvo de hornear o bicarbonato de sodio como sustitutos. La proporción es de una cucharadita por cada taza de harina. Eso sí, el resultado no será igual al del pan con levadura, sino más parecido al de un bizcochuelo o una torta.

• Si querés hacer un pan más grande o más chico, podés multiplicar o dividir las cantidades de los ingredientes según el tamaño que quieras. Lo importante es mantener las proporciones entre ellos.

• Si querés conservar tu pan casero por más tiempo, podés envolverlo en papel aluminio o film y guardarlo en la heladera o en el freezer. Para descongelarlo, podés calentarlo unos minutos en el horno o en el microondas.



Alternativa: pan con masa madre

Hace poquito te explicábamos cómo preparar masa madre. Si estás dispuesto a invertir un poco de tiempo en hacerla y mantenerla, se trata de una opción ideal para preparar pan casero.

Una vez que tengas tu masa madre lista, podés seguir la misma receta que te dimos para el pan casero, pero reemplazando la levadura por 200 g de masa madre. El resto de los ingredientes y el procedimiento son los mismos, solo que el tiempo de fermentación puede variar según la actividad de tu masa madre. Te recomendamos que observes la masa y la toques para saber cuándo está lista para hornear. El pan con masa madre tiene un sabor más intenso, una corteza más crujiente y una miga más alveolada que el pan con levadura. Además, se conserva mejor y tiene beneficios para la salud, como mejorar la digestión y el sistema inmunológico. ¡Animate a probar esta receta y contanos cómo te salió!