Entrevista GLP: “Hay que tomar decisiones que ayuden al pueblo, no a los grupos concentrados”, disparó Alonso

La diputada provincial del Frente de Todos consideró que sería “fundamental que empezáramos a discutir” cuestiones como la participación de los trabajadores en las ganancias de las empresas.

Mundo 02 de mayo de 2023 Redaccion GLP
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–Estuvo presente en el acto de Cristina Fernández de Kirchner en el Teatro Argentino de La Plata. ¿Qué lectura puede hacer del discurso de la vicepresidenta?

Parece que la militancia no quiere entender que hay un problema y que si no resolvemos eso de fondo, más allá de los nombres, no se va a resolver el problema que tiene Argentina. Y el problema que tiene Argentina, que obviamente también lo tiene el mundo, pero nosotros lo tenemos que abordar desde nuestras propias herramientas, es la distribución del ingreso, es quién se queda con las grandes ganancias que está teniendo nuestro país. Vemos hoy un nuevo paradigma en el cual trabajadores asalariados son personas pobres que no llegan a fin de mes. Esto es la primera vez en la historia que pasa, lo cual nos lleva a estos nuevos pensamientos.

La Escuela Justicialista lo que va a brindar son herramientas, primero para formar, porque hay que formarse en las nuevas problemáticas que está teniendo nuestra sociedad, y además para ver qué se puede hacer, cómo abordar estos temas y cuál va a ser la respuesta de la militancia formada y capacitada para enfrentar estas nuevas problemáticas.

Obviamente, sabemos que los que realmente manejan el poder no quieren ni ser nombrados ni ser vistos. La verdad que estas clases magistrales de Cristina nos dejan maravillados, y además pensábamos con mi ‍compañero Carlos Ortega, que es el presidente del Partido Justicialista (PJ) de Campana, cómo el kirchnerismo logró hacernos ver de otra forma la realidad: nos habla con la verdad. Hasta que llegó Néstor en 2003, los discursos de la política no tenían la verdad como eje fundamental de su doctrina, no tenían la verdad de decirle al pueblo lo que estaba pasando, para bien y para mal, cuál era la realidad. Néstor y Cristina nos enseñaron en política a hablar con la verdad. Creo que fue un cambio de paradigma que vivimos nosotros y con esa verdad que muchas veces tiene nombre y apellido. Hay que ponerlo en la escena. Hay que problematizar esto. Hay que ponerlo en crisis para cambiarlo. No puede ser que veinte empresas formen el 74% de las góndolas de nuestro país y que la gente no pueda comprar leche en nuestro país porque hay una sola marca que hace casi el 90% de la leche en sachet, y es Mastellone. Yo creo que esto realmente nos interpela como militantes y nos hace ver que no se puede bajar un minuto los brazos.

Nosotros no estamos peleando contra esta inflación, estamos peleando contra los mismos que hace 200 años gobiernan la Argentina, que junto con el Poder Judicial logran encerrar y achatar a la población argentina. Unos pocos se benefician en detrimento de muchísimos millones de argentinos y argentinas, y realmente hay que ir a hablar casa por casa, como hacemos nosotros acá en Campana junto a Carlos Ortega, para decir con nombre y apellido cómo lo vamos a cambiar, quiénes son las personas que están haciendo que el hambre se profundice en Argentina, que la corrida cambiaria se profundice en Argentina, que la falta de trabajo se profundice en Argentina, que la riqueza sea para unos pocos en detrimento de los 47 millones de argentinos.

Entonces, esto que Cristina nos invita a hacer, a nuevamente pensar, ya la corre de un nombre propio. Porque claro que todos queremos que sea Cristina, porque por eso Cristina está perseguida, fue violentada políticamente, la intentaron matar. O sea, todo esto que le pasa a Cristina no le pasa por casualidad, le pasa porque es la única dirigenta política que se enfrentó con estos grupos concentrados de poder. Ahí está la cuestión. Como decía ella, y lo decimos todos, lamentablemente el presidente de la Nación, cuando tuvo que tomar decisiones, no las tomó, por ahí para no enojar a otros grupos económicos, y sin embargo terminó enojando a toda la población: a los grupos económicos concentrados a los cuales no se enfrentó y a la gente a la que, por no haberse enfrentado, perjudicó, que es el pueblo.

Entrevista realizada por Grupo La Provincia (grupolaprovincia.com)

–¿Coincide con Cristina en este aspecto, en que no se puede gobernar satisfaciendo a todos?

Pero por supuesto. Y eso nos pasa en nuestros propios trabajos a todos: sea cual sea el trabajo que tengas, tenés que tomar decisiones. Y esas decisiones generalmente a alguna persona le van a molestar. Pero, cuando vos estás en un lugar de poder, tenés que tomar decisiones en beneficio de la mayor cantidad de personas. Esto es lo que hay que hacer: tomar decisiones que ayuden al pueblo. El pueblo son 47 millones de argentinos; los grupos concentrados son doscientas familias. Entonces, creo que esto es lo que tenemos que entender. Y además, ver cuál es la solidaridad que van a tener en esa mesa a la cual llama Cristina a sentarse. Porque acá todos sabemos lo que ponemos, hasta el impuesto a las ganancias, las alícuotas que paga cada persona. En cambio, las empresas pagan el 2% en vez del 35%.



La verdad, a veces uno, como militante, se siente mal por no tener tanta información. Y que venga Cristina a esclarecer esto realmente es importante. Creo que todos nos tenemos que formar cada vez más, y si bien no es mi métier lo económico, porque lo mío es la seguridad social, tenemos que tener en claro mucho de esto. Porque los que se quejan del gasto público, los que se quejan del gasto en las empresas (porque para todos en la derecha el gasto siempre son las personas), son justamente los que hacen la ganancia a los empresarios y las empresarias. Siempre atacan al trabajador y a la trabajadora, como un gasto: un gasto público en el Estado o un gasto patronal dentro de las empresas. Y sin embargo, cuando uno va a los balances (y por eso nunca quieren discutir algo que Héctor Recalde lo viene discutiendo desde hace mucho tiempo, que está en el artículo 14 bis de la Constitución Nacional, que es cómo se reparte el ingreso de las empresas, las ganancias de las empresas, por qué no tienen incumbencia los trabajadores y las trabajadoras, cuando es un artículo que está en nuestra Constitución y que no se implementa, que sería fundamental que pudiéramos empezar a discutir también), ve que para las malas siempre estamos los trabajadores y las trabajadoras y el pueblo argentino, y para las buenas siempre están los mismos.

–Cristina manifestó que el “bastón de mariscal” no es para dárselo por la cabeza a otro compañero. ¿Considera que, con esta frase, le bajó el tono a la interna?

Por supuesto, y aparte te digo que yo esta frase ya la había escuchado con otra compañera diputada. Habíamos estado hablando de que la gente lo malinterpretó y que cada uno agarra su propio bastón de mariscal. En ese momento Cristina nos llevó a tomar las decisiones, como nos volvió a hacer cuando nos sentamos hace poco en el Senado con ella un grupo de sindicalistas. A ponernos los pantalones, las polleras largas, a ponernos realmente en el lugar en el cual estamos y representamos. Sí, por supuesto, bajó un poco el tono, pero en realidad ella no lo había subido: fue una mala interpretación. Ahora todo el mundo salió con el bastón de mariscal, “yo puedo, yo hago esto, yo hago lo otro”.

En realidad, como dijo Cristina, es pingüina: ella construye en comunidad, en conjunto, a diferencia de los halcones y de las palomas que vuelan en solitario. Creo que nosotros tenemos tanto para aprender, y de verdad, creo que es la dirigenta política de la historia argentina, con lo que conlleva ser la más importante. Si vos me hablás de Perón, me hablás de Eva o me hablás de Néstor, yo te repito que Cristina Fernández de Kirchner es la dirigenta política más importante de la historia argentina. Y seguramente yo no lo veré, pero la historia me va a dar la razón.

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