La presidenta de la Universidad de Harvard, Claudine Gay, criticada por sus declaraciones sobre cómo lidiar con el antisemitismo en el campus académico en el marco del conflicto entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamas, permanecerá en su puesto tras recibir hoy el apoyo de un órgano superior de la institución.
Gay fue objeto de críticas tras negarse a afirmar la semana pasada durante una audiencia en el Congreso estadounidense que los estudiantes que llaman al "genocidio de judíos" en sus recintos violan los códigos de conducta estudiantil, actitud similar a la que adoptaron otros dos rectores de importantes universidades estadounidenses, una de las cuales ya renunció.
"Depende del contexto", respondió a los legisladores, que de inmediato exigieron su renuncia y la de otros dos prestigiosos académicos interrogados en la sesión: los jefes de la Universidad de Pensilvania y del Massachusetts Institute of Technology (MIT).
De todas formas, la Corporación de Harvard, uno de los órganos superiores de la universidad, reafirmó este martes en un comunicado su "apoyo al liderazgo continuo de la presidenta Gay al frente de la Universidad de Harvard".
Sin embargo, criticó la respuesta inicial de la universidad frente al ataque de Hamas el 7 de octubre, en el que murieron 1.200 personas y 240 fueron tomadas como rehenes, entre ellos una veintena de nacionalidad argentina.
La respuesta israelí con intensos bombardeos redujo a escombros grandes áreas de la Franja de Gaza gobernada por Hamas y según el ministerio de Salud local, ya se acumulan más de 18.000 muertos, en su mayoría mujeres y niños.
"Mucha gente ha sufrido tremendos daños y sufrimiento debido al brutal ataque terrorista de Hamas, y la declaración inicial de la Universidad debería haber sido una condena inmediata, directa e inequívoca", consideró la corporación.
"Los llamados a un genocidio son despreciables y contrarios a los valores humanos fundamentales (...) La presidenta Gay se ha disculpado por la forma en que manejó su testimonio en el Congreso", añadió la institución académica.
El conflicto entre Israel y Hamas genera posiciones encontradas en varias de las universidades más renombradas de Estados Unidos, como Harvard, UPenn (Filadelfia) y Columbia (Nueva York), donde varios donantes pidieron que se condene claramente las manifestaciones de estudiantes propalestinos y dos grupos de jóvenes ya han sido suspendidos.
La presión sobre Gay aumentó desde el sábado tras la renuncia de la presidenta de la Universidad de Pensilvania, Elizabeth Magill.
Gay, primera mujer negra al frente de Harvard, tenía el apoyo de 700 profesores, que criticaron cómo se gestionó la crisis, pero pidieron resistir a las "presiones políticas".
Tras sus declaraciones iniciales, Gay se vio obligada a aclarar sus comentarios.
"Algunos confundieron el derecho a la libre expresión con la idea de que Harvard toleraría los llamamientos a la violencia contra los estudiantes judíos. Quiero ser clara: los llamamientos a la violencia o al genocidio contra la comunidad judía, o contra cualquier otro grupo étnico o religioso, son despreciables", subrayó en un comunicado.
Los llamados "no tienen cabida en Harvard y los que amenazan a nuestros estudiantes judíos deberán rendir cuentas", agregó Gray. (Télam)