El presidente de Swiss Medical Group, Claudio Belocopitt, señaló hoy que el sistema de medicina prepaga, como venía funcionando, “lo iban a chocar con una montaña”, al referirse al Decreto de Necesidad y Urgencia que firmó el presidente Javier Milei que incluye modificaciones a la operatoria de este sector.
“Los costos iban por el ascensor y las actualizaciones (de las cuotas) por la escalera, lo que generaba un deterioro descomunal. (Los representantes de las prepagas) vamos a hacer una reunión en las próximas horas donde nos vamos a juntar para, primero, definir prácticas para salir de una situación que es extremadamente alarmante”, señaló el empresario esta mañana a Radio con Vos.
Belocopitt afirmó que ya está previsto un aumento del 50% en las cuotas determinado por el Índice de Costos de Salud, cuya atribución del Estado se derogó con el DNU.
“El aumento promedio de atraso para amortiguar parcialmente los impactos que tenemos va a estar entre 40% y 50%. Esa fórmula fue armada para una inflación del 3% mensual y no para una del 25% o 30%", sostuvo.
Tras lo cual, manifestó: “No estoy contento en tomar estas medidas, pero la industria farmacéutica nos viene con aumentos del 100% o 120% en los medicamentos y nosotros no podemos decirles que paramos de comprarles”.
De todos modos, sostuvo que “sería mejor que el decreto vaya al Congreso, se discuta y se definan todos los casos para que no quede ninguna duda”.
El Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/2023, publicado hoy en el Boletín Oficial, introduce modificaciones al marco regulatorio de la medicina prepaga, liberalizando los precios de sus cuotas y permitiendo a los afiliados redireccionar de forma directa sus aportes de salud a estas empresas.
Entre los considerandos del decreto se señala que la liberalización de precios permitirá “aumentar la competitividad del sistema”.
El apartado de Salud del decreto contiene dos capítulos dedicados a las prepagas y obras sociales.
La modificación a la Ley 26.682 le quita la potestad al Estado de “revisar los valores de las cuotas y sus modificaciones” y elimina la comisión permanente que regulaba las prepagas que contaba con representantes del Ministerio de Salud y de Economía, al igual que el Consejo Permanente de Concertación que contaban con integrantes ad-hoorem de Salud, y entidades representativas de los usuarios y las empresas.
Además de no poder regular los precios, la autoridad de aplicación no podrá fijar más los aranceles mínimos obligatorios ni regular los modelos de contratos.
El único criterio remanente para las cuotas de las prepagas es que haya una variación máxima de tres veces entre el precio diferencial para los planes de la primera y la última franja etaria.
Hasta hoy los aumentos debían ser autorizados por el Estado en función de criterios de razonabilidad y de variaciones de la estructura de costos de la firma: para ello se utilizaba un índice de Costos de Salud que era publicado mensualmente por la Superintendencia de Servicios de Salud.
Del mismo modo, se eliminan los topes de aumentos –equivalente al 90% de la variación mensual del índice salarial Ripte- que regían desde el año pasado para quienes tuvieran ingresos de hasta un determinado monto y completaban una declaración jurada.
Por otra parte, las empresas ya no estarán obligadas a transferir a los afiliados a otra empresa en el caso de quiebra.
El DNU añade dentro del régimen de obras sociales (Ley 23.660) a las prepagas, lo cual permitirá a los trabajadores redirigir sus aportes de forma directa a la entidad de medicina privada.
Hasta el momento, pasado el primer año –donde los aportes deben ser redirigidos a la obra social seleccionada por el empleador- los usuarios de prepagas tenían la posibilidad de tramitar ante la empresa la deducción de sus cuotas de dicho aporte.
Hasta hoy, esos aportes tenían que pasar por una obra social seleccionada por la prepaga que actuaba como intermediaria y que se quedaba con un porcentaje de los aportes antes de girar los fondos, el cual promedia el 5% en el caso de que las prestaciones son brindadas en su totalidad por prepaga. Con el DNU, los aportes se podrán destinar de forma directa a las firmas privadas.
La incorporación de las prepagas al régimen implica también que deberán realizar los aportes al fondo de redistribución con el que se financian las prácticas de alta complejidad, el cual equivaldrá al 20% de las cuotas.
“Frente a la crisis del sistema de salud es imperativo lograr reducciones contundentes en los costos de las prestaciones, lo que en definitiva redundará en un beneficio directo para la población en general”, indican los considerandos.
El propio asesor presidencial Federico Sturzenegger, uno de los funcionarios encargados de la redacción del DNU, señaló que éste se trata de uno de los puntos que permitirá atacar a la “casta empobrecedora”.
"(El expresidente, Carlos) Menem no quiso meterse con el tema de las obras sociales. El cambio que propone (el actual presidente) Javier Milei es el más grande en ese sistema desde (el exmandatario de facto, Juan Carlos) Onganía. Milei no les dice a los sindicatos que no tengan obras sociales o que no provean sistemas de salud sino que compitan, porque la competencia los va a hacer mejores y hace que un sistema económico capitalista funcione en favor de la gente", manifestó esta mañana en diálogo con Radio Mitre. (Télam)