El ministro de Economía alemán, Robert Habeck, manifestó hoy a sus pares regionales su intención de seguir financiado grandes proyectos económicos, mientras que el primer ministro de Baviera, el conservador Markus Soeder, planteó la posibilidad de que el Gobierno alemán convoque a elecciones anticipadas, en medio de una crisis presupuestaria desatada tras una sentencia judicial.

El 15 de noviembre, el Tribunal Constitucional de Alemania declaró inconstitucional redirigir fondos por valor de 60.000 millones de euros (65.500 millones de dólares) respaldados por deuda.

El plan del Gobierno era que ese fondo se utilizara para financiar, entre otros proyectos, programas para una mayor protección del clima, para el establecimiento de futuras tecnologías y el desarrollo hacia una economía climáticamente neutra.

Pero los jueces dictaminaron que las normas de endeudamiento alemanas no permiten al Gobierno destinar a la lucha contra el cambio climático el dinero tomado en préstamo para paliar los efectos de la pandemia de coronavirus, cuando se suspendieron los límites de endeudamiento con carácter de emergencia.

Frente a este panorama, el ministro alemán de Economía, Robert Habeck, aseguró que los proyectos asociados al Fondo para el Clima y la Transformación, especialmente afectados por la sentencia, están dirigidos al "núcleo económico de Alemania".

Así, el político verde defendió la necesidad de que el Gobierno central aúne fuerzas con los estados federados.

Sin embargo, el primer ministro de Baviera, el conservador Markus Soeder, planteó hoy la posibilidad de que el Gobierno alemán liderado por el socialdemócrata Olaf Scholz, en coalición con liberales y verdes, debería enfrentarse a un voto de confianza "no en el Parlamento, sino ante el pueblo alemán" y convocar elecciones anticipadas.

Una coalición con Los Verdes "es un buen modelo para los buenos tiempos, pero no para los tiempos difíciles", dijo Soeder.

El también líder de la Unión Social Cristiana (CSU), socio regional de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), sugirió que los comicios podrían coincidir con las elecciones programadas para el Parlamento Europeo, el 9 de junio de 2024.

Soeder rechazó asimismo una posible reforma del conocido como freno de la deuda, figura legal que limita de manera general el endeudamiento estatal al 0,35% del Producto Bruto Interno (PBI).

La oposición -comentó- siempre está dispuesta a ayudar a Alemania.

"Pero la ayuda no consiste en suprimir o suavizar el freno de la deuda", dijo el presidente de la CSU.

"Rechazamos eso. Los líderes de la CDU y la CSU están de acuerdo en ello. Sería un error hacerlo ahora", añadió, en referencia a las opiniones manifestadas por otros líderes regionales de la CDU, que no descartaban una reforma del instrumento de disciplina fiscal.

Soeder pidió al canciller que "deje las cosas claras" en su prevista intervención de mañana en el Parlamento alemán.

Agregó que, en caso de que Scholz solicite suspender el freno de la deuda para 2023 en vista de la crisis, la CDU/CSU no se opondrá, más allá de considerarla errónea.

Por su parte, el diputado de Baviera, Hubert Aiwanger, en su papel de presidente de la Conferencia de ministros de Economía, calificó de "indispensables" los proyectos que debían financiarse a través de este fondo.

"Gracias al Fondo para el Clima y la Transformación se ha establecido en Alemania un ecosistema de cambio, una actitud en las empresas para invertir en el futuro", consideró.

Habeck indicó que el Gobierno espera que la pérdida de los 60.000 millones del mencionado fondo se traduzca en una caída de medio punto porcentual en el PBI del año que viene.

En las previsiones realizadas en la primera mitad del año, antes de la sentencia del Tribunal Constitucional, el Gobierno Federal esperaba que la producción económica alemana cayese un 0,4% en el año en curso. Para el año próximo, confiaba en un crecimiento del 1,3%. (Télam)