Entrevista GLP: “Tenemos que encontrar respuestas para los productores que la están pasando mal”, afirmó Luciano Bugallo

El diputado provincial de la Coalición Cívica, que se reunió recientemente con ruralistas, afirma que las medidas dispuestas por la ley de emergencia frente a la sequía “no están llegando en tiempo y forma” y consideró que deberían extenderse los

Mundo05 de junio de 2023 Redaccion GLP
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–Diputados y senadores de la comisión de Asuntos Agrarios, que usted integra, recibieron a miembros de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), que nuclea más de 32.000 productores agropecuarios. ¿Cuáles son las necesidades inmediatas del sector?

El pedido de Carbap tiene que ver con un comunicado que ellos hicieron hace un par de semanas, donde manifestaban su preocupación por la lentitud con que la Provincia está poniendo a disposición de los productores afectados por la sequía las herramientas que la ley de emergencia brinda a todos aquellos que sufrieron una emergencia o una catástrofe. Ellos, hace un par de semanas, me pidieron a mí si podía organizar esta reunión; en el medio sale esta publicación, y cuando el ministro Rodríguez se entera, aparentemente se ofendió y se enojó, así que el lunes citó a la comisión de Carbap.

Ellos se reunieron anteayer con el ministro y también le manifestaron exactamente lo mismo que hablaron con nosotros: que estamos viendo que las herramientas que tiene la ley de emergencia, que pone disposición la Provincia una vez que decreta la emergencia, no están llegando en tiempo y forma. Básicamente ese fue el planteo y ver de qué manera podemos encontrar respuesta para los productores que la están pasando mal. Porque muchas veces uno, por más que vea que “ay, de pronto llovió, parece que la sequía se acabó”, la verdad que no es así, porque, tanto para la agricultura como para la ganadería, pero sobre todo agricultura, vos tenés distintas fechas de siembra: si hacés trigo es en invierno, si es soja o maíz, en septiembre o octubre se siembra. Entonces, si a vos no te llueve en ese momento, en ese momento no tenés humedad, que te llueva un mes después ya es tarde. Entonces, por ahí, el que lo mira de afuera o de un escritorio dice, “ah, bueno, se solucionó el tema de la sequía porque llovió el fin de semana, llovió el lunes”, pero en realidad, si vos no estás en una fecha de siembra, a lo sumo eso se acumula como agua, queda en el perfil de suela, pero en realidad, cuando vos tenés que sembrar, tenés que volver a tener humedad. Entonces, muchas veces se cree que el problema se terminó, pero seguimos transitando este problema.

Y sobre todo, hay productores que hace más de una campaña que no están pudiendo sembrar ni cosechar, entonces, como no tienen guita, no pueden pagar impuestos, no pueden comprar y los insumos, que de última eso es el menor problema, porque muchas veces las mismas empresas que proveen productos de insumos te terminan financiando la cosecha, entonces, de última, uno se autogpinancia con eso, pero lo cierto es que hay vencimientos de deuda, que hay vencimientos de impuestos y demás, que hay que afrontar y el productor no tiene plata. Y muchas veces, si tenés que decidir entre pagar un impuesto, en realidad, te estás comiendo los ahorros con que después tenés que salir a comprar semillas, combustible, arreglar una máquina. Y un poco fue ese el planteo: decir, “che, a ver, la Provincia es consciente de lo que está pasando”. Incluso hay muchos municipios que han estado lerdos con el tema de los decretos, con presentar los certificados de emergencia para que se decrete la emergencia en esos distritos. Después hay cuestiones como que la Provincia ha decretado la emergencia en varios distritos, pero te ponen tres meses, cuando en realidad, si vos tenés un ciclo agrícola que dura seis meses, que a vos te decreten la emergencia solamente por tres, en realidad, no te sirve de nada, porque en esos tres meses tenés que volver a pagar impuestos, y si no pudiste sembrar, si no tenés ahorros, ¿cómo vas a hacer para pagar impuestos?

–De hecho, usted ha planteado una reforma integral de la actual ley de emergencia, un proyecto que ingresó el año pasado.

Tal cual. La ley de emergencia estaba pensada más que nada para momentos de inundaciones. Cuando tenés una inundación, por lo general, te inunda una parte del campo y por ahí la parte más alta la podés cultivar. O por ahí se inundó el campo del vecino, que estaba en un bajo, y al lado tenés un campo que estaba en una zona de lomas y ese campo no se inundó. Pero una sequía agarra a todos por igual. Vos fijate que este año todo lo que es provincia de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, es todo el país que estuvo en sequía. Entonces, esta ley no estaba preparada para esta situación, porque la verdad que la situación de sequía es una situación extraordinaria, histórica, no hay recuerdo de cuánto tiempo atrás pasó algo similar, no hay registro.

Entonces, la ley actual había que actualizarla, modernizarla a estos tiempos que corren y generar algunas herramientas que sean más directas. Por ejemplo, que los decretos de emergencia, o la resolución que decreta la emergencia, sean por ciclo agrícola, por ciclo productivo. Para el que hace agricultura, que la emergencia dure como mínimo seis meses; para el que hace ganadería, un año. Porque acá hay que tener en cuenta que, por ejemplo, el que hace ganadería generalmente la época donde más produce pasto es en primavera: septiembre, octubre, noviembre. En verano llegás al pico. Y si ahí no tuviste reservas forrajeras, o sea guardar lo que te sobra, el fardo, rollos y demás, cuando te viene el invierno no tenés reserva de pasto, los animales no tienen para comer.

Entrevista realizada por Grupo La Provincia (grupolaprovincia.com)

Y acá lo que pasó el año pasado, por ejemplo, es que no hubo producción de pasto, no hubo producción de forraje, y los productores no tienen comida para pasar el invierno para los animales. Entonces, su ciclo agrícola, que hoy el productor tiene que salir a comprar pasto, comprar rollos que los traen de otras provincias, su ciclo agrícola dura un año. O sea, que el productor le lleva hoy, al que hace ganadería, no le importa. Le importa porque retiene agua en el suelo, pero en realidad no le va a cambiar si el pasto crece más o menos. Esto lo podés ver en el jardín de tu casa: hoy te llueve y el pasto no es que creció. En el verano, después de la lluvia, el pasto parece que explota y crece. Lo mismo pasa en el campo.

–Siguiendo esta línea, y pensando también en la delicada situación del sector agrícola-ganadero a nivel nacional también, usted ha criticado al gobierno Alberto Fernández por el decreto que deriva unos 300 millones de dólares en pos de financiar lo que es el Fondo Estabilizador del Trigo Argentino (FETA). ¿Por qué rechaza esta decisión del Ejecutivo nacional?

Paradójicamente el FETA en Argentina es sinónimo de tajada, y es lo único que justifica la existencia de esta medida. Arrancó el año pasado, cuando empieza la guerra de Ucrania, la invasión de Rusia a Ucrania, con la excusa de que eso iba a generar que aumente el precio del trigo, y por lo tanto iba a subir el precio del pan. Nosotros en ese momento planteamos que eso no iba a ser así, porque el precio del pan no depende del precio del trigo. Por supuesto, impacta un poco, pero no más del 10%, porque el resto, cuando vos gastás 1000 pesos en pan, casi la mitad de la conformación del precio son impuestos. Después tenés transporte, el panadero, el alquiler, la luz y demás, y el costo de la materia prima, que es el trigo, no llega nunca al 10%. Entonces, era falso decir en aquel momento que el precio del pan subía porque subía el trigo. Y lo que sí alertamos es que este fondo que se generaba, que eran 700 millones de dólares, que se originaba después de subir un punto y medio en retención en el aceite, harina y soja, o sea, están transcribiendo recursos de los productores agropecuarios a los molineros, no iba a dar resultado, y por dos motivos. Uno, porque si realmente querían ayudar a las familias de bajos recursos, vos podías, en todo caso, generar un subsidio directo a la demanda vía la Tarjeta Alimentar. O sea, si alguien no puede comprar pan, vos le podés subsidiar lo que esa persona consuma de pan. Hasta le podrías subsidiar el 100%, o sea, le reintegrás lo que gastó en pan. Ahora, ¿de qué te sirve estar subsidiando a un molino?

El 80% del presupuesto de ese fondo fue solamente para Molinos Cañuelas, un molino que está en convocatoria de acreedores, un molino que tiene deuda con el Estado, un molino que tiene sospechas y reiteradas denuncias de situaciones y manejos con los fondos. Es una empresa multimillonaria, pero que está quebrada y que se han fugado la guita afuera. Casi lo mismo que el kirchnerismo señala en Vicentín. Bueno, el Vicentín kirchnerista es Molinos Cañuelas.

Entonces, acá hay una clara maniobra que en realidad es favorecer a una empresa (seguramente a cambio de retornos, no hay ninguna otra justificación), que en realidad no generó lo que decían que iba a generar, que era que el precio del pan baje. De hecho, cuando el FETA arranca, el pan estaba en 200 pesos y hoy está en 800, 1000 pesos, no sé, porque no como pan, cuánto está valiendo hoy. Y aparte, ¿de qué te sirve subsidiar a un molino, que vos no tenés la garantía de que ese subsidio lo traslada al precio del trigo, y de última, ese trigo, que después termina en harina, llega a todas las panaderías? Yo no necesito subsidiar el pan de Barrio Norte, Recoleta o Palermo, de la zona más rica del país. Y no lo digo por cuestiones de resentimiento: es todo lo contrario. Y aparte, hay harinas 0000, por ejemplo, la que se usa para masas finas, y la verdad, yo no tengo que subsidiar eso.

En todo caso, si hay alguien que no puede comer, que no puede comprar, dale un subsidio, como dije, directo a la persona puntual, que vos sepas nombre y apellido, con lo cual, vía Tarjeta Alimentar, no solamente optimizás y hacés más eficientes los recursos, sino que es más transparente: sabés a quién fue, cuánto gastó, y hasta podés subsidiar el 100% de lo que consumió en pan.

Pero no, acá evidentemente la idea no es hacer eficientes los recursos, no es usarlos transparentemente, sino que esto es un curro que está armado para Molinos Cañuelas. Nosotros lo denunciamos a Felletti, denunciamos a Molinos Cañuela y a otros molinos más, que son parte también de Cañuelas. Y es un poco lo que señalamos, y evidentemente el gobierno sigue insistiendo: sigue tirando fondos, sigue beneficiando a un grupo de empresas amigas. Y la verdad que estamos en un contexto con el 50% de pobres, donde no hay guita, donde tenemos un 100% de inflación, pero el curro a medida de los amigos sigue existiendo.

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