Polémica por las frazadas millonarias de Tolosa Paz: “Es escandaloso”, dijo Asseff

El diputado nacional de Juntos por el Cambio cuestionó la compra de esos elementos “para que lleguen a mediados de primavera” y dijo que este tipo de operaciones “no son el mejor mensaje para la gente, que está sufriendo tantas penurias y

Mundo 07 de septiembre de 2023 Redaccion GLP
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–Días atrás usted se manifestó en las redes preocupado por el hecho de que muchos argentinos y muchas argentinas prefieren “apostar al que se pudra todo”, sobrepasados quizás también por la bronca con los partidos tradicionales. En este marco, ¿cómo avizora la campaña de acá a octubre?

Es sabido que el voto, en general, en el mundo entero, en nuestra América del Sur especialmente, porque es nuestra región, la que conocemos mejor, y en la Argentina, tiene una alta dosis de emotividad o emocionalidad, y a lo mejor una escasa cuantía de racionalidad. Las plataformas, las propuestas, son leídas en general, pero más los títulos que los contenidos de letra chica. En general, el voto expresa otro objetivo: el objetivo de aprobar o de rechazar, básicamente. Y bueno, nuestra democracia, en cuarenta años, lo que ha logrado como un balance preliminar, y en este lapso que no es poco, que es una vida, un balance bastante deficitario. En educación, en economía, en pobreza, en desnutrición, en desigualdades, en una Justicia que no termina de ser confiable, en seguridad, que tenemos problemas como cuando empezó el proceso de restauración democrática.

Bueno, todo eso se resume y sintetiza en un voto bronca. El voto bronca es el que ganó el 13 de agosto, expresando menos de un tercio de la población (y, si descontamos los ausentes, es un cuarto de la población). Pero, en definitiva, es incidente, es gravitante. Y es preocupante.

Entrevista realizada por Grupo La Provincia (grupolaprovincia.com)

–Cuando menciona el hecho de que hay propuestas, pero solo se leen los títulos, no el trasfondo de estas propuestas, me imagino que hace hincapié principalmente en Javier Milei y sus rebombantes propuestas, ¿no?

Sí, en general todas las propuestas son leídas y analizadas por la gente más por los títulos y por el impacto que ellos generan que por el contenido o por su minucia, digamos. La dolarización, por ejemplo, es un caso. La dolarización necesita 100.000 millones de dólares. Máxime si se hará (o se haría) con la cotización de mercado del valor del dólar y por supuesto, el valor del peso, que hay que rescatar del circulante. Es imposible de hacer. Pero además hay un grave problema, que no está dicho en este marco de la dolarización: que la dolarización no es magia para resolver el problema del sobregasto estatal y del déficit de las cuentas fiscales. Es decir que con dolarización o sin dolarización hay que hacer exactamente lo mismo, que es reducir el gasto estatal. Y ese es el talón de Aquiles de cualquier programa, porque prometerle a la gente que vive sufriendo, que vive con un ajuste permanente, que tiene una inflación rampante y galopante, que la única solución es otro ajuste, bueno, está contraindicado en cualquier manual proselitista electoral. Por eso es que hay que explicarle muy bien cómo se hace la reducción del gasto público. Y eso es lo que está intentando Patricia Bullrich con su programa, su propuesta, porque apunta (además de que hay que terminar con el mal gasto estatal y con la corrupción) a generar los dólares, en lugar de extraerle más recursos a la población, a los sectores que pagan impuestos.

Victoria Tolosa Paz.

Porque ahí está la clave: más dólares genuinos que entren que los recursos que vengan al fisco por la tributación, que ya en la Argentina es intolerable.

–Lo llevo ahora a una de las polémicas de las últimas horas, que tiene que ver con la ministra Victoria Tolosa Paz. Usted, como diputado, ¿qué opina de este revuelo que se generó por la compra millonaria de frazadas por parte del Ministerio de Desarrollo Social?

Comprar frazadas para el invierno crudo podría ser justificado en un ministerio que tiene el nombre de Desarrollo Social. Ahora, comprarlas para que lleguen a mediados de primavera, cuando ya no son tan necesarias, y sobre todo comprarlas con un sobreprecio del 177%, realmente es escandaloso. Esto también se parece mucho a los 600 automóviles que compró Agua y Saneamientos Argentinos (AySA) al fin del mandato de su titular, la señora (Malena) Galmarini. La gente pregunta: ¿por qué necesita AySA 600 autos nuevos, y todos comprados en un momento en que está terminando la gestión? ¿A qué responde? La gente está azorada por estos gastos. Sobre todo porque le están planteando que estamos “secos”, como se diría en el lenguaje coloquial. Entonces, si estamos secos, ¿cómo se gasta tanto y de un saque, sin una justificación, sin una racional motivación que la gente entienda?

Entonces, frazadas con sobreprecio, automóviles al por mayor, no parece ser el mejor mensaje a la gente que está sufriendo tantas penurias y tantas dificultades, desde la clase media hasta los sectores marginales más humildes, que realmente la están pasando muy pero muy mal.

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