¿Con qué fantasean sexualmente las mujeres?

La sexualidad ha cambiado mucho en los últimos años, pero sobre todo la sexualidad femenina ya que ahora, así como el hombre da a conocer cuáles son sus fantasías. Las fantasías son algo común en las personas y aunque mujeres y hombres puedan compartir algunas de ellas otras son estrictamente femeninas.

Fantasear parece sencillo ya que solo tienes que dejar volar tu imaginación y podrás llegar a vivir experiencias tremendamente placenteras. Eso sí, de momento solo en tu mente. En el plano sexual las fantasías te permiten dejarte llevar por tus pensamientos eróticos y entrelazar la mente, el cuerpo y las emociones.

Las fantasías sexuales son representaciones que hacemos en nuestra mente con temática sexual y aunque no lo creas se pueden producir de manera involuntaria (son mucho más comunes de lo que todo el mundo piensa). Sin embargo, la mayor parte de las personas prefiere guardar sus fantasías para su propia intimidad, ya sea por presión social o por un tema de moralidad.



El deseo sexual depende de cada persona y de cada circunstancia, pero en líneas generales se pueden distinguir tres tipos de deseos:

Deseo de descarga de la tensión sexual. Relacionado con la hormona testosterona. Típicamente masculino. Suele inhibirse por enfermedad o hastío.

Deseo de ser deseado. Surge de la necesidad de autoafirmación. Está relacionado con los neurotransmisores y las alteraciones de autoestima. Es propio de un perfil más femenino.

Deseo de encuentro mutuo. Cuando existe contacto y sincronía en situaciones de intimidad. Se inhibe por desavenencias y problemas de comunicación.

La imaginación es algo necesario en la vida sexual de una persona o una pareja y no sólo son cosa de hombres ya que las mujeres también tienen las suyas, aunque no siempre lo expresen verbalmente. En una pareja, conocer cuáles son las fantasías del otro puede ayudar a mejorar mucho la relación sexual entre ambos y potenciar el deseo sexual.

Durante años nunca se cuestionó sobre que le gusta a una mujer en una relación sexual, simplemente se asumía que las relaciones sexuales se centraban en la penetración, en el coito y en la eyaculación masculina, sin pensar en nada más. Afortunadamente esto cambio debido a varios factores y en la actualidad ambos pueden disfrutar de una relación sexual plena ya que, al librarse la mujer, el hombre puede satisfacer los deseos de su pareja.

Uno de los factores es el empoderamiento de la mujer (que sigue siendo un asunto pendiente en muchos aspectos de la sociedad) ha servido para dar visibilidad a los gustos, deseos y motivos por los que la mujer quiere vivir y disfrutar de su sexualidad de una manera plena y en igualdad de condiciones a como lo han hecho siempre los hombres durante tantos años.

Las mujeres hace tiempo que piden igualdad que también incluye al plano sexual. El empoderamiento femenino también a contribuido a que ahora la mujer hable sin tapujos de su sexualidad y diga lo que desea en cada momento: desde que la practiquen sexo oral hasta abrir su relación.

Este tema es de gran importancia ya que muchas veces se lo relaciona con el deseo sexual hipoactivo que se define como la deficiencia de pensamientos relacionados con el sexo y/o ausencia recurrente de apetito de mantener relaciones sexuales. Es fundamental eliminar hábitos tóxicos y mantener hábitos sexuales saludables ya que la satisfacción sexual no sólo incluye la satisfacción genital, sino la satisfacción afectiva (confianza, seguridad, estabilidad en la relación.

Algunas de las fantasías más frecuentes en las mujeres giran en torno a practicar sexo en lugares eróticos o prohibidos (ascensores, portales, playas, coches…). Este tipo de fantasías sexuales hacen que aumente la adrenalina durante el acto sexual y que la excitación sea aún mayor entre la pareja.

Otra fantasía habitual entre las mujeres es cierta sumisión o dominación. Es una fantasía que también tienen muchos hombres ya que a muchos de ellos también les atrae y les excita que la mujer sea la encargada de llevar las riendas y que sean ellas quiénes manden durante el acto sexual.  Un deseo compartido es cuando el otro diga qué tienen que hacer y les hagan sentir placer sin que ellas se lo pidan.

Practicar tríos. Según un estudio llevado a cabo en España por JOYclub, “el 35% de las encuestadas quiere hacer un trío y el 30% de ellas no tiene problema en acostarse con un desconocido, o una desconocida. De hecho, una de las fantasías más habituales pasa por mantener relaciones sexuales con otra u otras mujeres.

Ahora, conociendo estas fantasías, la pregunta es lógica ¿estarían dispuestas a ponerlas en práctica? Aunque para un 20% de las encuestadas las fantasías son solo eso, lo cierto es que ocho de cada diez españoles sí se han propuesto llevarlas a cabo. De todos ellos, el 29% comparte la idea con su pareja, con quien acuerda cumplirlas, mientras que el 11% las ha llevado a la práctica estando soltero.

Cómo cumplir las fantasías

Para hacer realidad las fantasías sexuales de la mujer es indispensable conocerlas y para eso la comunicación entre la pareja es la clave. Es importante hacer saber a la otra persona con qué disfrutamos -y con qué no-, pero también hay que interesarse sobre lo que la persona que tenemos delante desea, qué es lo que le excita y qué le apetece probar o experimenta.

Muchos hombres se preguntan qué tienen que hacer para excitar a sus parejas, pero la respuesta es fácil ya que cada mujer es única y, por ello, diferente de las demás. No a todas las mujeres les gusta lo mismo, por lo que no hay un abecedario general con información sobre cómo excitar a una mujer. Por lo general, los estímulos auditivos y táctiles suelen excitar más fácilmente a las mujeres, un masaje sensual, sentir caricias suaves y sensuales, ser el centro de atención son tácticas que también suelen funcionar.