La ley del aborto legal en Uruguay es un faro para el debate en la Argentina

Aprobada hace ocho años como fruto del consenso politico, la ley de Interrupcion Voluntaria del Embarazo en Uruguay disminuyo la mortalidad materna y el numero de abortos en el pais, ademas de mejorar la salud materna y la infantil, afirmaron

Mundo26 de diciembre de 2020 Agencia Télam
Aprobada hace ocho años como fruto del consenso político, la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) en Uruguay disminuyó la mortalidad materna y el número de abortos en el país, además de mejorar la salud materna y la infantil, afirmaron referentes uruguayos durante un conversatorio de la asociación Iniciativas Sanitarias.
En pleno debate sobre el proyecto de aborto legal en la Argentina, la experiencia uruguaya sirve de ejemplo tanto para lograr su aprobación, como para comprender lo que ello implicaría.
"Estamos con la seguridad en base a las evidencias científicas de que estamos por el camino correcto", dijo a Télam Leonel Briozzo, quien era subsecretario de Salud cuando se aprobó la norma en el país.
La tasa de mortalidad materna de Uruguay es la segunda más baja de América, por detrás de Canadá, con 14 muertes cada 100.000 nacidos vivos, casi tres veces menos que en la Argentina, y desde la implementación de la IVE el país registró sólo una muerte por aborto, por una complicación quirúrgica.
"Hemos contribuido a disminuir la mortalidad materna, la mortalidad materna por aborto, la enfermedad de las mujeres, pero también a mejorar la salud infantil porque cuando la mujer no muere, los hijos no quedan a cargo y, por lo tanto, mejora su pronóstico", explicó el también jefe de la Maternidad del Hospital Pereira Rossell.
Con unas 9.000 interrupciones legales del embarazo al año en Uruguay, Briozzo destacó que el país comenzó a disminuir la prevalencia de los abortos gracias a la educación, la anticoncepción y los servicios seguros, que evitan los embarazos no deseados que son su causa.
"Si los antiderechos están realmente en contra del aborto, lo que está demostrado que disminuye el número de abortos es despenalizarlo", explicó el ginecólogo y sentenció: "Creo que de manera muy coherente podemos denominarnos provida nosotros".
Algo con lo que coincidió el representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas en Uruguay, Fernando Filgueira, quien aseguró que aquellos que se oponen al aborto legal están a favor de mantener "más abortos, ilegales, y además inseguros".
Las ILEs en Uruguay se hacen en su mayoría de manera ambulatoria y con medicamentos, algo que a nivel internacional se considera más seguro que un parto normal y menos costoso, precisó Briozzo.
La ley uruguaya de 2012 creó servicios legales de IVE en el sistema de salud y, si bien mantiene al aborto como delito en el Código Penal, este está autorizado hasta las 12 semanas de gestación, un plazo que se extiende a 14 semanas en caso de violación y sin límite cuando está en riesgo la salud materna o por malformación fetal.
Impulsado por el entonces oficialista Frente Amplio, el proyecto legislativo uruguayo sufrió una serie de modificaciones para poder alcanzar los votos necesarios para su sanción.
Entre ellas, destacan la objeción de conciencia para los ginecólogos, la figura de objeción de ideario para las instituciones de salud con creencias religiosas -a la que sólo se adhirieron el Círculo Católico y el Hospital Evangélico-, y la obligación de cumplir con un proceso burocrático de consultas y un período de reflexión de cinco días antes de practicar un aborto legal.
Tampoco pueden hacer uso de la ILE las mujeres extranjeras o migrantes con menos de un año de residencia en el país.
"Yo creo que la experiencia demuestra que una ley imperfecta es mejor que la ausencia de una ley", señaló en declaraciones a Télam Filgueira.
"Argentina tiene otra cultura política, pero la nuestra también es una ley muy imperfecta, pero tenerla instalada te da una potencia para mejorarla y defenderla y la va legitimando. Va tomando sentido común, una pauta que es fundamental", agregó.
Una opinión compartida por la coordinadora del colectivo feminista uruguayo Cotidiano Mujer, Lucy Garrido, quien afirmó que la normativa ya se mejorará en algún momento.
"Al discurso del odio, tenemos que contraponernos con el discurso de la empatía. Ganarnos cabezas y corazones. Por eso, hay que ser inteligentes: tener buen humor y mucha paciencia", concluyó. (Télam)
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