El empresario Daniel Noboa asumirá mañana como nuevo presidente de Ecuador con un mandato de apenas 17 meses y la urgencia por atender la grave crisis de seguridad que atraviesa el país y el severo cuadro socio-económico, para lo que eligió un gabinete con dirigentes muy jóvenes.

Con un bloque que será minoritario en la Asamblea nacional (AN, Parlamento), Noboa completará el mandato de Guillermo Lasso, que en mayo pasado dispuso la llamada “muerte cruzada”, esto es, la disolución del legislativo y nuevas elecciones presidenciales, cuando se encaminaba a ser destituido en un juicio político.

Noboa fue segundo en las elecciones de agosto, detrás de Luis González, de Revolución Ciudadana (RC), pero dio vuelta el resultado en la segunda vuelta de octubre.

La agenda de mañana arranca con una misa en la catedral de Quito, a las 8, y dos horas después Noboa irá a la Asamblea para su investidura.

Será también la vuelta de Lasso a ese espacio hostil para su gestión, al punto que la Presidencia debió confirmar hoy su asistencia a los actos.

Medios quiteños señalan únicamente al presidente de Colombia, Gustavo Petro, entre los mandatarios que asistirán a la jura.

Ya por la tarde, Noboa tomará el juramento a su gabinete, ya en el Palacio de Carondelet, sede del Ejecutivo.

Con su asunción. Noboa se convertirá, a los 35 años, en el presidente más joven en la historia del país.

Hijo de uno de los hombres más ricos de Ecuador -Álvaro Noboa, cinco veces candidato a la presidencia-, el electo mandatario fue postulado por la alianza Acción Democrática Nacional (ADN), que integraron dos fuerzas pequeñas y le propusieron encabezar la fórmula como extrapartidario.

En la AN, ADN tendrá solo 14 bancas, pero logró por ahora un acuerdo con la correista RC -el bloque más numeroso- y el Partido Social Cristiano (PSC), entendimiento que ya se expresó en la designación de autoridades del legislativo.

En la transición entre su elección y su jura, Noboa se vio apenas dos veces con Lasso. un primer encuentro fue formal, apenas pasada la segunda vuelta, y otro estuvo íntegramente dedicado a la cuestión seguridad, el más acuciante para la nueva administración.

El empresario visitó desde su elección Italia, España y Estados Unidos, en todos los casos en busca de inversiones y de discutir la deuda que afronta el país, que debe hacer fuertes pagos en los próximos dos años.

Curiosamente, Noboa se sentará mañana en el sillón principal de la Presidencia sin que haya dado a conocer por completo el gabinete que lo acompañará.

Por el momento, designó a Gabriela Sommerfeld en la Cancillería; a Sonsoles García en Producción; a Roberto Luque en Transporte y Obras Públicas; a Andrea Arrobo en Energía; a Daniel Calderón en Educación; a Andrés Guschmer en Deportes; a Zaida Rovira en Inclusión Social; a Ivonne Núñez en Trabajo; a Niels Olsen en Turismo; a Humberto Plaza en Vivienda; y a Sade Fritschi en Ambiente.

Dos de sus nombrados fueron cambiados antes de asumir: Sariha Moya iba a estar en Economía -de hecho, lo escoltó en sus giras y reuniones con el FMI-, pero ahora estará en Planificación y no se sabe quién ocupará esa plaza, e Iván Carmigniani estaría en Comunicación, pero la semana pasada se anunció que no sería secretario y que su lugar era para Roberto Izurieta.

(Télam)