Venezuela: ¿Fracaso o reconfiguración de la oposición?

La reciente salida de Edmundo González Urrutia hacia España ha reconfigurado la estrategia de la oposición venezolana. El excandidato presidencial, quien asegura haber ganado las elecciones del 28 de julio según los resultados publicados por la oposición, solicitó asilo en Madrid, generando un profundo impacto en la política venezolana.

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La noticia sorprendió tanto a simpatizantes como a adversarios. Aunque no está claro si María Corina Machado, líder opositora, conocía de antemano los planes de González, su respuesta fue inmediata. A través de su cuenta de X (anteriormente Twitter), Machado aseguró que la lucha no se detiene: "Es necesario preservar la libertad, la integridad y la vida de Edmundo", afirmó, agregando que el excandidato "luchará desde afuera", mientras ella lo hará desde Venezuela.

González, de 75 años, ha sido un pilar de la campaña opositora, aunque muchos analistas, como Carmen Beatriz Fernández, aseguran que su rol ha sido más simbólico que estratégico. "Fue el receptor de los votos de Machado, pero no es el líder de este proceso", señaló Fernández, sugiriendo que la verdadera figura central de la oposición sigue siendo Machado.

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Un golpe emocional para la oposición

El impacto emocional de la salida de González no ha pasado desapercibido. "Para muchos venezolanos, ha sido un sentir de abandono", comentó Fernández a CNN, explicando que la decisión de González podría desmoralizar a sus seguidores, ya golpeados por la represión del régimen de Nicolás Maduro. Sin embargo, los expertos coinciden en que esta decisión no marca una fractura en la oposición.

Por su parte, el politólogo Jesús Castellanos también afirmó que el mensaje leído en Madrid por una de las hijas de González aclara que la lucha continuará, un punto clave para evitar la sensación de derrota entre los seguidores opositores.

Maduro celebra, pero la presión sigue

Tras el anuncio de la salida de González, el presidente Nicolás Maduro minimizó el asunto, deseándole suerte al excandidato en su "nueva vida". Sin embargo, la tensión internacional sigue creciendo. El fiscal general, Tarek William Saab, declaró que la oposición está fracturada, pero la realidad parece más compleja.

González y Machado insisten en mantener el reclamo de las elecciones de julio, con la mirada puesta en enero de 2024, fecha en la que González asegura que será juramentado como presidente constitucional de Venezuela. Para muchos, como el analista Castellanos, el régimen de Maduro intentará enterrar este tema, pero la oposición buscará apoyo internacional y mantener una movilización sostenida.

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El rol de la comunidad internacional y el futuro de la oposición

La estrategia opositora ahora apunta a una mayor presión diplomática. Desde su llegada a Madrid, González se ha reunido con importantes figuras políticas españolas, como el presidente Pedro Sánchez y los expresidentes Felipe González y Mariano Rajoy. Para Fernández, "González vale más en Madrid que refugiado en una embajada o preso en Venezuela", sugiriendo que su experiencia como diplomático será clave en la articulación de los esfuerzos internacionales contra Maduro.

Por otro lado, la oposición enfrenta la necesidad de fortalecer sus alianzas internas. Si bien Machado se ha consolidado como la líder indiscutible, hay llamados para ampliar el músculo opositor y articularse mejor con otros sectores políticos y sociales. Analistas como Castellanos coinciden en que, si bien la conducción de Machado ha sido acertada, es necesario fortalecer las alianzas con otros partidos y la sociedad civil.

Un futuro incierto para Venezuela

El régimen chavista, por su parte, no ha mostrado señales de ceder. Tras el fallo del Tribunal Supremo de Justicia que convalidó la reelección de Maduro, las instancias legales parecen agotadas en Venezuela. Sin embargo, la comunidad internacional, incluida España, sigue exigiendo la publicación de los resultados electorales completos.

Mientras tanto, la posibilidad de una transición pacífica en enero parece lejana. Analistas no descartan que el régimen de Maduro intensifique la represión, tal como lo ha hecho en Nicaragua bajo Daniel Ortega. La reciente designación de Diosdado Cabello como ministro del Interior refuerza esta hipótesis. "Cabello es el más radical y puede llevar al régimen a tomar decisiones extremas", advirtió Castellanos.

El camino hacia enero es incierto. La oposición insiste en que González será juramentado como presidente, pero, como lo señaló Fernández, "para que eso ocurra, deben pasar otras cosas", incluyendo una mesa de negociación con el chavismo que, hasta ahora, parece inviable.

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La oposición ha convocado una movilización nacional para el 28 de septiembre

Por su parte, Machado llamó a los venezolanos a salir masivamente a las calles para exigir el respeto a los resultados de las elecciones internas del 28 de julio y demostrar que la lucha contra el régimen de Nicolás Maduro sigue vigente. Además, se espera que la protesta tenga un alcance internacional, con manifestaciones en varias ciudades del mundo donde la diáspora venezolana juega un papel activo.

El chavismo, por su parte, ha minimizado la importancia de la movilización, mientras que algunos sectores han advertido sobre posibles medidas de control para evitar disturbios. A pesar de esto, la oposición mantiene la convocatoria como un "grito de libertad", con expectativas de una fuerte presencia en las calles y apoyo internacional en esta jornada clave.