La fuerza política del intendente volvió a caer en el distrito, reflejando un contexto de descontento vecinal, donde se multiplican las críticas por los problemas estructurales persistentes.
El veredicto de las urnas en General Belgrano fue inapelable: la lista de Osvaldo Dinápoli quedó relegada y perdió por más de siete puntos. El resultado dejó expuesta la radiografía de un "distrito desgastado", con un hospital que multiplica derivaciones, caminos rurales intransitables que golpean a la producción, barrios periféricos olvidados, y un retroceso en educación y turismo.
En medio de una crisis sanitaria profunda -con problemas en las guardias, los traslados y la aparatología del hospital municipal, hoy sostenido por sus trabajadores- y el abandono de los caminos rurales que perjudica la producción, los vecinos de Belgrano denuncian el estancamiento del distrito frente a otras ciudades de la región y aseguran que lo que define al gobierno de Dinápoli es su falta de gestión para impulsar el desarrollo y atender las necesidades de los barrios.
El cierre de Color Living en Pacheco desató 40 despidos y un choque gremial. La crisis industrial y las importaciones golpean fuerte al empleo en zona norte.
Sueldos atrasados, contratos caídos, trabajadores del hospital municipal en estado de alerta y pintadas nocturnas contra el intendente reflejan el colapso de la gestión. La guerra con el sabbatellismo se volvió inmanejable, tiñó las calles del distrito y profundizó el malestar vecinal.
El Gobierno bonaerense cerró la renovación de ambos organismos en medio de una negociación clave que aseguró los votos para avanzar con el financiamiento.