Miles de guatemaltecos encabezados por el presidente electo, Bernardo Arévalo, marcharon hoy en la Ciudad de Guatemala contra la corrupción y para exigir la renuncia de la fiscal general, Consuelo Porras, que lleva adelante una ofensiva contra él.

"Hoy marchamos en unidad por este país que va a florecer a pesar de los corruptos", afirmó el político socialdemócrata de 65 años, bajo acoso judicial por supuestas anomalías en la inscripción de su partido Semilla en 2017 y por apoyar la ocupación de una universidad estatal en 2022.

La "Marcha por la democracia" recorrió calles del centro histórico y pasó frente a las sedes del Congreso, la Corte Suprema y Corte de Constitucionalidad, donde los manifestantes, convocados por organizaciones civiles y grupos indígenas, gritaron "fuera corruptos", según la agencia de noticias AFP.

Arévalo afirmó que las autoridades "han traicionado" al pueblo, porque lo han "dividido para establecer regímenes que sólo sirven a unos pocos y que marginan y discriminan a todos".

"Esa democracia débil y frágil que hemos tenido, que ha sido violentada de distintas formas, logró, sin embargo, crear el espacio para que los guatemaltecos habláramos contundentemente y dijéramos ¡ya no más, ya no más corrupción!", agregó.

"Fuera ratas corruptas" y "No al golpe, que se respete la democracia", se leía en pancartas que portaban los manifestantes, quienes ondeaban también banderas guatemaltecas.

Arévalo había solicitado el 18 de septiembre a la Corte Suprema que dejara sin efecto todas las actuaciones del Ministerio Público contra el Tribunal Supremo Electoral (TSE) y su partido Semilla, y en su lugar procesar a la cuestionada fiscal general Porras, pero el cuerpo rechazó el pedido.

La petición también abarcaba al fiscal Rafael Curruchiche, que dirigió allanamientos a oficinas del TSE y al juez Fredy Orellana, que ordenó la suspensión de Semilla por supuestas irregularidades en su conformación en 2017.

Varios sectores y organizaciones iniciaron el 2 de octubre una serie de manifestaciones en reclamo de la renuncia de la fiscal general Consuelo Porras y otros funcionarios judiciales, a quienes acusan de atentar contra la democracia.

Arévalo, que se impuso el 20 de agosto en segunda vuelta y asumirá la presidencia en enero de 2024, sostiene que las acciones contra su partido obedecen a un "golpe de Estado en curso" por el temor de las élites a su promesa de combatir la corrupción. (Télam)